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Reino Unido endurece su discurso contra la inmigración ilegal

Cameron, acusado de utilizar un lenguaje "deshumanizador", dice que el país no será un "refugio seguro" para los migrantes de Calais

Pablo Guimón
Un gendarme ante un grupo de migrantes en Calais.
Un gendarme ante un grupo de migrantes en Calais.P. HUGUEN (AFP)

El primer ministro británico, David Cameron, ha advertido de que los inmigrantes irregulares serán expulsados de Reino Unido “para que la gente sepa que no es un refugio seguro”. Desde Vietnam, una de las etapas de su visita oficial al sudeste asiático, Cameron ha dicho que la situación es “muy complicada” porque hay “un enjambre de personas que cruza el Mediterráneo en busca de una vida mejor”. La utilización de la palabra “enjambre” -que también tiene un sentido figurado de multitud o muchedumbre- ha sido criticada por el Refugee Council, organización que trabaja con refugiados en Reino Unido, “como un lenguaje horrible y deshumanizador para un líder mundial”. También Andy Burnham, uno de los candidatos a liderar el Partido Laborista, ha tachado el término empelado por Cameron de “vergonzoso”.

Mientras tanto, en Calais, al norte de Francia, centenares de inmigrantes volvían a juntarse, por tercera noche consecutiva, junto a las vallas de la terminal de carga del túnel que atraviesa el Canal de la Mancha. En lo que va de semana, ha habido más de 3.500 intentos de atravesar la valla y acceder al túnel. Nueve personas han fallecido en este mes, el último de ellos un ciudadano supuestamente sudanés, de entre 25 y 30 años, que perdió la vida arrollado por un camión el martes por la noche.

Cameron ha confirmado el envío por parte de Francia de 120 agentes de policía más a la zona y el compromiso de Reino Unido de destinar más dinero a la seguridad en las vías. “Necesitamos proteger nuestras fronteras trabajando mano a mano con nuestros vecinos franceses, y eso es exactamente lo que estamos haciendo”, ha dicho el primer ministro. “Debemos tratar el problema desde su origen y eso significa impedir que tanta gente cruce el Mediterráneo en busca de una vida mejor. Significa tratar de estabilizar los países de los que vienen, y significa también romper el vínculo entre viajar a Europa y obtener el derecho a quedarse”.

Según Eurotunnel, la empresa que gestiona los trenes que atraviesan el canal, el servicio de pasajeros ha recuperado su frecuencia normal, después de días de severos retrasos. El tráfico rodado en Kent, en el lado británico del canal, continúa complicado, y lo seguirá estando previsiblemente durante el fin de semana, debido a la habilitación de espacio en la carretera para que aparquen los camiones que se dirigen al túnel. “Haremos todo lo que podamos hacer para asegurarnos de que nuestras fronteras son seguras y de que los veraneantes británicos pueden irse de vacaciones”, ha dicho Cameron en Vietnam.

Más políticos británicos se han unido a Nigel Farage, líder del partido antieuropeo UKIP, en pedir al Gobierno que despliegue al Ejército en Calais. “Necesitamos ser más que los que tratan de cruzar si queremos controlarlos”, ha dicho el diputado conservador David Davies. También se ha pedido la intervención del Ejército desde las páginas de los tabloides. Pero Theresa May, ministra del Interior, ha insistido en que la prioridad es reforzar las vallas de seguridad.

El diputado conservador por Kent, Charlie Elphike, ha dicho que considera que Francia no está haciendo los suficiente para controlar los túneles. Desde organizaciones de defensa de los derechos humanos francesas se critica que se haya convertido a Francia en el brazo policial de la política migratoria británica. Tras el cierre del campo de refugiados de Sangatte, Londres y París firmaron en 2003 un tratado que permite a los agentes británicos revisar los pasaportes en suelo francés, antes que cruzar el túnel, trasladando de hecho a Francia los controles fronterizos británicos e impidiendo a los inmigrantes ilegales llegar a suelo británico para pedir asilo.

David Cameron ha reiterado su compromiso de garantizar “que sea menos fácil para los migrantes ilegales quedarse en Reino Unido”. “Por eso hemos legislado recientemente para asegurarnos de que no puedan obtener un carné de conducir, no pueden alquilar una casa, no puedan abrir una cuenta bancaria, y expulsaremos a más migrantes ilegales de nuestro país para que la gente sepa que no es un refugio seguro una vez estás aquí”, ha añadido.

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Sobre la firma

Pablo Guimón
Es el redactor jefe de la sección de Sociedad. Ha sido corresponsal en Washington y en Londres, plazas en las que cubrió los últimos años de la presidencia de Trump, así como el referéndum y la sacudida del Brexit. Antes estuvo al frente de la sección de Madrid, de El País Semanal, y fue jefe de sección de Cultura y del suplemento Tentaciones.

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