El asesino de Etan Patz, condenado a 25 años de prisión

Pedro Hernandez recibió la pena máxima. El asesino Etan Patz fue condenado este martes a 25 años de prisión, dos meses después de ser declarado culpable por su secuestro y su muerte. Es el punto final a un suceso que tuvo en vilo a la ciudad de Nueva York durante 38 años. Patz tenía seis años cuando desapareció en mayo de 1979 en el barrio del SoHo, cuando iba de camino a coger el autobús colegio.

Patz se convirtió en el símbolo de los niños desaparecidos en Estados Unidos y puso en duda las prácticas que seguía la policía en todo el país. Hernandez, de 56 años, trabajaba en un negocio en el mismo vecindario en el que vivía el menor. Entonces tenía 18 años. Le convenció a entrar en el almacén donde le asfixió ofreciéndole un refresco. Se convirtió en el principal sospechoso en 2012.

Le delató un familiar, que acudió a la policía para contar que el propio Hernandez había dicho en un grupo de la iglesia que había matado al niño. No solo reconoció ser el autor del crimen, también dio detalles muy precisos a los investigadores sobre cómo le asesinó y se deshizo de su cuerpo sin dejar rastro alguno. Contó incluso que la víctima seguía viva cuando lo metió en una caja.

Los investigadores nunca encontraron el cuerpo. La falta de pruebas, de hecho, fue un impedimento para el juicio. La defensa de Hernandez trató durante el proceso jugar la baza de la inestabilidad mental, para así cuestionar su propia confesión. Lo consiguió y el jurado no fue capaz de llegar a una decisión unánime. Pero la fiscalía no cesó en su empeño y el pasado otoño volvió a resucitar el caso.

“El Dios al que rezas nunca te perdonará”, comentó Stanley Patz, el padre de Etan, tras el jurado dar su veredicto por el que le declaró culpable de secuestro y asesinato en segundo grado, “eres el monstruo de tu propia pesadilla”. El caso dio origen a la creación de una línea telefónica nacional de dedicada a los menores desaparecidos y de protocolos de comunicación entre las agencias de seguridad.