Ejecutado un salvadoreño en el Estado de Virginia
La escasez desde hace años del componente que seda al condenado a muerte lleva a los Estados a prácticas que rozan la ilegalidad
Hasta último momento los abogados del salvadoreño Alfredo Prieto, de 49 años, intentaron detener la ejecución, pero las cortes dijeron lo contrario y a las 21.17 (hora local) del jueves murió por la administración de una dosis de un poderoso anestésico que Texas entregó a Virginia; una decisión que marca un nuevo precedente frente a la escasez de medicamentos para realizar ejecuciones.
Prieto fue condenado por los asesinatos de Rachel Raver y Warren Fulton ocurridos en 1988, en el condado de Fairfax. También fue juzgado por otro crimen en California y su ADN se ligó a otros seis casos. Se le ha catalogado como un asesino en serie.
La noche del jueves su historia llegó al fin y recibió la inyección letal en el Centro Correccional Greensville. “Me gustaría dar las gracias a mis abogados, a todos quienes me apoyaron y a los miembros de mi familia. Terminemos con esto”, dijo Prieto en su declaración final.
Hasta último momento sus abogados buscaron recursos para detener la ejecución. Texas entregó Pentobarbital a Virginia recientemente y la defensa de Prieto calificó la movida como inadmisible.
“No sabemos si Virginia y Texas conocen información pertinente sobre la farmacia de fórmula magistral, incluyendo su capacidad de hacer estéril una droga inyectable, sus antecedentes en relación a drogas defectuosas o incidentes adversos e incluso el origen de las materias primas que utiliza”, aseguraron en una declaración los abogados de Prieto, Rob Lee y Elizabeth Peiffer.
Pero en la audiencia realizada el jueves por la tarde el juez federal Henry E. Hudson decidió seguir adelante con la ejecución. Esto dejó un fuerte precedente respecto a la práctica de compartir medicamentos para inyecciones letales en Estados Unidos.
La escasez de compañías y farmacias dispuestas a confeccionar los fármacos usados en las ejecuciones es un problema antiguo y en crecimiento. Pentobarbital ha sido utilizado en 14 estados incluyendo Alabama, Delaware y Florida, entre otros.
El mercado de prisiones comenzó a usarlo en 2009, cuando ya no pudieron obtener otra combinación de fármacos para la inyección letal: Tiopentato de Sodio, Bromuro de Pancuronio y Cloruro de Potasio.
Los fabricantes dejaron de producir los químicos o prohibieron su uso para ejecuciones y ahora está ocurriendo lo mismo con Pentobarbital. Frente a la escasez, Texas se las arregló para obtener el anestésico de una farmacia de fórmula magistral, pero se ha negado a difundir su nombre y ubicación.
Jason Clark, portavoz del Departamento de Justicia Criminal de Texas explicó a EL PAÍS que el Estado le dio tres viales de pentobarbital al Departamento Correccional de Virginia. Además mencionó que examinaron el medicamento por potencia y pureza. Expira en abril de 2016.
Clark detalló que en 2013 Virginia le dio Pentobarbital a Texas como medicamento de respaldo para una ejecución, según lo demandó una orden de la corte. “Los fármacos no se usaron, a principios de este año funcionarios de Virginia se acercaron a la agencia y en reciprocidad les dimos tres viales de Pentobarbital, obtenidos legalmente de una farmacia. No hemos dado fármacos compuestos a ningún otro estado. La ley de Texas prohíbe que el Departamento de Justicia Criminal publique la identidad del proveedor”, comentó.
A diferencia de Texas, Virginia usa un protocolo de tres fármacos en su inyección letal que incluye Pentobarbital, Bromuro de Pancuronio y Midazolam. Esta semana el proveedor del segundo químico, la compañía Mylan, ordenó al estado que le devolviera su suministro.
El lunes pasado el gobernador de Virginia Terry McAuliffe negó un alivio temporal para Prieto que le hubiera permitido ser transferido a California, donde sus abogados esperaban alegar que su caso no calificaba para la pena de muerte, por discapacidad intelectual.
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