Donald Trump no revelará quién le visita en la Casa Blanca
El republicano pone fin a las prácticas de transparencia que inició Barack Obama
Donald Trump no quiere revelar quién le visita en la Casa Blanca, en su torre en Nueva York ni en su mansión de Florida. La Administración estadounidense ha revelado este viernes que no publicará los registros oficiales de todas las personas que visitan las instalaciones presidenciales en Washington ni las residencias de Trump en otros lugares del país. La decisión supone un cambio drástico con el gobierno anterior, que desde 2009 publicó los nombres de todas las personas que entraron en el recinto.
La Casa Blanca de Obama decidió revelar esos datos después de que varias organizaciones denunciaran la falta de transparencia de la Administración. Los grupos argumentaron que los ciudadanos tienen derecho a saber quién tiene contacto con el presidente, como dueños de compañías o lobistas, más allá de los trabajadores federales.
El resultado fue una página web con los nombres y apellidos de más de seis millones de personas que entraron en la Casa Blanca entre los meses de enero de 2009 y 2017. Están incluidos desde los participantes en visitas turísticas al recinto, invitados a eventos oficiales y personas que se reunieron con miembros de la Administración demócrata.
Sin embargo, desde que Donald Trump llegó a la presidencia, el único mensaje en la web es “Gracias por su interés en este asunto. Siga comprobando las actualizaciones de whitehouse.gov”. La página tiene un enlace al historial de visitas de la era Obama, pero nunca fue actualizada con los datos de las visitas a la Casa Blanca durante los primeros meses de mandato de Trump.
El equipo del republicano alega que esta decisión le permitirá ahorrar a los contribuyentes estadounidenses 70.000 dólares entre ahora y 2020. Ahora será la Casa Blanca quien decida qué nombres revela y cuándo, en relación con las personas que se reúnan con el presidente, el vicepresidente o su gabinete. La Oficina de Prensa sí proporciona a diario a los medios de comunicación la agenda pública del presidente.
Y como en el caso de su antecesor, Trump ya cuenta con una demanda en un tribunal federal que pretende convertir la transparencia en un gesto obligatorio por ley, no voluntario. “El presidente Obama publicó de manera rutinaria los datos sin ningún perjuicio a su mandato”, declaró Tom Blanton, uno de los responsables de la demanda en nombre del National Security Archive. Los denunciantes alegan que el pasado empresarial del presidente y los numerosos conflictos de intereses tanto suyos como de su entorno en la Casa Blanca hacen que estos documentos sean más relevantes que nunca.
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