_
_
_
_

El emprendimiento se levanta en una de las comunas más pobres de Colombia

La Fundación Microfinanzas del BBVA ha contribuido en la búsqueda de nuevas oportunidades económicas de personas en condiciones de vulnerabilidad

Sally Palomino
Francisco González, presidente del BBVA y Javier Flores, director general de la Fundación Microfinanzas, con Vicente Amaya, dueño de un minimercado y cliente de la FMBBVA.
Francisco González, presidente del BBVA y Javier Flores, director general de la Fundación Microfinanzas, con Vicente Amaya, dueño de un minimercado y cliente de la FMBBVA.BANCAMIA

En Cazucá, una comuna del municipio de Soacha, al sur de Bogotá, no hay agua potable, ni hospitales ni vías pavimentadas. Cada media hora, sube y baja un bus cargado de gente que depende de este medio para ir y volver de la zona urbana al cerro en el que está ubicada esta población, con cerca 80.000 habitantes, la mayoría desplazados por el conflicto armado.

Vicente Amaya, de 64 años, reside desde hace 16 en ese lugar, en donde parece imposible, por el olvido estatal en el que está, que alguien pudiera pensar en vivir de un negocio propio. “La pobreza está en la mente”, dice desde la puerta de La Cosecha, un micromercado que ha levantado y sostenido casi desde el mismo momento en que llegó a Cazucá. “La gente cree que se necesita mucho dinero para tener un negocio, yo comprobé que solo se necesita ayuda y saber aprovecharla”, asegura. Su local - que está abierto de lunes a lunes, de siete de la mañana a ocho de la noche- ha sido uno de los beneficiados de la Fundación Microfinanzas del BBVA, una entidad sin ánimo de lucro creada por el Grupo BBVA, que apoya el progreso de emprendedores vulnerables de una manera sostenible, a través de créditos y oportunidades de desarrollo inclusivo.

Como la de Vicente, en la zona se repiten historias esperanzadoras que muchas veces son opacadas por la magnitud de los problemas que se encuentran allí. “Ellos salen adelante porque son fuera de serie. Vemos en cada una de las personas las ganas que tienen de luchar. Trabajan con nosotros desde hace unos quince años, empezaron con cosas muy pequeñas. Me emociona ver este tipo de iniciativas y ver cómo una fundación como la nuestra puede hacer muchas cosas en pro de la sociedad”, aseguraba este jueves Francisco González, presidente del BBVA, tras visitar a varios beneficiarios de la fundación, “la más importante entidad filantrópica en Latinoamérica, tiene 1,8 millones de personas que han recibido créditos, no para consumir, sino para montar pequeños negocios”, según explicó.

Linda Aura Cruz, de 43 años, es otra de las beneficiarias. Su casa es un pequeño taller de tejidos. Desde el año 2006, ha recibido 16 créditos y lo que empezó como una tarea que le ayudaba con los gastos básicos de su hogar, hoy le sirve para sostener a cuatro familias. Teje prendas en lana que se distribuyen en las principales ciudades del país y con el dinero que recibe, una de sus hijas ha podido empezar estudios profesionales. “Es un trabajo que además nos permite estar en familia, compartir, estar unidos”, dice mientras maneja una de las máquinas que ha logrado comprar para agilizar la producción.

Ella es la líder del proyecto, pero su hermana, su hija y otras familiares son parte del proceso que les ha permitido tener en lo más alto del cerro de Cazucá una fábrica de donde salen gorros, guantes, abrigos que terminan siendo vendidos en las grandes ciudades. “Colombia es un gran país, está en un esfuerzo muy notable para acabar con más de cincuenta años de violencia y estamos en días decisivos, yo espero que el acuerdo siga adelante. El tema de la paz a esta gente le va a ayudar mucho también”, recalcó el presidente del BBVA.

Bancamia, la entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA en Colombia, firmó un acuerdo con la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) con el objetivo de unir esfuerzos para que los excombatientes del conflicto armado que están en proceso de reintegración a la vida civil accedan a servicios y educación financieros, así como acompañamiento para sacar adelante sus negocios.

Norma Viviana Ordóñez, de 42 años, casi sin darse cuenta lleva 15 trabajando por el bienestar de Soacha. Tiene un jardín infantil, que recibe a los hijos de desplazados, de víctimas de la violencia, de madres cabeza de familia. “De los que tienen que trabajar y no tienen con quién dejar a sus niños”. Empezó cuidado 14. Ahora son más de 40. Su casa, que estaba sin pintar y apenas tenía un pequeño salón, hoy es de dos plantas y está adecuada con varios espacios en donde los niños reciben atención. “Yo empecé pidiendo créditos pequeños para solucionar lo más urgente, pero cuando vi que podía manejarlos bien, pedí otros y logré levantar esta casa”. En el lugar, además de la labor social con los niños, da empleo a cinco personas y es invitada a dar charlas sobre la niñez en esta población, en donde la falta de presencia estatal ha hecho que las ONG, fundaciones y agencias de Naciones Unidas trabajen para sacar adelante proyectos de desarrollo.

“El mérito de estas personas es mayúsculo y es solo suyo. Todos estos emprendedores vulnerables tienen un rasgo en común, que es querer mejorar sus condiciones de vida y la de sus familias. En la fundación nos sentimos privilegiados de poder apoyarles, facilitando que estas personas puedan prosperar y tener una vida mejor", aseguró, desde Soacha, Javier Flores, director general de la Fundación Microfinanzas.

Hasta septiembre pasado, Bancamia atendía a 817.270 personas y había entregado 1.022 créditos al día, 128 por hora, con un crédito promedio durante 2016 de 1.181€. Según los cálculos de la entidad, el porcentaje de clientes pobres se reduce un 32% tras dos años con la entidad.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Sally Palomino
Redactora de EL PAÍS América desde Bogotá. Ha sido reportera de la revista 'Semana' en su formato digital y editora web del diario 'El Tiempo'. Su trabajo periodístico se ha concentrado en temas sobre violencia de género, conflicto armado y derechos humanos.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_