El detenido por el atentado de Estocolmo se confiesa autor de un “acto terrorista”

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El detenido por el atentado de Estocolmo (Suecia), que el viernes pasado mató a cuatro personas con un camión, se ha confesado autor de "un crimen terrorista", según ha asegurado su abogado, Johan Eriksson. Rakhmat Akilov, un albañil uzbeko de 39 años que había simpatizado en las redes sociales con el Estado Islámico, también ha aceptado su inmediato ingreso en prisión tras comparecer esposado ante un tribunal, una vez agotado el tiempo de detención policial.

El fiscal del caso ha pedido que se mantenga la detención provisional dictada contra Akilov, un uzbeko, lo que este ha aceptado. A partir de ahora se espera su ingreso en prisión preventiva acusado del cargo de delito terrorista con asesinato. Un gran despliegue de seguridad ha asegurado el perímetro del juzgado al que ha sido trasladado el detenido.

Akilov, que ha comparecido ante el tribunal con una sudadera verde y con la cabeza siempre hacia abajo, había solicitado que se le asignara un abogado de oficio musulmán suní, lo que le fue denegado. No se le han retirado las esposas durante su declaración

A petición del fiscal, que apeló a la investigación en marcha, la vista (de la que se pudo escuchar el audio a través de la señal de la televisión pública SVT), ha continuado a puerta cerrada, después de que se expulsara de la sala a los periodistas.

Akilov fue detenido en Marsta -un suburbio a 40 kilómetros al norte de Estocolmo- horas después de que matase a cuatro personas (dos suecos, un británico y un belga) e hiriese otras 15 al atravesar con un camión de gran tonelaje y a gran velocidad una céntrica calle peatonal y comercial de la capital sueca.

El detenido había mostrado sus simpatías en las redes sociales por grupos extremistas, como el ISIS, según informaron las autoridades, que no dieron más detalles sobre su grado de implicación en estas organizaciones. La policía llevaba meses buscándolo para expulsarle del país después de que en junio pasado se le denegara la solicitud de asilo y se rechazara la petición de residencia.

Akilov vivía en un piso subarrendado de 79 metros cuadrados con al menos dos personas más, en el suburbio de Vårberg, un barrio de la capital sueca con fuerte presencia inmigrante y con cierta fama de conflictivo.