Piso resbaloso
Los idealistas aplauden que Colombia camina hacia un gran acuerdo nacional por la paz
Los días transcurren en medio de marchas de ciudadanos, del SÍ y del NO, prendiendo velas en las plazas de las ciudades capitales, para pedir “Acuerdo Ya”, el reconocimiento del poder de las iglesias cristianas, las confesiones del gerente de la campaña del Centro Democrático al periódico La República, en el sentido de que su estrategia fue indignar por sectores, lo que les funcionó como cuando dijeron a los menos favorecidos que les quitarían los subsidios. Saben ellos mejor que nadie de la perversidad de esas ayudas por las que los ciudadanos son capaces de soportar a los Maduro de cada época.
Los idealistas aplauden que por fin Colombia está caminando hacia un gran acuerdo nacional por la paz, pero ya empiezan a develarse realidades que no me permiten cambiar de opinión frente a la Colombia incierta del día después al resultado en las urnas. Todo ocurre después de la derrota en la refrendación de los acuerdos Gobierno-FARC hace ya casi 15 días y 8, desde cuando el presidente Juan Manuel Santos fue honrado con el Nobel de Paz.
Conocidas las verdades, la propaganda negra, los errores cometidos por el Gobierno también, los golpes de pecho, los jóvenes que no votan y sienten que son ciudadanos porque creen que participar es poner un like, el presidente Santos ha recibido a través de una o tres o cuatro comisiones de sus entonces negociadores y unos más, las propuestas para renegociar el acuerdo. Ya incluso se habla de un Nuevo Acuerdo y se da por hecho que las FARC están dispuestas, lo que es esperable, pero no está garantizado.
Ha recibido las propuestas para las modificaciones de la ex ministra conservadora Marta Lucia Ramírez, del ex presidente Andrés Pastrana, a quien se le vio fascinado bajo las luces de los flashes que esperaban al senador expresidente Álvaro Uribe en la entrada a Palacio de Nariño, las del ex procurador Alejandro Ordóñez y su obsesión con la ideología de género, las de cristianos, las de otras víctimas. Las de todos los que quieran ir a llevar propuestas.
La realidad revela una Colombia incierta desde el día después del resultado en las urnas
En todas las horas de reflexión, estrategia y tinta que traen los documentos, aparecen temas en los que coinciden los sectores del NO, como son los reparos al tribunal de justicia, la elegibilidad política para la guerrilla y asuntos como tierra rural y el modelo de economía campesina y propiedad privada. O sea nada menos que el corazón del acuerdo. Quieren una cirugía de corazón abierto en un paciente anti coagulado. Y solo es posible una intervención menos invasiva que reconozca el resultado de las urnas pero no deje en coma la negociación.
No quiero aún calificar las pretensiones de algunos sectores del NO diferentes al expresidente Alvaro Uribe, quien no sé por qué aparece como vocero de una diversidad enorme de posiciones distintas a las suyas. Pero en lo que a él responde, sus pretensiones parecieran las de quien sabe que su propuesta de sometimiento es inviable, que la imposibilidad dilata abriendo riesgos mortales y ahoga al gobierno, y le quita el margen de la gobernabilidad en todas las áreas incluso en las que no tienen nada que ver con el acuerdo.
Pide sin ruborizarse, estudiar, la retroactividad en segunda instancia para paramilitares y vinculados a delitos aún más indignos donde el narcotráfico que hoy rechaza como delito conexo al conflicto, fue el principal motor.
Ojalá demuestre lo contrario y el cálculo no sea electoral o incluso previo. A figuras de su partido como Iván Duque, reconocido como joven promesa no les conviene cargar con muertos ajenos. El mapa electoral cambió en Colombia y aunque hoy pareciera una torta repartida en dos, con menos mermelada para tapar huecos, los colombianos dejaron una lección clara: nadie está siendo capaz de interpretarlos, me dijo hace días una voz avizora.
Que también plantea un elemento que vale la pena que piensen quienes estuvieran actuando de mala fe: Ya Santos ganó aunque perdiera el equivocado plebiscito que tanto se advirtió que no se usara (Casi todos los plebiscitos se han perdido en el mundo recientemente). El presidente triunfó al ganarse el Nobel y así pasará a la historia. Y si el país no gana con él, los responsables serán otros.
Siento aguar fiesta pero creo que la senadora Claudia López tenía razón a las 24 horas de conocido el resultado cuando dijo que el ex presidente Uribe debe saber que es responsable de las consecuencias de lo que hizo. En las zonas donde hoy está la guerrilla, que contrario a la propaganda, sí inició la pre concentración antes de la refrendación, hay algo así como 5 mil hombres que pueden atomizarse creando nuevas estructuras delincuenciales en una especie de desintegración inevitable, mientas por otro lado la guerrilla del ELN se monta al avión con los motores apagados a la paz.
Por otro lado se buscan salidas que ya tienen en las tertulias el nombre de “la conejiada” y consisten en tumbar 4 ó 5 artículos para que solo queden 3 y entonces de la Corte Constitucional salga el salvavidas y ahí sí de un lío a otro terminaremos en la Constituyente. Todo debería pasar antes del 31 de diciembre, fecha hasta la que está proyectado el cese bilateral y la terminación del periodo de Ban ki Moon en la ONU, nuestro verificador. Fecha en la que cantamos la canción del año viejo.
Diana Calderon es directora de informativos y de @hora20 de Caracol Radio Colombia. Twitter @dianacalderonf
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.