_
_
_
_

Macri, que fue socio de Trump, inquieto ante un giro que le perjudica

El Gobierno argentino apostó por Clinton. "Nos adaptaremos", dice la canciller

Carlos E. Cué
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, da una rueda de prensa en octubre psado.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, da una rueda de prensa en octubre psado.Presidencia

La política argentina lleva un año entero mirando a EEUU para casi todo. La relación se había recompuesto después de años de enfrentamiento durante el kirchnerismo. El apoyo de la administración de Barack Obama, que viajó a Buenos Aires en marzo en una visita histórica, ha sido clave para que Argentina vuelva a los mercados financieros, cierre su pacto con los fondos buitre y para que Mauricio Macri logre un apoyo internacional que supera al que tiene en su propio país. Por eso las elecciones en EEUU tenían para la Casa Rosada, sede del Gobierno argentino, un valor especial. Y la victoria de Donald Trump, al que Macri conoci muy bien porque fueron socios en los 80, generó un desconcierto absoluto.

El Gobierno de Macri apostó claramente por Hillary Clinton, sin disimulo, y su derrota dejó a todos descolocados y sumidos en cálculos económicos y políticos de las consecuencias de un giro que contradice por completo la apuesta de Macri por la ortodoxia y la apertura económica. Macri se limitó a una rápida felicitación diplomática por twitter: "felicito a Donald Trump en su triunfo y espero que podamos trabajar juntos por el bien de nuestros pueblos". Susana Malcorra, la canciller, que pocas horas antes había insistido en que Argentina estaría “más cómoda” con Clinton, también optó por esta vía pero sin disimular su decepción.

Más información
Donald Trump gana las elecciones de EE UU
Lágrimas en la sede de los demócratas

“El pueblo americano ha hablado en las urnas. Donald Trump ha triunfado. Felicitaciones por la democracia y sus instituciones”, señalaba Malcorra en twitter, donde a la vez decía “Felicitaciones Hillary Clinton por la gran elección. Una pena no ver una mujer tan capaz elegida para esa importante responsabilidad”. Más tarde, en radio Mitre, admitió su frustración: “nos tendremos que adaptar. Ya estamos estableciendo contactos para que fluya este vínculo”. Malcorra que fracasó recientemente en su intento por ser secretaria general de la ONU, también criticó que no fuera elegida una mujer al frente de este organismo.

Macri es uno de los presidentes que mejor conoce a Trump. Pero no por la política. Ambos mantuvieron una relación intensa y conflictiva cuando quisieron hacer negocios inmobiliarios juntos en Nueva York, a mediados de los 80. Se vieron en infinidad de ocasiones, compartieron golf y diversiones, pero la relación no cuajó y los Macri terminaron vendiendo su parte a los Trump. Desde entonces, cuando se le pregunta por Trump, a Macri se le cambia el rostro al recordar esos años de negocios millonarios y constantes viajes a Nueva York con su padre para ver al magnate. El recuerdo que le quedó del mundo Trump no es en absoluto positivo, a pesar de que su recorrido personal tiene algunas similitudes, ya que son dos millonarios y ricos herederos que llegaron a la política desde el mundo de los negocios.

La inquietud argentina es sobre todo económica. El apoyo de las empresas y especialmente del mundo financiero de EE UU es fundamental para el país austral, que sigue apostando por un fuerte endeudamiento y necesita cuanto antes inversión extranjera. El equipo económico de Macri está muy influido por EEUU, un país al que la mayoría de ellos viaja constantemente y en el que algunos ministros tienen sus ahorros.

La paradoja a la que se enfrenta el Gobierno argentino es que mientras Trump está apostando por limitar el libre comercio, en Latinoamérica presidentes como Macri, el brasileño Michel Temer o el peruano Pedro Pablo Kuczynski encabezan una ola a favor de la apertura comercial y del acercamiento a EE UU que no se veía hace muchos años en la región. El momento más pro-EE UU de Latinoamérica coincide así con un presidente que, al menos por lo que ha dicho en campaña, pretende cerrarse y apostar por el proteccionismo que había dominado hasta ahora la política latinoamericana.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_