Otros casos de plagio en la política estadounidense
Desde Barack Obama hasta el vicepresidente Joe Biden y varios candidatos republicanos han respondido por acusaciones similares
Melania Trump había sido presentada como la protagonista de la primera noche de la Convención Nacional Republicana y la promesa se cumplió. Aunque ya sabemos que por causas inesperadas. La esposa de Donald Trump, el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, ha sido acusada de plagiar parte del discurso que ofreció Michelle Obama, la actual primera dama, en 2008. Nadie se atreve a predecir las consecuencias del supuesto plagio en la impredecible campaña Trump (ella misma admitió a NBC que practicó una vez el discurso y que lo escribió “con la menor ayuda posible”), pero otros políticos lo han pagado muy caro en el pasado. Entre ellos, el actual vicepresidente. Este es un repaso a otros casos de plagio:
Joe Biden
En 1987 el senador de Delaware participaba en un debate previo a las primarias cuando una periodista de The New York Times detectó varios parecidos entre su alegato final y un anuncio electoral de una campaña del laborista británico Neil Kinnock. En mayo de ese mismo año, Kinnock había pronunciado las mismas frases que adaptó Biden:
¿Por qué fui el primero de mi familia que puede ir a la universidad? ¿Es porque mis ancestros no eran brillantes? ¿Alguien piensa realmente que no conseguimos lo que queríamos porque no tenían el talento, la fuerza o el compromiso? Por supuesto que no. Fue porque no tenían una plataforma sobre la que sostenerse.
“Las frases tomadas por Biden despiertan dudas sobre hasta qué punto un candidato puede adaptar el lenguaje y las ideas de otra persona, independientemente de si lo recuerda o no”, escribió entonces Maureen Dowd. El hoy vicepresidentereconoció después que había visto las grabaciones del político británico, pero su campaña ya había quedado manchada.
Barack Obama
El supuesto plagio no fue tan directo pero sí mereció una explicación del entonces candidato a la presidencia. Las primarias demócratas avanzaban en 2008 entre acusaciones de Hillary Clinton hacia Obama por ofrecer “nada más que palabras”. “Si toda tu campaña consiste en palabras, entonces al menos deberían ser las tuyas”, dijo la senadora Clinton durante la campaña.
La aspirante le reprochaba así la falta de propuestas concretas. Obama había empeado en sus diferentes discursos varias frases del reverendo Martin Luther King o el expresidente John F. Kennedy que ya había utilizado Deval Patrick, el gobernador de Massachusetts, dos años antes. Obama explicó que el mismo Patrick se lo había recomendado, “pero debía haberle citado”.
Rand Paul
En 2013, el senador y candidato a la presidencia Rand Paul tuvo que defenderse por acusaciones de plagio tanto en sus discursos como en un libro. La periodista que detectó las copias fue Rachel Maddow, presentadora de un programa especializado en información política en la cadena MSNBC, aunque después Buzzfeed también le acusó de plagiar varias páginas de informes de prestigiosos think tanks en su libro “Government Bullies”. Paul se disculpó con el estilo que ha caracterizado toda su carrera política: dijo que debería haber citado las fuentes, pero que también le habían atacado “un puñado de hackers”.
Ben Carson
Es el caso más reciente. El neurocirujano convertido en político se “olvidó” de citar algunas fuentes en su libro America the beautiful, publicado el año pasado. Carson fue uno de los primeros aspirantes republicanos derrotados por Trump en la carrera hacia la Casa blanca.
“Intenté citar adecuadamente y reconocer todas las fuentes pero sin darme cuenta me olvidé de algunas. Pido disculpas. Estoy trabajando con mis editores para rectificar esta situación”, afirmaba un comunicado enviado a CNN después de que fuera detectado el plagio.
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