Entrevista completa con la directora general de la Expo 2020 Dubái
Reem al Hashimy es también ministra de Cooperación Internacional de Emiratos Árabes Unidos
Pregunta. Dubái ya tiene renombre internacional. ¿Qué objetivo tiene la Expo?
Respuesta. La Expo va a coincidir con el 50º aniversario de Emiratos Árabes Unidos como nación. No se trata de tanto de establecer una marca como de una plataforma global para encontrar socios y amigos con los que colaborar y hacer frente a los retos que nos afectan a todos. Dubái, y EAU, se considera un ciudadano global. Respondemos a asuntos relacionados con el cambio climático, la energía renovable; hemos adoptado los objetivos de desarrollo sostenible; ayudamos al desarrollo en aquellos lugares del mundo que lo necesitan… Para nosotros, la oportunidad de la Expo 2020 es crear esa plataforma que traiga a países, empresas de ciertos sectores, durante seis meses, para producir impacto social en esos asuntos que consideramos importantes y que nos importan.
P. Ha mencionado la sostenibilidad, algo que parece contradecir la realidad de esta ciudad, y el propio país, levantados en el desierto y que ni siquiera tienen suficiente agua para su población. La sostenibilidad es también uno de los ejes de la Expo 2020. ¿Qué puede enseñar Dubái al mundo al respecto?
R. Mucha gente no reconoce nuestra historia de sostenibilidad. Creen que Dubái es lo que ven ahora, pero la verdad es que Dubái era parte de una civilización que se remonta a varios miles de años. Nuestro logo se inspira en un descubrimiento arqueológico realizado a apenas 60 kilómetros de aquí, que nos descubrió que este lugar era ya una zona de industria y comercio hace 4.000 o 5.000 años. Encontramos flechas, monedas de oro… Este logo procede de un pequeño anillo datado entonces. También encontramos sellos que nos vinculan a culturas lejanas. Este lugar era ya un cruce de rutas marítimas, igual que hoy lo es para el transporte aéreo. Y en este clima árido, mis ancestros tuvieron que sobrevivir con muy poco y aprovechar los escasos recursos de forma que les duraran y fuera sostenible. Hoy, la tecnología moderna nos puede ayudar a hacerlo mejor. Nos hemos comprometido a utilizar energía renovable en la Expo, a crear un entorno que respete la naturaleza. Con los actuales avances, es más fácil lograrlo. Desde cómo se reutiliza el agua, cómo se plantea la refrigeración, ha habido progresos muy rápidos para acomodar las aspiraciones del país.
Tenemos la suerte de contar una fuente increíble de energía que es el sol. [Estudiamos] cómo podemos usarla mejor. Pero la sostenibilidad no es sólo sobre el uso de los recursos energéticos, sino también sobre cómo reorientas los mecanismos de los que dispones para lograr más con menos, de forma que se desperdicie menos o que lo que se vaya a desperdiciar pueda reutilizarse. Por eso, el 85% de la sede de la Expo va a mantenerse como legado. Muchos mega eventos se celebran y desaparecen. No contemplamos la Expo como un mega evento. Nuestra Expo es una plataforma global que esperamos que pueda catalizar un futuro crecimiento económico e industrial para la ciudad, el país y la región en general. No estamos construyendo para seis meses, sino para los próximos 15 o 20 años. También sabemos que no podemos hacerlo solos y de ahí el papel vital de nuestros socios internacionales. Si mira al crecimiento de mi ciudad, e incluso de mi país, no hubiéramos sido capaces de llegar a donde estamos sin la gran ayuda y apoyo de los ciudadanos de otros países que viven aquí. Hay gente de doscientas nacionalidades, con diferentes credos, diferentes culturas y trayectorias, diferentes idiomas. Creemos de verdad que eso añade fuerza al lugar también.
P. Dada esa diversidad, ¿qué esperan de la participación de España, Portugal y los países de América Latina?
R. Hay la participación oficial, a través de los pabellones de cada país, pero para ser franca, esperamos más. Nos gustaría que las empresas [de esos países] se implicaran, incluso en la travesía hasta 2020; nos gustaría que consideraran este lugar como una base para el resto de la región. Cuando hablamos de la región, no se trata del mercado de Dubái o de EAU, sino de una parte del mundo en crecimiento que es eminentemente joven, con una población con ingresos medios que aumenta con rapidez. Miramos a África, el África subsahariana sobre todo, a Asia Central, al subcontinente indio y, por supuesto, al mundo árabe.
La distancia no es un obstáculo como lo prueban los siete vuelos diarios a distintas capitales latinoamericanas o las visitas de nuestros gobernantes. La conectividad ayuda al contacto entre la gente. Ya no es raro encontrarse con alguien de Costa Rica, de Bolivia o de Fiyi. Y en Emiratos, los tenemos aquí. Son pilotos, cocineros, etc. Hay al menos 270 marcas y 40 empresas españolas registradas aquí. Nos gustaría que aumentara la presencia en los sectores de las energías renovables, del diseño, la tecnología de realidad aumentada. Nos interesa quién está trabajando en esos sectores en Chile, en Portugal o en España, y ofrecerle esta plataforma. No todas las conversaciones van a funcionar, pero nuestro compromiso es iniciarlas porque miramos más allá de 2020. Si hay ocasión y están interesados, pueden encontrar una oportunidad en Arabia Saudí, en Kenia o India. La región es mucho mayor que el mercado de Dubái.
P. Cuando lograron la Expo en 2013, el emir, el jeque Mohamed bin Rashid, dijo que Dubái iba a “sorprender al mundo” en 2020. ¿Qué va a hacer esta Expo memorable?
R. Para nosotros, el listón no deja de subir. El hecho de que la Expo se celebre en una ciudad que ya han logrado tanto aumenta nuestras propias metas y la presión. Queremos ofrecer algo especial. Creo que nuestro legado va a ser lo más importante y valioso que podemos presentar. En qué va a convertirse la sede; qué clase de impacto social va a tener; qué tipo de socios van a ser capaces de construirla; cómo podemos asegurarnos de que nuestra esperanza deseo de construir algo mejor sigue creciendo, en un tiempo en el que la esperanza escasea en muchos lugares. Esperamos celebrar nuestro 50 aniversario y luego, ¿qué aspecto van a tener las siguientes décadas? No sólo para reflejar nuestro pasado sino también aprender con nuestros socios cómo puede desarrollarse ese futuro.
Esto forma parte de nuestras convicciones. Cuando pensamos en qué papel queremos jugar y cómo queremos hacerlo. No va a tratarse de un edificio llamativo. Ya lo hemos hecho, y para ser franca, bastante bien. Se trata de cómo funciona ese edificio, qué impacto tiene, que actividades alberga y cómo aporta valor añadido y significado a su entorno.
P. Este es un país muy orgulloso de sus costumbres y tradiciones, ¿les preocupa el efecto que puedan tener los 25 millones de visitantes que se esperan en el alrededor de un millón que suma la población local?
R. Es una gran oportunidad para hablar y mostrar nuestra cultura, nuestro patrimonio, nuestras tradiciones, para contar la historia de Emiratos que mucha gente no conoce. Es una plataforma increíble para celebrar y compartir esa historia con nuestros socios. La cifra es llamativa pero cuando se mira al número de pasajeros que mueve Emirates o el aumento del número de turistas en los últimos años, pensamos que es un objetivo alcanzable. El lugar en el que estamos situados ayuda a atraer tráfico. Además lo hacemos con el apoyo y la implicación de la población local.
P. Menciona la implicación local, ¿qué participación esperan que tengan los jóvenes emiratíes?
R. La juventud es un pilar de este Gobierno y de sus planes para el futuro. Así que los jóvenes deben integrarse. Tenemos un equipo joven y recientemente hemos nombrado un director de juventud encargado de establecer contactos con escuelas y universidades. Estamos intentando promocionar a las pymes. Hemos decidido que un 20% de las compras se reserven para la comunidad de pymes (otros grandes eventos, lo han hecho también pero hasta un 10%-15%), de forma que los empresarios jóvenes, las start-ups y los negocios jóvenes aunque los dirija gente de más edad tengan una oportunidad. La juventud no es sólo una cuestión de edad sino de mentalidad.
También con algunos países que han mostrado interés, como Bahamas, quieren que sus estudiantes de diseño participen en la elaboración de los contenidos del pabellón, y lo animamos. Esperamos que otros países hagan lo mismo. Es una oportunidad para el intercambio entre jóvenes de Bahamas y de Emiratos.
P. Ha citado la contribución de los trabajadores extranjeros al desarrollo de este país. Para levantar la Expo van a necesitar decenas de miles de obreros. ¿Tienen algún sistema para vigilar que se respeten sus derechos y que si hay violaciones, los responsables sean castigados?
R. Nos tomamos este asunto muy en serio, no sólo en la Expo sino el Gobierno de EAU. A lo largo de los años, la trayectoria ha mejorado significativamente debido a cambios en la ley, más inspecciones y mayores penalizaciones; también hemos establecido más restricciones al horario laboral, las condiciones de alojamiento, el tipo de dieta, etc que debe facilitarse a los trabajadores. Hemos mejorado; aún podemos mejorar más y seguimos viendo la forma de hacerlo.
En Expo estamos comprometidos con una Carta de Bienestar de los Trabajadores que todos los contratistas y subcontratistas tienen que firmar. Además, el comité directivo incluye a todos los jefes de los departamentos relevantes tanto a nivel local como estatal, de forma que lo que se haga deben aprobarlo y responsabilizarse de ello. Si fuera un ente independiente, tal vez fuera más difícil castigar las violaciones. También estamos explorando qué más fórmulas podemos aplicar para mejorar las condiciones y seguridad de los 50.000 obreros que van a trabajar en el emplazamiento. Tenemos un mecanismo y si alguien no lo cumple, se le restringirá el contrato y se le incluirá en una lista negra.
P. Esta parte del mundo se asocia con la marginación de las mujeres. ¿Qué mensaje cree que envía su presencia al frente de este gran proyecto?
R. Soy la más débil de una larga lista de mujeres fuertes en mi país. Soy afortunada de seguir sus pasos porque han abierto camino y han hecho un avance increíble en este terreno.
En Emiratos siempre hemos creído no en la cuestión de género sino en la colaboración de hombres y mujeres. Si se mira a la multiplicidad de nacionalidades que viven y trabajan en el país, la implicación de la mitad de la sociedad encaja en la misma lógica.
Conozco a empresarias que son amas de casa, que son abuelas y que gestionan negocios millonarios con tres o cuatro aplicaciones en el teléfono y tienen miles de empleados. Son mujeres que admiro. Pero también tenemos una piloto de combate, juezas, artistas, parlamentarias, la presidenta de nuestra Cámara es una mujer. Para nosotros se ha convertido en habitual ver a mujeres y hombres, y enfatizo hombres, trabajando juntos para avanzar un proyecto nacional ambicioso. Jóvenes y mayores. Juntos. Porque somos un equipo. Ni x mujeres, ni hombres, ni jóvenes, ni mayores, pueden hacerlo solos. Es demasiado grande. De ahí el compromiso de los líderes, pero también de unos con otros. Eso hace de Emiratos un lugar muy especial.
P. Por eso sorprende aún más que la ley siga tratándolas como menores y necesiten la tutela legal de un varón sea el padre o el marido…
R. La ley tiene que ponerse al día. Estamos en ello. Recientemente hemos puesto en marcha un consejo para la paridad de género que de forma específica está estudiando que parte de la legislación tiene que reformarse para reflejar mejor la visión y la ambición que queremos alcanzar. Necesita su proceso, pero lo reconocemos con el establecimiento de ese consejo, que preside la jequesa Manal, hija del jeque Mohamed.
P. Finalmente, 2017 está casi aquí. Quedan tres años y medio para la inauguración en octubre de 2020 y desde su ventana casi sólo se ve arena…
R. No puede ver el trabajo subterráneo. Estamos desplegando la infraestructura. Desde un helicóptero se aprecian las excavaciones para tuberías y cables. Esperamos poner la primera piedra en enero. De hecho acabamos de lanzar la licitación para las empresas constructoras. Creemos que el calendario es alcanzable, pero queremos hacerlo bien y con calidad. Contamos con un sistema robusto. Si se fija en el nuevo canal de Dubái, que une la ensenada con el mar, se ha completado en 24 meses. Así que es alcanzable, pero no vamos a dormirnos en los laureles.
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