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Israel revive una historia de película

Netanyahu asiste junto a otros líderes al estreno del filme 'Sabena', que narra la intervención que puso fin a un secuestro aéreo en la que participó como militar en 1972

Juan Carlos Sanz

Solo faltaba Moshé Dayan con su parche en el ojo en la sala del Cinema City de Jerusalén. Dos ex primeros ministros israelíes —Simón Peres y Ehud Barak— y el actual jefe de Gobierno, Benjamín Netanyahu, asistieron la noche del martes al estreno de la película Sabena, un docudrama para televisión que narra la intervención para poner fin al secuestro en 1972 de un avión de la compañía aérea belga en las pistas del aeropuerto de Tel Aviv.

Dayan, que falleció en 1981, era el ministro de Defensa que dirigió con firmeza la operación junto con el entonces titular de Transportes, Simón Peres. Barak estaba al frente de la unidad de comandos Sayeret Matkal, que intervino para liberar al centenar de rehenes del vuelo 571, retenidos a bordo por el grupo Septiembre Negro bajo la amenaza de hacer estallar el aparato si no eran liberados unos 300 presos palestinos internados en las cárceles israelíes. Netanyahu, que encabezaba un pelotón de los comandos, fue el único militar que resultó herido en el tiroteo, en el que perdieron la vida dos de los cuatro secuestradores y una pasajera.

Cuarenta y tres años después, varios de los protagonistas reales de los hechos han revivido su dramática experiencia en Sabena, que incluye imágenes de la época y entrevistas con varios de los protagonistas reales, como los tres políticos citados, soldados y pasajeros. La película recoge también el testimonio de Therese Halsa, una de las terroristas que sobrevivió y que fue condenada a cadena perpetua antes de ser liberada en un intercambio de prisioneros tras cumplir 13 años de cárcel.

“Fue la primera operación de este tipo llevada a cabo en el mundo”, recordó tras la proyección Barak, que llegó a ser jefe del Estado Mayor del Ejército, en un breve debate celebrado en la misma sala. El ex primer ministro laborista apostilló: “Cuando se trata con terroristas, el fin siempre justifica los medios”.

A lo largo de las secuencias de Sabena se reflejan las estratagemas de Dayan para sorprender al comando de Septiembre Negro. Primero ordenó desactivar el sistema hidráulico del aparato para que no pudiera volver a despegar e hizo creer a los secuestradores que se trataba de un fallo técnico. Después, les convenció de que Israel aceptaba sus condiciones y aceptaba liberar a los presos palestinos para enviarlos a Egipto, y se ofreció a enviar, con la mediación de la Cruz Roja, un equipo de técnicos para reparar la avería.

Cuando los 16 miembros de la fuerzas especiales israelíes disfrazados con el mono blanco de los operarios del aeropuerto se dirigían hacia el aparato, los secuestradores exigieron que fueran cacheados por el delegado de la Cruz Roja en Israel.

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— “Estos mecánicos llevan pistolas. No pueden subir a bordo”, le comunicó por radio el mediador suizo independiente a Dayan, según el documentado relato de la película.

— “Yo asumo toda la responsabilidad. Sé lo que me hago”, le ordenó el general para que les permitiera seguir hacia el avión.

Por encima de las escenas de acción en el clímax final del asalto al avión y la liberación de los prisioneros, del metraje de Sabena se desprende un cierto poso de humanidad, como cuando muestra a algunos de los secuestradores intentando ayudar a una embarazada y a un enfermo.

“Esta película refleja la determinación de Israel de defenderse a sí mismo”, concluyó Netanyahu el debate tras la proyección. “Si se vuelve a presentar un caso como el de Sabena, volveremos a hacerlo”, remachó entre aplausos.

 

Bibi disfruta del estrellato

Frente al peso histórico de Simón Peres, galardonado con el Nobel de la Paz, y la hoja de servicios de generales como Isaac Rabin y Ehud Barack, Benjamín Netanyahu solo cuenta en su historial con un apunte legendario: el rescate del vuelo de Sabena. El actual primer ministro israelí parecía complacido en la premiére de Sabena disfrutando del estrellato. Aunque su presencia en la película es marginal al inicio del filme, según avanza la cinta sus intervenciones —tanto en imágenes históricas, como en la acción del personaje que le representa en la reconstrucción de los hechos o en forma de entrevista documental en el momento actual— llegan a acaparar la pantalla en los minutos finales.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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