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Corea del Norte efectúa una nueva prueba de misil

El lanzamiento del cohete, que voló 700 kilómetros, es la primera prueba para el nuevo presidente surcoreano, Moon Jae-in

Macarena Vidal Liy
Misiles balísticos en el desfile en Pyongyang.
Misiles balísticos en el desfile en Pyongyang.prisa

Corea del Norte lanzó esta madrugada del domingo un misil balístico que recorrió 700 kilómetros antes de caer al mar de Japón, según han confirmado el ejército surcoreano y el mando del Pacífico estadounidense.. El disparo partió de una zona del noroeste del país, Kusong, desde donde ese país suele efectuar sus pruebas de cohetes de alcance medio. El cohete, lanzado en torno a las 5.30 horas de Corea del Sur (22.30 del sábado en España) llegó a alcanzar, según Japón, una altura máxima de 2.000 kilómetros. La Casa Blanca ha pedido un endurecimiento de las sanciones contra Pyongyang a raíz de este lanzamiento.

Se trata del décimo misil que Corea del Norte lanza en lo que va de año, y la segunda prueba desde un lanzamiento fallido hace dos semanas. En febrero lanzó un cohete también desde Kusong, que recorrió 500 kilómetros, mucho menos que el de este domingo.

El momento del disparo parece muy precisamente calculado: llega apenas cuatro días después de la investidura del nuevo presidente surcoreano, el progresista Moon Jae-in, que aboga por la apertura de un diálogo con Corea del Norte al tiempo que se mantienen las sanciones contra el programa de armamento de su país vecino. En otras ocasiones ha sido habitual que Pyongyang responda con algún tipo de prueba de armamento a las elecciones en el sur. Moon convocó una reunión de urgencia con sus asesores de seguridad nacional para evaluar la situación.

El lanzamiento del misil, aseguró el nuevo presidente surcoreano en su primera puesta a prueba, representa un “grave desafío a la paz y la seguridad de la península coreana y de la comunidad internacional”. Aunque ha ofrecido diálogo con Pyongyang, la apertura de conversaciones solo es posible si Corea del Norte cambia su comportamiento y renuncia a provocaciones temerarias, ha insistido Moon.

El nuevo lanzamiento también manda un mensaje de desafío a China. Se produce apenas horas antes de que Pekín , su principal aliado pero con el que mantiene una compleja relación, inaugure su gran convocatoria diplomática para este año: la cumbre sobre su nueva Ruta de la Seda, la gran red de infraestructuras con la que China quiere aumentar su conexión por tierra y mar con el resto del mundo. Casi una treintena de jefes de Estado y de Gobierno participan en el encuentro, además de una delegación de la propia Corea del Norte.

Aunque China es el principal aliado de Corea del Norte, Pekín ha aumentado su presión en el último mes para tratar de persuadir a su vecino de que continúe adelante con su programa nuclear y de misiles balísticos. El objetivo último de este programa es conseguir un misil que recorra la distancia suficiente para hacer llegar una bomba nuclear a territorio continental estadounidense.

El mando del Pacífico estadounidense ha descartado que el lanzamiento de este domingo fuera de un misil intercontinental.

La intensa actividad de pruebas de este programa ha desatado fuertes tensiones entre Corea del Norte y Estados Unidos. Washington ha declarado el fin de la “paciencia estratégica” que siguió la administración de Barack Obama, y ha indicado que todas las opciones están sobre la mesa. No obstante, el presidente Donald Trump ha declarado recientemente que estaría “honrado” de reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong-un.

"Corea del Norte ha sido una amenaza flagrante desde hace demasiado tiempo", ha indicado la Casa Blanca en un comunicado tras la prueba de este domingo. "Mantenemos nuestro compromiso a toda prueba con nuestros aliados a la vista de la seria amenaza que representa Corea del Norte. Que esta última provocación sirva de llamada para que todos los países pongan en marcha sanciones más duras contra Corea del Norte".

Una alta funcionaria norcoreana, Choe Son-hui, había declarado el sábado, tras una reunión en Oslo con académicos y ex funcionarios estadounidenses, la posibilidad de un diálogo entre los dos países “si se dan las circunstancias adecuadas”.

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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

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