Merkel gana apoyos en su partido para que respalde el acuerdo
La propuesta de Schäuble de un 'Grexit' temporal aviva el malestar en los socialdemócratas
La posibilidad de conceder nuevas ayudas a Grecia ha generado en los últimos meses un malestar evidente en la sociedad alemana y en el partido democristiano de Angela Merkel. Pero el pacto alcanzado en la mañana del lunes, en el que Berlín impuso a Atenas casi todas sus condiciones, parece haber restado fuerza a las resistencias en la CDU. Los socialdemócratas, que Gobiernan con Merkel, aplaudieron el acuerdo, que calificaron de “justo”, pero criticaron la iniciativa de ofrecer a Grecia una salida temporal del euro que el ministro Wolfgang Schäuble llevó el sábado al Eurogrupo.
Merkel ya notó el peso de la oposición interna el pasado mes de febrero, cuando 29 diputados democristianos dijeron no y 100 expusieron sus dudas sobre la prórroga a Grecia que pedía el partido. Desde entonces, las voces críticas han hablado cada vez con más fuerza. Pero fuentes parlamentarias se mostraban ayer confiadas en que los diputados de la CDU den el próximo viernes un amplio respaldo al acuerdo.
“Los que saben con cuánta fuerza han negociado Merkel y Schäuble en Bruselas tendrán que reconocer su trabajo. No me puedo imaginar que muchos de nuestros diputados digan no”, dijo Armin Laschet, vicepresidente de la CDU. Horst Seehofer, líder de los socialcristianos bávaros, también mostró ayer su apoyo a la canciller. Fueron pocos los diputados críticos que ayer insistieron en que votarían en contra.
Merkel tiene a su favor su condición de líder indiscutible del partido. Los diputados saben que, hoy por hoy, su jefa es la única que garantiza sus posibilidades de éxito electoral. Su fortaleza en las encuestas es más importante que campañas como la del diario sensacionalista Bild, cuyo director, Kai Diekmann, sugirió este fin de semana que el ministro Schäuble, muy popular por su dureza frente a Grecia, sería un mejor canciller. También le favorece el hecho de que el Bundestag concederá el viernes tan solo un mandato para comenzar a negociar, no un sí definitivo a un plan de ayudas. “Puede ser que el apoyo en el SPD sea mayor que en la CDU, pero Merkel no debe temer por su mayoría”, asegura Josef Janning, analista del think-tank ECFR.
Las negociaciones con Grecia han colocado al vicecanciller y líder de los socialdemócratas, Sigmar Gabriel, en una situación complicada. La propuesta de Schäuble de que Grecia saliera del euro durante un periodo mínimo de cinco años, que contaba con el apoyo de Merkel, ha sido muy criticada en el SPD.
Gabriel, que en las últimas semanas ha sido más duro con Grecia que la propia Merkel, añadió unos grados de confusión durante el fin de semana: primero aseguró que conocía la propuesta, y al día siguiente dijo que no estaba de acuerdo. El líder socialdemócrata dio en un principio la impresión de que estaba de acuerdo con el Grexit [salida de Grecia del euro] temporal —lo que soliviantó a muchos en su partido— y ahora mantiene que nunca lo apoyó —lo que genera dudas sobre la unidad en el Gobierno—.
“La propuesta de Grexit ha llevado a Europa al borde de la división”, tuiteó Carsten Schneider, número dos del grupo parlamentario socialdemócrata. La oposición de Die Linke (La Izquierda) acusó a Schäuble de ser “un talibán de los recortes” que actúa como “el sepulturero del euro”.
La dureza alemana ha tenido otras repercusiones negativas. La imagen de la economía más poderosa de Europa apretando los tornillos al máximo a un país pequeño en serias dificultades ha despertado en los medios y en las redes sociales una oleada de solidaridad con Grecia. El hashtag de Twitter #ThisIsACoup, que sugería que Merkel en realidad trataba de acabar con un Gobierno democráticamente elegido, fue trending topic en distintos países del mundo.
Publicaciones internacionales como The New Yorker publicaron titulares como “Grexit: una propuesta indecente de Alemania”; y el alemán Der Spiegel consideró que lo ocurrido en Bruselas en la noche del domingo al lunes fue “un catálogo de crueldades”. El portavoz de Merkel refutó en la mañana del lunes estas acusaciones y se defendió con el argumento de que las mismas políticas que Berlín impulsa ahora en Grecia han funcionado bien en otros países que han recibido un programa de ayudas.
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