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Las sospechas sacuden la alcaldía Nueva York

El alcalde, Bill de Blasio, se ve salpicado por cinco investigaciones simultáneas relacionadas con la financiación de campañas y regalos a cargos policiales

Amanda Mars
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, el jueves a la salida de un acto.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, el jueves a la salida de un acto.Mary Altaffer (AP)

Alex Lichtenstein se acercó al hombre equivocado el pasado abril. Lichtenstein, un voluntario del servicio de patrulla vecinal en un barrio judío ortodoxo de Brooklyn, en Nueva York, abordó a un policía para ofrecerle dinero a cambio de licencias de armas para sus clientes. Era, decía, algo que llevaba tiempo haciendo con otros agentes del cuerpo -con los que ahora había perdido el contacto- y le estaba sondeando como nuevo posible cómplice. El tipo resultó ser un poli bueno que acudió a servicios internos y tendió un trampa a Lichtenstein: en una reunión de trabajo grabada por la policía acabó cantando La Traviata, le ofreció 6.000 dólares de comisión por cada licencia de armas aprobada y contó que había logrado permisos de esta forma hasta 150 veces en el pasado.

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Y esta historia lleva al alcalde de Nueva York. Este caso de intento de soborno es una de las cinco investigaciones abiertas que afectan directa o indirectamente a Bill de Blasio, relacionadas principalmente con la financiación de campañas y que abarcan asuntos tan variopintos como la corrupción a cargos policiales o los polémicos coches de caballos de circulan por Central Park.

Ni de Blasio ni nadie de su equipo está encausado por delito alguno ni se ha puesto sobre la mesa hasta ahora ilegalidad en sus prácticas de captación de fondos hasta ahora, pero el caso –o los casos, habría que decir- sí ha colocado en el centro de la diana el modelo de financiación política en Nueva York, ese debate permanente entre lo legal y lo moral. Algunos procesos llevan meses, pero la tormenta no s ehabía desatados hasta pasadas las primarias del estado.

No es fácil encontrar en la historia reciente de la ciudad un alcalde que se haya visto envuelto en tantas investigaciones simultáneas. A De Blasio se le examina por su esfuerzo para ayudar a la campaña de los demócratas para el Senado del Estado, concretamente, para dilucidar si el alcalde ayudó a burlar los límites de las donaciones de particulares a candidatos: cuando estas se hacen a los comités de los condados, pueden ser mayores. La investigación se centra en si el alcalde pidió dinero a los donantes para deliberadamente hacérselo llegar a los candidatos al Senado a través de los comités, lo que sería una ilegalidad.

“Nos aplicamos los estándares de integridad más altos, todo lo hecho ahasta ahora ha sido legal y apropiado”, ha recalcado hasta ahora De Blasio. Este viernes, entrevistado en la cadena de radio pública de Nueva York, fue más allá: “Ahora la gente quiere cambiar las leyes, tengamos un debate coherente. Debatamos si no queremos permitir más los comités de los partidos o no tener contribuciones privadas. Me encantaría que las campañas se financiaran completamente con fondos públicos, hagámoslo”, retó, “pero aquí hay un doble rasero para los que siguen la ley y eso es visto como un problema, cuando no ocurre así en otros casos”.

Regalos a agentes y una entidad animalista

También ha salpicado a de Blasio el hecho de que dos empresarios que han colaborado en la captación de fondos con él (Jona Rechnitz y Jeremy Reichberg) estén investigados por dar suculentos regalos a altos cargos policiales, aunque no ha trascendido ninguna medida municipal o del cuerpo considerarse una contraprestación. La oficina del alcalde ha sido citada a declarar en el marco de este proceso. Y en una de las derivadas de esta investigación ha habido dos detenidos, la del tipo de Brooklyn que ofrecía sobornos cambio de licencias de armas y la del exdueño de un restaurante de Harlem vinculado a estos dos empresarios acusado de una estafa piramidal con la supuestamente sustrajo 12 millones de dólares.

Y por si faltara enredo, también está en la picota la relación de Blasio con Nyclass, una asociación que defiende los derechos de los animales y el civismo en la ciudad, y que es un donante importante del demócrata. El acalde, elegido en noviembre de 2013, se comprometió de prohibir los coches de caballos en Central Park aunque no lo ha logrado erradicar por la falta de apoyo en el consejo municipal. Y no falta quien ve un vínculo entre las donaciones de esta entidad y esa iniciativa, que Blasio defiende como ajena a un intercambio de favores.

No hay ninguna ilegalidad probada pero sí una tormenta colosal sobre de Blasio, un candidato muy progresista que ha hecho de la lucha contra la desigualdad en Nueva York su principal bandera. Es, además, un hombre experimentado en campañas, ya que dirigió la primera de Hillary Clinton al Senado. Las sospechas de irregularidades llueven sobre mojado en un estado históricamente muy castigado por la corrupción.

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press

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