Un derrumbe deja al menos cuatro recolectores de basura muertos en Guatemala
Las lluvias torrenciales de las últimas horas han provocado la tragedia
Uno de los barrancos que rodea la capital guatemalteca, convertido desde la década de los 50 del siglo pasado en el mayor basurero de la ciudad, fue el escenario este miércoles de una tragedia que se repite cada inicio de la época de lluvias: un deslave que cobró la vida de por lo menos cuatro personas; quince fueron recatadas por los cuerpos de socorro y trasladadas a un centro hospitalario y, según los reportes del Ayuntamiento, por lo menos cinco permanecen en calidad de “desaparecidos” bajo toneladas de desperdicios.
De acuerdo con un boletín de la Municipalidad de Guatemala, al filo de las 13:45 del miércoles se produjo un primer deslizamiento de tierras. Ante ello, las autoridades alertaron a los vecinos del sector, unas 1.000 personas que laboran buscando entre la basura cualquier objeto que pueda ser reciclable, para que se alejaran del lugar. No todos obedecieron y un medio centenar de ellos continuó con sus labores, que son su único medio de ingresos para la supervivencia.
Cinco minutos después, según el comunicado del Ayuntamiento, un derrumbe mayor sepultó, bajo toneladas de basura, a la gente que hizo caso omiso del aviso de prevención, con el saldo parcial de cuatro muertos, cifra que podría crecer cuando se reanuden, el jueves, las labores de rescate. Es una zona calificada como inestable y que, en los últimos años ha hecho que muchas tumbas del Cementerio General, la mayor necrópolis del país, haya perdido decenas de panteones ubicados en las orillas del barranco, al ser arrastrados por los deslizamientos.
Las labores de rescate se suspendieron a las cinco de la tarde por el peligro de nuevos deslaves y serán reanudadas mañana a primera hora, si la intensidad de las últimas lluvias permite a los socorristas trabajar sin exponer sus vidas.
El llamado relleno sanitario, en realidad un basurero sin mayor control, es un área de cerca de 50 hectáreas, en cuyos alrededores sobreviven, sin ninguna medida sanitaria, unas 30.000 personas sin más medio de supervivencia que lo que logren rescatar de la basura, incluyendo los desperdicios de los restaurantes, para muchos de ellos su principal, cuando no única, fuente de alimentos.
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