_
_
_
_
Franco Roberti | Fiscal Antimafia de Italia

“Las mafias italianas están muy infiltradas en España”

El fiscal Antimafia de Italia alerta la expansión internacional de la 'Ndrangheta

Daniel Verdú
El Fiscal Jefe de la Dirección Nacional Antimafia de Italia, Franco Roberti.
El Fiscal Jefe de la Dirección Nacional Antimafia de Italia, Franco Roberti. Andrea Sabbadini

Si la mafia no hubiera asesinado a Giovanni Falcone el 23 de mayor de 1992, el magistrado palermitano se hubiera sentado justo aquí, en el despacho que hoy ocupa Franco Roberti (Nápoles, 1947). "Por eso lo mataron”, señala el fiscal jefe de la Dirección Nacional Antimafia (DNA) en su despacho de un antiguo palacio de la Via Giulia romana. Es la máxima autoridad de Italia en materia antimafia. Conoce bien el poder sangriento de la Camorra, convivió con él durante años en su ciudad natal. Y también el orden y los espacios de silencio donde se configuran los negocios la Cosa Nostra.

La ‘Ndrangheta, sin embargo, es hoy la organización más peligrosa, rica e infiltrada en las esferas políticas de un país que intenta combatirla desde hace décadas. Un fenómeno global que se extiende desde Australia a Canadá con una filosofía colonizadora que resumía hace poco uno de sus capos en una escucha policial. "El mundo se divide entre lo que es Calabria y lo que se convertirá en Calabria". Una visión parasitaria del territorio, cuenta Roberti, en la que España es prioritaria.

Más información
La mafia vuelve a matar en Palermo tras dos años de silencio
La bomba que sacudió Italia
La Juve, la mafia y viejos fantasmas judiciales
“La mafia tiene hoy el rostro de un padre de familia”

Pregunta. ¿Cómo debemos interpretar el asesinato del capo de la 'Ndrangheta Giuseppe Nirta en Águilas hace pocos días?

R. España debe tomarlo como un fenómeno muy preocupante. Es fruto de una lucha entre dos clanes para controlar el territorio y los negocios de la ‘Ndrangheta. Confirma que las mafias están muy infiltradas en España. Un personaje como Giuseppe Nirta no está ahí por casualidad: está cultivando sus intereses. Del mismo modo que durante mucho tiempo lo hizo el capo de capos de la camorra napolitana, Raffaele Amato, que finalmente fue extraditado. Recibimos muchas señales que obligan a más colaboración entre España e Italia.

P. ¿España es un paraíso para las mafias?

R. Es un lugar estratégico. Por motivos geográficos, y porque creen que pueden hacer sus negocios de un modo menos investigado. Probablemente se equivocan, porque desde que mantenemos relación con los colegas españoles el índice de atención ha crecido y tenemos equipos conjuntos. Pero, es un lugar estratégico para el tráfico de drogas y ofrece oportunidades para el lavado de dinero. Lo ven como un sitio a colonizar.

España es un lugar estratégico para el tráfico de drogas y ofrece oportunidades para el lavado de dinero"

P. ¿También prefieren el régimen carcelario español?

R. Claro, si vienen a Italia encuentran el 41 Bis [el artículo de la ley penitenciaria para incomunicar a los condenados por delitos mafiosos], que no es una perspectiva agradable.

P. ¿A qué mafia le van mejor los negocios?

R. La ‘Ndrangheta es hoy la más peligrosa y también la más rica. El tráfico de drogas, el de seres humanos, la extorsión… producen una riqueza incalculable. Hablamos de decenas de miles de millones de euros al año que luego deben reinvertir. En parte lo hacen en estupefacientes, pero también en la economía legal: compra de bienes, terrenos, locales comerciales, bares… Estamos seguros de que las mafias italianas tienen muchos activos gestionados por testaferros en España, así que sería importante una investigación que apunte a su patrimonio.

P. ¿Cómo está estructurada hoy la ‘Ndrangheta?

R. Es distinta de la Cosa Nostra siciliana, que tenía una comisión de la que formaban parte los capos de las familias y en cuyo vértice estaba, y está todavía, Salvatore Totó Riína. La ‘Ndrangheta no tiene un vértice así. Hay una estructura de mando en Reggio Calabria vinculada horizontalmente con todas las asociaciones, también internacionales.

P. Su poder llegar hasta Canadá.

R. Ahí hay una guerra de bandas mafiosas por el control del territorio entre sicilianos y calabreses con muchos muertos y atentados. ¿Se lo imagina? Tenemos la prueba de que esos calabreses en Canadá tienen una relación directa con Calabria. La unidad se mantiene desde ahí. Todo lo que se hace en cualquier lugar del mundo debe ser autorizada desde Reggio Calabria.

P. Qué se ha hecho mal para que las mafias italianas sigan teniendo tanto poder.

R. Falta cooperación internacional. Pero mire, las mafias como organizaciones criminales estructuradas existen desde antes de la unidad de Italia y el Estado nunca ha conseguido derrotarlas. Pero en el momento en que las mafias salen de Italia para invertir su dinero es porque aquí hay un aparato investigativo contra ellos fuerte. Fuera de aquí, pueden seguir haciéndolo con cierta tranquilidad. El problema de la mafia es global, no lo podemos resolver solo los italianos.

P. La Camorra, en cambio, parece cada vez más local…

R. Se ha convertido en una forma gangsterismo urbano asociada frecuentemente a los menores. Disparan porque no tienen el control de las estructuras que los disciplinaban en la actividad criminal. La camorra mafiosa, la de los Casalesi, que ha recibido duros golpes, tiene todavía algunos sujetos operando en el territorio. Sobre todo testaferros aparentemente limpios que gestionan el dinero de los Casalesi.

P. Ya quedan pocos grandes capos. Matteo Messina Denaro es el último gran capo de la Cosa Nostra que sigue fugado. ¿Tiene un poder real sobre la organización?

R. Él es un capo, no el capo de capos. Y hasta que lo encontremos seguirá dirigiendo a sus afiliados. Por eso es necesario capturarlo cuanto antes. Pero la dimensión de su poder no es la que fue, estamos llevando a cabo una investigación muy incisiva y eso quema mucho su entorno. Cada vez lo tiene más complicado, creo que lo capturaremos.

Salvatore Totò Riína sigue siendo el capo de la Cosa Nostra

P. ¿Estará al lado de su casa, como a Riína o Provenzano?

R. Los capos fugitivos están siempre escondidos en su casa. Nunca he visto a uno lejos de su pueblo. Mirta estaba en España, es verdad, pero los capos siempre están en el territorio.

P. Nino di Matteo, el juez que lleva el caso de la Trattativa –la supuesta negociación entre el Estado y la Mafia durante los años más sangrientos- ha tomado posesión en esta oficina. ¿Usted cree en esa connivencia?

R. La fuerza de la mafia está en su relación con las instituciones, con los gobiernos locales, con el Gobierno nacional. Hemos llegado a tener sujetos mafiosos que han sido subsecretarios del Gobierno y han intentado condicionar siempre las decisiones del Estado. Estamos muy lejos de derrotar a las mafias, porque hoy operan en el área gris: el espacio donde interactúan con otros grupos criminales que no son mafiosos. Se encuentran ahí criminales, facilitadores, corruptos, corruptores… y condicionan los concursos públicos. Así que no hay que verlas no como una cosa fuera del entorno social.

P. Eso es Mafia Capitale.

R. Sí, es el ejemplo. Es la evolución del modelo mafioso. Hoy se mueve más con la corrupción que con la intimidación. Mantiene la violencia como garantía de los pactos, pero la intimidación solo se aplica si es necesaria.

La fuerza de la mafia está en su relación con las instituciones, con los gobiernos locales, con el Gobierno nacional"

P. A veces parece que la clase política pone mucho menos de su parte que la magistratura.

R. La clase política es una construcción que dice mucho y no dice nada. Tenemos la que nos merecemos, como la tiene España. Pero hay que hablar de partidos y hombres concretos.

P. Pues hablemos de Silvio Berlusconi, que se opone a la reforma del código antimafia y a quién el otro día un capo siciliano implicó en unas escuchas del caso Trattativa en los atentados de 1992 y 1993.

R. Berlusconi ha sido investigado por mafia y no ha habido pruebas suficientes para llevarlo a juicio. Lo hicimos también sobre Dell’Utri, que era íntimo amigo y su mano derecha, y está en la cárcel cumpliendo una condena de 7 años. Aquí no hay rebajas, la magistratura italiana es independiente, pero no podemos condenar por sospechas

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_