La tercera fortuna china empezó en una furgoneta
Wang Wei es el fundador de SF Express, el imperio logístico que pone ruedas al pujante sector del comercio electrónico
Hace 20 años, Wang Wei transportaba con su furgoneta paquetes entre Hong Kong y Shenzhen, la primera aún bajo dominio británico y la segunda una incipiente urbe que se convertiría en el paradigma del éxito de la apertura china. Su trabajo rozaba lo ilegal, porque entonces el servicio de correos público era el único que podía realizar esta tarea. Ahora Wang es el dueño del grupo logístico más grande del país, SF Express, cuya salida a Bolsa ha aupado a este emprendedor cantonés hasta la tercera posición en la lista de las personas más ricas del gigante asiático, con una fortuna que supera los 25.000 millones de euros.
Wang creó SF Express en 1993 gracias a 100.000 yuanes (cerca de 13.500 euros) que le prestó su padre. No fue a la universidad ni cursó estudios superiores. Pero vio cómo en los años noventa del siglo pasado la demanda de transporte de paquetes entre Hong Kong y varias ciudades de la provincia china de Cantón crecía sin que el operador nacional, China Post, luchara por cubrirla. La devolución de Hong Kong a China en 1997 no hizo más que aumentar estos intercambios, pero entonces ya era demasiado tarde para entrar en ese mercado, porque SF Express se había hecho con el control de la ruta.
Actualmente los camiones, furgonetas y repartidores de SF Express son ubicuos en las ciudades chinas. El crecimiento del poder adquisitivo de los ciudadanos, junto a la explosión del comercio electrónico, genera cada día millones de paquetes que deben ser entregados. Para este cometido la empresa despliega 80.000 repartidores, 15.000 vehículos y 38 aviones. Hasta está construyendo su propio aeropuerto de carga en el centro de China.
Para financiar sus planes de expansión, la empresa decidió salir a la Bolsa de Shenzhen a finales de febrero. Desde entonces los títulos de SF Express se han revalorizado un 45% y Wang Wei, de 46 años, se ha convertido en el tercer hombre más rico de China al poseer aproximadamente el 65% de las acciones de la empresa. Según la revista Hurun, la operación le ha permitido quintuplicar su fortuna respecto al año anterior y quedar solamente por detrás de Wang Jianlin y Jack Ma, fundadores de Wanda y Alibaba, respectivamente. Los inversores apuestan por las buenas expectativas del sector: según datos de iResearch, a finales de 2015 se enviaron 20.700 millones de paquetes en China (un promedio de 15 envíos por persona y año), una cifra que casi se triplicará hasta los 60.000 millones en 2020.
Cualquiera que viva en China sabe que uno de los secretos del éxito de las compras por Internet es la rapidez con la que llegan a destino y los bajos costes de envío. A pesar de que el negocio de su empresa no es tan dependiente de Alibaba como el de otras plataformas logísticas, Wang y Jack Ma son buenos amigos.
A nadie se le escapa que esta eficiencia tiene un precio. Zhao es uno de los numerosos repartidores de SF Express que vuelan por las calles de Pekín con sus triciclos eléctricos. Trabaja seis días a la semana un mínimo de 14 horas diarias. No está obligado a hacerlo, pero su sueldo de poco más de 800 euros al mes depende en gran medida de cuántos paquetes es capaz de entregar: "La filosofía es que quien trabaja duro, gana más. Si lo que quieres es solamente el sueldo base (menos de 400 euros), es mejor no optar por trabajar en SF. No compensa", dice.
En 2016, los ingresos de la empresa alcanzaron los 7.730 millones de euros y sus beneficios se dispararon un 112% hasta los 5.670 millones. La última actualización de los datos de Bloomberg apunta que solo en lo que va de 2017 Wang Wei ya habría ingresado otros 18.730 millones. En 2004, Wang recibió una oferta de la estadounidense FedEx para hacerse con SF Express por unos 680 millones de euros. Acertó en rechazarla: ahora su empresa vale más de 34.000 millones.
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