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El FMI calcula que Grecia necesita 51.900 millones más y quita de deuda

El organismo admite que las finanzas del país son dudosamente sostenibles incluso cumpliendo todas las exigencias de la troika

Alicia González
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, a su llegada el pasado domingo a la reunión del Eurogrupo
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, a su llegada el pasado domingo a la reunión del EurogrupoEFE

El Fondo Monetario Internacional (FMI) vino a justificar este jueves las posiciones del Gobierno griego al asegurar que la deuda del país es insostenible y que una quita es casi inevitable. El Fondo sentó las bases de un tercer rescate al país al cifrar las necesidades de financiación del país en 51.900 millones de euros, de los que Europa debería aportar 36.000 millones. Una recomendación que llega dos días después de que el Gobierno de Atenas incumpliera sus pagos con el Fondo y a dos días de que se celebre un referéndum sobre los planes de ajuste.

“No me escuche a mí, que soy el ministro de Finanzas de un partido radical de izquierdas. Escuche al FMI”. En una entrevista con Bloomberg, Yanis Varoufakis, se escudaba en el informe que horas más tarde publicó el Fondo Monetario para justificar el rechazo del Gobierno de Atenas a cualquier acuerdo con los acreedores que no contemple una reestructuración de las deudas.

De hecho, el propio organismo admite que las finanzas de Grecia son prácticamente inviables, incluso cumpliendo el programa que estaba en vigor hasta el pasado martes: “los riesgos para la sostenibilidad de la deuda eran muy significativos”. En concreto sostiene que si el crecimiento es menor del 1% (creció el 0,1% en el primer trimestre) o el superávit primario [saldo antes del pago de los intereses de la deuda] es inferior al 2,5% del PIB (fue del 1,7% en 2014) “sería necesaria una quita de deuda”, así como otorgar un periodo de gracia de 20 años a las deudas existentes y extender la vida de los créditos en vigor hasta los 40 años.

Con su informe, el Fondo avala la tesis del gobierno griego de que la deuda es insostenible

La parte del informe que ignoró Varoufakis fue en la que el Fondo critica los cambios introducidos en las políticas económicas desde principios de año, cuando llegó al poder el actual Gobierno, y que “han provocado un aumento sustancial de las necesidades financieras del país”. Como ejemplo cita que las facturas pendientes de pago por parte de la administración pública rondan los 7.000 millones de euros.

Según el FMI, hasta finales de 2018 las necesidades de financiación de Grecia ascienden a 51.900 millones de euros, “lo que requerirá una nueva aportación europea de, al menos, 36.000 millones de euros durante ese periodo”. Como el informe se realizó antes de que expirara sin acuerdo la prórroga del segundo rescate, esa cuantía no incluye los 7.200 millones de euros que no han sido desembolsados de aquel acuerdo, ni los 1.600 millones adeudados desde el martes al Fondo ni el impacto del corralito bancario. De esta forma, las necesidades de financiación del país superarían los 60.000 millones de euros.

"No me escuche a mí, que soy un radical de izquierdas. Escuche al FMI", dice Varufakis

Las normas de funcionamiento del Fondo le impiden asumir una quita, ya que mantiene un estatus de acreedor preferente. Eso significa que su recomendación debería aplicarse únicamente sobre la deuda que Grecia mantiene con las instituciones europeas, sus mayores acreedores [ver gráfico adjunto]. A día de hoy el Fondo tampoco podría participar en un tercer rescate a Grecia. Sus reglas le impiden prestar nueva ayuda financiera a un país que mantiene una deuda pendiente de pago con el organismo, como sucede en el caso de Grecia desde el pasado martes.

El informe es un reconocimiento implícito al fracaso de los planes de rescate para Grecia durante esta crisis y en los que ha participado activamente el organismo, que controla Estados Unidos. Ya en 2013 el Fondo reconoció que había sido un error aplazar hasta 2012 una quita de la deuda que entonces estaba en manos privadas, cuando se produjo el primer rescate, y que había subestimado el impacto de las políticas de austeridad sobre la economía.

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Sobre la firma

Alicia González
Editorialista de EL PAÍS. Especialista en relaciones internacionales, geopolítica y economía, ha cubierto reuniones del FMI, de la OMC o el Foro de Davos. Ha trabajado en Gaceta de los Negocios, en comunicación del Ministerio de Economía (donde participó en la introducción del euro), Cinco Días, CNN+ y Cuatro.

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