¿Está perdiendo valor Mar-a-Lago, el inmueble de los sueños de Trump?
"Trabajo en la seguridad del señor Trump y si tu coche está aquí, se lo podrían llevar o sufrir abolladuras", asegura un hombre mientras pasea cerca de la mansión
La mansión tiene 69.000 metros cuadrados, sus 126 habitaciones están decoradas con mármol y pan de oro, y está tan blindada que es difícil poder echar un vistazo a la propiedad: alrededor del soñado inmueble de Donald Trump, en Florida, solo está la calle Ocean Boulevard y calles privadas pequeñas y amuralladas en las que está terminantemente prohibido aparcar. ¿Es posible al menos parar un momento cerca del puente levadizo, que lleva a West Palm Beach, para admirar la playa?
"Lo mejor es que no", asegura un hombre acompañado de un perro. "Trabajo en la seguridad del señor Trump y si tu coche está aquí, se lo podrían llevar o sufrir abolladuras". No queda claro si se trata de una advertencia o de una amenaza.
Trump compró Mar-a-Lago en 1985 por diez millones de dólares. Desde entonces, su valor se ha multiplicado por veinte. El inmueble acoge a un club exclusivo que aportó en 2015 casi 16 millones de dólares al candidato republicano a la presidencia.
Pero la sucia campaña ha dañado la imagen de la "marca Trump". Según una encuesta de Bloomberg, al 61% de los estadounidenses "les impresiona menos" Trump que su candidatura. El Washington Post afirma que sus hoteles y campos de golf también han perdido volumen de ventas. Las últimas acusaciones, sobre que Trump también ha cometido delitos físicos contra las mujeres, podrían reforzar esta tendencia.
Evan trabaja en West Palm Beach, en la administración de un vecino de Trump. No quiere que se dé su apellido. Asegura, "Todo el mundo identifica este lugar con Trump. Y aquí tampoco obtendrá mayoría en las elecciones".
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