Bruselas pide más explicaciones a Polonia por sus leyes controvertidas
La Comisión Europea cuestiona las reformas de la función pública, la policía y la fiscalía
La Comisión Europea no está satisfecha con las explicaciones que le ha dado Polonia sobre sus leyes controvertidas. El vicepresidente Frans Timmemans ha vuelto a dirigirse al Gobierno ultraconservador de Beata Szydlo para reclamarle algunas precisiones sobre la reforma del Tribunal Constitucional, la que desató la alarma en Europa por el intento gubernamental de controlar este organismo. Timmermans, además, amplía las pesquisas a otros campos hasta ahora no investigados por Bruselas: la reforma de la función pública, de la policía y la fiscalía. “Le pediría amablemente que me informara sobre el estado y el contenido de estas reformas legislativas”, solicita con tiento —y algo de ironía— el número dos del Ejecutivo comunitario en una carta dirigida esta semana al ministro de Justicia, Zbigniew Ziobro.
La misiva, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, se envió el 1 de febrero, apenas tres semanas después de que la Comisión abriera por primera vez un procedimiento por posibles incumplimientos del Estado de derecho contra Polonia. Timmermans insiste al ministro en la conveniencia de entrevistarse con él para discutir sobre estas normas (algo que hasta ahora no ha ocurrido) y objeta las justificaciones que ha dado Varsovia sobre la reforma del Constitucional, que acorta los mandatos de los magistrados, cambia a algunos de ellos y eleva la mayoría necesaria para frenar leyes del Gobierno.
Nuevas normas para la policía
“Resolver la cuestiones relativas al Constitucional es importante para asegurar que cualquier inquietud respecto al Estado de derecho que pueda derivar de otras leyes recientes se pueda abordar de manera eficaz”, subraya Timmermans. Es decir, si el máximo órgano de garantías democráticas de un país no funciona, no podrá evaluar las posibles violaciones del Estado de derecho que se produzcan. Ese es, probablemente, el objetivo último del Gobierno polaco, dirigido en la sombra por el polémico Jaroslaw Kaczynski, que pretende revertir el camino andado por su país hacia los estándares europeos.
Fuentes comunitarias consideran que este será el verdadero caballo de batalla de la Comisión frente a Polonia. Aunque la ley de medios que refuerza el control sobre los medios públicos inquieta a la UE, estas fuentes reconocen que la UE tiene muchos menos instrumentos para rebatirla. Pese a todo, el vicepresidente comunitario se adentra en otros terrenos pantanosos de normativas ya en marcha o en discusión. Timmermans se interesa por las posibilidades que tendrán de recurrir a la justicia los afectados por la ley de la función pública, que elimina la obligación de concurso para los puestos de responsabilidad y los deja a la designación directa del Ejecutivo. También cita la reforma de la policía, que eleva los poderes de las fuerzas de seguridad para rastrear las comunicaciones de los ciudadanos, la de la fiscalía y el segundo proyecto para reformar los medios, que tendrá mucho más alcance que la primera ley de medios, ya contestada por la UE.
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