Cameron advirte de que no quiere un Reino Unido controlado por la UE

El primer ministro británico, David Cameron, se ha mostrado "satisfecho" tras la última cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea (UE) que se ha celebrado este jueves y viernes en Bruselas. Uno de los temas en la agenda —aunque eclipsado por la estrategia de inmigración y el encallamiento de las negociaciones entre Grecia y sus acreedores— ha sido el referéndum de Gran Bretaña sobre la permanencia en la UE que se celebrará antes de que termine 2017. "Quiero una Gran Bretaña dentro de Europa, no controlada por Europa", ha señalado el jefe del Ejecutivo británico.

Soberanía, justicia, crecimiento e inmigración. Son estos cuatro puntos los que Cameron pretende empezar a renegociar con los dirigentes de la UE quienes, según él, han recibido la propuesta de manera "respetuosa". Ayer por la noche, sin embargo, ya advertían: "Los valores de la UE no se negocian", explicó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

Cameron ha insistido en que fueron los ciudadanos británicos los que le dieron el mandato de renegociar la permanencia del país en la UE a través de su reelección como primer ministro en los pasados comicios de mayo de este año. Para alcanzar sus objetivos antes de 2017, Cameron ha prometido presentar un plan en el Consejo Europeo de diciembre de este año. "Es importante conseguir una renegociación en el Tratado con la UE y después celebrar el referéndum", declaró, aunque más tarde reconoció que iba a ser una labor "difícil".

Cameron, haciendo alarde de la "frustración" de los ciudadanos británicos por la relación histórica del país con la UE, ha reclamado una devolución de soberanía para Gran Bretaña y ha explicado que la UE ostenta demasiadas competencias que deberían ser del Gobierno nacional.

El líder conservador ha explicado también, tras el segundo día de cumbre, que hay que encontrar la manera de mantener un equilibro "justo" entre la Europa del euro y la Europa que aún no comparte la moneda única. "Necesitamos un espacio de crecimiento, de innovación y de empleo común y equilibrado".

El líder británico, que se ha solidarizado con los familiares de las víctimas de la oleada de atentados islamistas en Francia, Túnez y Kuwait, ha explicado que es fundamental un aumento de control en sus fronteras. Además, ha dicho que está convencido de que Gran Bretaña no debe entrar en el espacio común Schengen.

Durante esta última cumbre de dos días, los Veintiocho han abordado —y aceptado— un reparto de cuotas voluntario de inmigrantes (sirios y eritreos) que hayan llegado a Ias costas italianas y griegas. "El hecho de que Gran Bretaña se oponga [al sistema de cuotas] no quiere decir que no haga nada al respecto", declaró para después explicar cómo el país contribuye en operaciones de vigilancia y rescate en el mar Mediterráneo en el marco de Frontex, la agencia europea de vigilancia en fronteras.