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La policía bloquea la reapertura del aeropuerto de Bruselas ante la falta de seguridad

Los sindicatos convocan una huelga si no se imponen más controles a pasajeros, maletas y vehículos

María R. Sahuquillo
El hall de salidas de Zaventem un día después de los atentados del 22 de marzo.
El hall de salidas de Zaventem un día después de los atentados del 22 de marzo.REUTERS

La policía del aeropuerto de Bruselas-Zaventem se opone a la reapertura del recinto, cerrado tras los atentados que el pasado 22 de marzo mataron allí al menos a 14 personas. Los principales sindicatos policiales del país denuncian graves problemas de seguridad en el aeródromo, a pesar de que, según las autoridades, está “técnicamente preparado" para volver a funcionar. Los cuerpos de seguridad exigen que se establezcan controles de personal y maletas previos a la entrada en el aeropuerto y la creación de una zona de seguridad de al menos 100 metros en torno al recinto que no podría traspasar ningún vehículo. Han convocado una huelga si las autoridades no acceden a estas medidas. Y por ahora no lo han hecho.

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Brussels Airport, la compañía estatal gestora del aeródromo, ha informado este jueves de que Zaventem está listo para volver a funcionar —aunque la principio y durante meses sólo lo haría al 20% de su capacidad— el próximo sábado. Sin embargo, su reapertura no parece posible sin el apoyo de la policía aeroportuaria. “Bajo estas circunstancias vemos muy difícil realizar nuestro trabajo”, aseguraron los cuatro sindicatos policiales este jueves tras una reunión con las autoridades.

La alerta de la policía no hace sino añadir más leña al fuego del debate sobre la vulnerabilidad de los aeropuertos, en entredicho tras los atentados del 22 de marzo, cuando dos terroristas se hicieron explotar en Zaventem  --otro yihadista hizo lo mismo en el metro de Maelbeek--. Mientras que los procedimientos que rigen en las instalaciones, una vez traspasados los controles de seguridad de metales y líquidos, están acordados en directivas comunitarias y son iguales para los 28 Estados miembros, los protocolos previos al embarque son competencia de las autoridades nacionales.

Y no hay señales de que el sistema vaya a modificarse. El Comité par la Seguridad de la Aviación Civil (Avsec) se reunió de manera extraordinaria este jueves para debatir sobre la protección de los aeropuertos. Una cita, convocada tras los ataques del 22-M, en la que no se ha llegado a ningún acuerdo.

Un hecho que lamenta la policía aeroportuaria belga, que ya había alertado de los problemas de seguridad en Zaventem antes del doble atentado de Bruselas, en el que murieron al menos 32 personas y casi 300 resultaron heridas —en el aeródromo y el metro—. “Que las autoridades no hayan reaccionado a las advertencias es, como se ha demostrado, un grandísimo error”, dice un portavoz del NSPV, que reclama que los 396 destacados en Zaventem son insuficientes para unas instalaciones por las que pasan unos 22 millones de pasajeros cada año. La misma reclamación que hace el SLFP, el sindicato policial mayoritario de los cuatro que hay, que sugiere que Brussels Airport prima el ahorro económico en vez de la seguridad del aeropuerto.

Radicales entre la plantilla de Zaventem

Las sindicales no han sido las únicas críticas sobre los graves problemas de seguridad de Zaventem. Una carta abierta enviada el miércoles a las autoridades y firmada personalmente por al menos un centenar de policías habla de graves deficiencias en el control de pasajeros y de maletas. Además, aseguran que el material y las armas con los que trabajan son antiguos y que las instalaciones están en una situación “desastrosa”. Y eso, dicen en la misiva en neerlandés que recoge el diario Het Belang van Limburg --Zaventem está en zona flamenca--, perjudica y limita su labor.

La carta también recoge afirmaciones inquietantes. Los firmantes aseguran que entre el personal del aeropuerto que gestiona los equipajes y las pistas no sólo hay personas “con graves antecedentes judiciales, a menudo por hechos criminales graves”, sino que también hay personas con “ideología radical”.

Vincent Gilles, presidente del sindicato SLFP, aseguró a la cadena de televisión RTL que la carta la han firmado los policías a título personal y que no se trata de una táctica en la negociación laboral con las autoridades, con las que la policía mantiene un pulso por las condiciones de trabajo y las competencias desde hace meses. En su entrevista con la RTL, Gilles deslizó que compañeros destinados en Zaventem le relataron que habían presenciado como algunos miembros del personal de equipajes jalearon los atentados del 13 noviembre en París, en los que murieron 130 personas.

Nueva operación antiterrorista

La Policía belga ha lanzado este jueves una nueva operación en el municipio de Courtrai (noroeste del país), en relación al plan de atentado desbaratado la semana pasada en Francia con la detención de Reda K.

El operativo realizado en la localidad de Marke se enmarca en la investigación abierta tras la detención hace una semana de Reda K. Argenteuil (Francia). La fiscalía ha informado de redadas en Marka pero no ha querido dar detalles sobre posibles detenciones.

Según informan medios locales, agentes de Policía y efectivos del Ejército han participado en una batida en una zona boscosa próxima a una estación de servicio, con la ayuda de detectores de metal.

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.

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