Detenido el exalcalde de Allende por la masacre Zeta
La Fiscalía le acusa de colaborar en una de las peores matanzas del cártel más salvaje de México
La masacre de Allende es uno de los casos paradigmáticos del agujero negro de la violencia en México: poder apabullante del crimen organizado, connivencia de autoridades locales, agujeros en la investigación y desamparo entre las víctimas.
Más de cinco años después, ni siquiera hay acuerdo en cuánto tiempo duro ni cuántas fueron las víctimas de una de las operaciones más atroces de los Zetas. Más de cinco años después, el exalcalde del pueblo ha sido detenido esta mañana en la puerta de su casa. Sergio Alfonso Lozano es acusado ahora de haber colaborado en el secuestro y asesinato de, al menos, decenas de sus vecinos.
En marzo de 2011, en la época de mayor actividad de los Zetas, un comando sitió el pequeño pueblo fronterizo. Saquearon, demolieron casas con retroexcavadoras, secuestraron, torturaron, mataron y quemaron los cuerpos en gasolina. El pretexto era castigar con el asesinato de familiares, amigos y colaboradores a tres zetas que supuestamente los habían traicionado delatándolos a la DEA y les habían robado entre cinco y diez millones de dólares.
Más de cinco años después, ni siquiera hay acuerdo en cuánto tiempo duro ni cuántas fueron las víctimas
No hay consenso sobre cuanto duró el desquiciado ataque. Una reciente investigación iniciada por el Colegio de México apunta a que fueron varios meses y como epicentro, el enloquecido fin de semana del viernes 18 al domingo 20 de marzo. No hay consenso sobre el número de muertes. Grupos civiles hablan de que pudieron ser hasta 300, el Colmex precisa que 42, la Fiscalía de Coahuila ha dicho que 28.
Todo esto pudo suceder, como tantas veces, gracias a la complicidad de las autoridades locales. Los policías “nomás se quedaron mirando" detalla la investigación independiente. Uno de los dos únicos condenados por ahora, Fernando Hernández Reyes, es un policía municipal de Allende. Los cargos de la Fiscalía contra el exalcalde son secuestro agravado y omisión de sus funciones por ordenar que sus agentes no hicieran nada ante la avalancha de secuestros.
Un año después de la masacre, la Fiscalía de Coahuila creó un brazo específico para investigar este tipo de casos. Los agentes que detuvieron al alcalde esta mañana en la puerta de su casa pertenecen a la Subprocuraduría para la Investigación y Búsqueda de Personas No Localizadas, Atención a Víctimas, Ofendidos y Testigos de Coahuila.
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