Detenido el autor del secuestro del avión de EgyptAir tras rendirse
El portavoz del Gobierno de Chipre confirma que el secuestrador aducía motivaciones personales
Las fuerzas de seguridad chipriotas han detenido al autor del secuestro de un vuelo de la compañía egipcia Egyptair, tras más de cuatro horas atrincherado en el interior del aparato con varios tripulantes y pasajeros extranjeros. El secuestrador, que amenazó con hacer estallar un cinturón de explosivos, ordenó a los pilotos modificar la ruta del Airbus 320, que iba de Alejandría a El Cairo, en Egipto, para dirigirse al aeropuerto internacional de Larnaca, en Chipre. Poco después de aterrizar, el individuo, identificado como Seif al Din Mustafa por los gobiernos de Chipre y de Egipto, accedió a liberar a la mayoría de los 56 pasajeros a bordo.
Tres horas después, el secuestrador, que abandonó el avión con las manos en alto, fue arrestado, según informó el Gobierno chipriota, que había señalado anteriormente que las motivaciones del hombre no eran de tipo político, sino personal. El ministerio de Aviación de Egipto ha confirmado que el cinturón de explosivos que presuntamente Mustafa llevaba adosado al cuerpo era falso.
El secuestrador del avión solicitó a las autoridades poder hablar con su exmujer, de nacionalidad chipriota y que actualmente vive en un pueblo situado cerca del aeropuerto, según la agencia de noticias AFP. Varios testimonios confirmaron que el secuestrador dejó caer una carta escrita en árabe dirigida a su exesposa.
De acuerdo con la televisión pública chipriota, Mustafa habría también solicitado la liberación de las presas políticas en Egipto. "Él no tenía una pistola ... Pero todavía no sabemos si su cinturón [con explosivos] es real o no, pero en aras de la seguridad de los pasajeros estamos tratándolo como si fuera real", declaró en una rueda de prensa Sherif Fathy, el ministro de Aviación de Egipto, que no quiso ofrecer ningún detalle sobre las peticiones del secuestrador. El despegue de un avión en dirección a Nueva York ha sido retrasado por razones de seguridad relacionadas con el secuestro, si bien los responsables del aeropuerto de El Cairo han declinado oferecer más detalles.
“Las negociaciones con el secuestrador han resultado en la liberación de todos los pasajeros, excepto la tripulación y cuatro extranjeros”, rezaba un mensaje publicado poco antes de las nueve en la cuenta oficial de Twitter de Egyptair. El Ministerio de la Aviación Civil egipcia detalló posteriormente que permanecían retenidos cuatro tripulantes y tres de los pasajeros extranjeros, mientras prosiguían las negociaciones con el secuestrador. Unas tres horas después, se les pudo ver escapando de la aeronave. La radio pública de Chipre informó que el secuestrador ha solicitado asilo en esta isla mediterránea. El aeropuerto de Larnaca ha sido cerrado al tráfico mientras se resuelve la crisis.
Negotiations with the Hijacker result in the release of all the passengers, except the crew and four foreigners.
— EGYPTAIR (@EGYPTAIR) March 29, 2016
Entre los pasajeros del avión secuestrado figuraban 21 extranjeros, de acuerdo con un comunicado del Ministerio de Aviación egipcio. De ellos, ocho eran estadounidense, cuatro británicos, otros cuatro holandeses, dos belgas y un francés. La aeronave despegó poco después de las 7.50 de la mañana, y su recorrido debía ser corto, pues tan solo unos 200 kilómetros separan las dos principales ciudades egipcias. Minutos antes de las nueve aterrizaba en Larnaca.
En un primer momento, se temió que el secuestro fuera una acción perpetrada por un grupo yihadista. Desde el golpe de Estado de 2013, Egipto padece el azote de una tenaz insurgencia de inspiración islamista, integrada por diversos grupos, entre ellos Wilaya Sina, la filial egipcia del autodenominado Estado Islámico. Este grupo, que ha llevado a cabo decenas de atentados en el país, reivindicó el atentado contra un avión civil ruso el pasado mes de octubre en la península del Sinaí en el que murieron las 224 personas a bordo, la gran mayoría turistas rusos.
Durante meses, el Gobierno egipcio se negó a abonar la tesis, suscrita por los servicios de inteligencia estadounidenses y rusos, de que la causa del siniestro había sido un atentado, e insistía en mantener abiertas todas las hipótesis, incluido un accidente. No obstante, en un discurso televisivo realizado el mes pasado, el propio presidente del país, el mariscal Abdelfatá al Sisi, reconoció finalmente que la aeronave fue abatida. Varias compañías internacionales cancelaron sus vuelos hacia la ciudad balnearia de Sharm el Sheij, de dónde había partido el avión siniestrado a causa de las dudas sobre las medidas de seguridad de dicho aeropuerto, asestando un duro golpe al sector turístico, uno de los puntales de la economía del país.
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