Un vídeo muestra cómo un alto funcionario kirchnerista oculta 9 millones de dólares en un convento
El exsecretario de Obras Públicas José López ingresa con bolsos llenos de dinero, toca el timbre y recibe ayuda de las monjas
José López llegó apenas pasadas las 3 de la mañana del 14 de junio al Monasterio Nuestra Señora del Rosario de Fátima, en las afueras de Buenos Aires, descargó de su auto y sin apuro bolsos con dinero, dejó en el suelo un arma larga y tocó pacientemente el timbre en el interior del convento. Minutos después, dos monjas abrieron la puerta y, como quien está al tanto de todo, metieron uno a uno los bolsos dentro del edificio. López ingresó luego al convento y se retiró casi dos horas después con una bolsa de bizcochos en la mano. Dejó olvidado el fusil. Esta ha sido la escena grabada por las cámaras de seguridad del convento, una prueba que contradice la secuencia de sorpresa, nervios y corridas que relató la hermana Inés, una de las dos religiosas que guardaron el dinero en el vídeo, cuando los policías que detuvieron a López le preguntaron detalles de la madrugada del escándalo.
José López esta hoy preso en una causa por enriquecimiento ilícito. Su figura se convirtió rápidamente en icono de supuestas maniobras de corrupción moldeadas al calor de la obra pública durante los 12 años en que gobernaron Néstor Kirchner y su esposa, Cristina Fernández de Kirchner. Los 9 millones de dólares que López intento esconder en el monasterio marcaron un antes y un después en la memoria pública del kirchnerismo. Ahora, el vídeo difundido en horario central por Telefé Noticias ha puesto en duda también la versión de las monjas sobre el incidente. La Justicia investigaba un hecho casi violento, con un López fuera de sí que irrumpe de madrugada ante dos mujeres sorprendidas en medio del sueño. “"Él (por López) le dijo a la madre (Alba) que había robado dinero para la casa de ejercicio y la madre le dijo 'si es dinero robado yo no lo quiero'", contó la hermana Inés hace un mes.
El fiscal federal que investiga a López, Federico Delgado, ha pedido que se cite a indagatoria a la religiosa, convencido de que sabe más de lo que cuenta y que podría ser responsable del delito de encubrimiento "La hermana Celia Inés Aparicio tomó los bolsos en sus manos con la naturalidad de quien colabora para ocultar un delito", escribió el fiscal en su pedido al juez Daniel Rafecas. "Las monjas no se limitaron a monitorear la llegada de López al convento, también lo recibieron y ayudaron a ingresar el dinero a la casa. Se manejaron con mucha tranquilidad teniendo en cuenta que a centímetros de la puerta había un fusil apoyado en el piso de la galería", agregó. El fiscal tiene además los detalles de 11 conversaciones telefónicas entre las religiosas y la esposa de López, María Amalia Díaz, durante la noche del incidente.
López no es una figura menor del kirchnerismo. Néstor Kirchner lo puso a cargo de la Obra Pública el 25 de mayo de 2003, el primer día de su Gobierno. Y allí se quedó hasta el 10 de diciembre de 2015, el último día Cristina Fernández. Una relación personal con Néstor lo encumbró desde la secretaría de Obras Públicas en 1991 en la ciudad de Río Gallegos, en Santa Cruz, hacia un puesto clave en el manejo del dinero a nivel nacional. Como segundo de Julio De Vido, otro superministro que también ocupó su cargo durante 12 años, controló el reparto del presupuesto oficial entre las empresas contratistas.
Con el fin del kirchnerismo. López decidió ocultar su dinero y eligió el mejor lugar posible. El Monasterio, del que era habitual, se encuentra en una zona residencial de casas quintas, con pocos vecinos. Hasta abril de 2015, el convento estuvo a cargo de monseñor Rubén Di Monte, muy cercano al anterior gobierno y ya fallecido. La Justicia quiere saber ahora de dónde sacó López los 9 millones de dólares que escondió en la noche.
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