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Las polémicas pantuflas ‘made in Spain’ del secretario de comercio de EE UU

Wilbur Ross causa sensación por su elección de calzado para el primer discurso de Trump en el Capitolio

Las pantuflas de Wilbur Ross, en un tuit de @byrdinator
Las pantuflas de Wilbur Ross, en un tuit de @byrdinator

Las mujeres demócratas en el Congreso de Estados Unidos protestaron en el primer discurso de Donald Trump en el Capitolio luciendo blanco, un color asociado con la lucha por los derechos de las mujeres. Ante la fuerza visual de esa marea blanca, pasó desapercibido un detalle inusual: las pantuflas que llevaba el secretario de Comercio, Wilbur Ross. 

El modelo: zapatillas Stubbs Wootton, una casa fundada en Palm Beach en 1993, cerca del complejo de Mar-a-Lago donde Trump pasa sus vacaciones y que él mismo ha bautizado como "La Casa Blanca de Invierno". El calzado en cuestión cuesta como mínimo 495 dólares, y estaba personalizado con el escudo del departamento de Comercio, que dirige Ross.

La propia marca define las pantuflas de este modo: "Brillantes con un esmoquin. Perfectas con pantalón corto, y todo lo que hay entre ambas opciones". El problema, para Ross, es que no están hechas en EE UU. El creador de Stubbs Wootton, Percy Steinhart, trabaja con una fábrica radicada en La Mancha.  Poca información da la firma al respecto excepto que la hace "una comunidad de artesanos" en España. Existe una distribuidora al por mayor en Valencia con el mismo nombre, Stubbs Wootton.

Kellyanne Conway y Steve Bannon, el día de la inauguración de Donald Trump
Kellyanne Conway y Steve Bannon, el día de la inauguración de Donald TrumpReuters

Que ese calzado esté hecho en España es potencialmente un problema para Ross. Trump es un defensor del "América primero" y del "hecho en América", a pesar de que muchas de las prendas de su colección de moda para hombres han sido hechas en China. 

Es cierto que su mujer, Melania, lució en el mismo acto al que Wilbur llevó sus pantuflas un vestido del diseñador norteamericano Michael Kors cuyo precio es de 10.000 dólares. Se redimía de haber lucido un vestido de la marca francesa Dior en los bailes de la noche de la toma de posesión de su marido.

Más polémico fue el atuendo de la asesora del presidente Kellyanne Conway aquel mismo día. Optó por un traje de Gucci de 3.500 dólares, con los colores de la bandera americana. Ella lo definió como un atuendo "revolucionario" aunque en la colección de la marca italiana había sido pensado para homenajear a Reino Unido.

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