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Holanda pide disculpas a las familias de tres víctimas de Srebrenica

Las familias calificaron en 2014 de “insulto” los 20.000 euros ofrecidos para cada uno La cifra definitiva no ha trascendido

Isabel Ferrer
Familiares de las víctimas de la matanza de Srebrenica de 1995.
Familiares de las víctimas de la matanza de Srebrenica de 1995.Anadolu Agency (Getty)

El Gobierno holandés ha pedido formalmente disculpas a los familiares de tres víctimas de Srebrenica. Los muertos son el padre y del hermano de un traductor, que sobrevivió a la matanza, y un electricista. Los dos trabajadores ayudaron en 1995 a los cascos azules destacados en la ciudad bosnia. Las tres víctimas murieron junto con cerca de 8.000 varones musulmanes tras la toma de Srebrenica por parte del entonces general Ratko Mladic. A pesar de que disponían de un pase para moverse por el recinto ocupado por los soldados, que debían protegerles, no recibieron un salvoconducto. Cuando la plaza cayó en manos del Ejército serbio, fueron abandonados a su suerte. Este jueves, Jeanine Hennis, ministra de Defensa, ha reconocido que no debió haber sido así. Aunque ya se había disculpado personalmente, las excusas figuran ahora en la nota oficial colgada en la página web de su departamento.

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El año pasado, el Gobierno de La Haya ofreció 20.000 euros de indemnización a cada uno de los parientes. Estos calificaron la suma de “insulto” y el caso quedó paralizado. La cantidad definitiva no ha trascendido, pero asciende a “varias decenas de miles de euros”. Liesbeth Zegveld, abogada de los afectados, ha reconocido que sus clientes se sienten, por fin, reconocidos.

“La pena es que todo esto haya durado tanto tiempo. Ha sido agotador. Una cosa en demandar al Estado holandés por la muerte de estas personas en Srebrenica. Otra muy distinta, negar que fueran sacados [del perímetro de los cascos azules] y entregados a las tropas serbias. Hemos esperado mucho para oír que así fue”, ha dicho la letrada. El Tribunal Supremo consideró responsable en 2012 al Estado de la muerte de los tres musulmanes bosnios y ordenó una compensación. El problema es que la cantidad debía calcularse en virtud de las sumas barajadas, en un caso similar, por la justicia de Bosnia. “Un golpe bajo”, según dijo entonces Zegveld.

Husan Nuhanovic, el traductor, que vio morir además a su madre, y la familia de Rizo Mustafic, el electricista, interpusieron la primera demanda contra Holanda en 2002. Hasta 2013, el Gobierno mantuvo que sus soldados habían actuado adecuadamente en Srebrenica. Participaban, además, en una misión coordinada por Naciones Unidas. Cuando el Supremo dio la razón a las familias bosnias, Defensa recurrió. El ministerio perdió la apelación ese año y ha tardado desde entonces en cerrar el monto de la reparación.

En 2007, el Tribunal Internacional de Justicia de la ONU (TIJ) calificó de genocidio la muerte de los 8.000 hombres musulmanes bosnios en Srebrenica. Al mismo tiempo, absolvió a Serbia de responsabilidad legal y de complicidad en lo ocurrido. Según los jueces, no se pudo probar “que los dirigentes de la desaparecida República Federativa de Yugoslavia lo hubieran planificado”. Sí criticó a Belgrado por no haber hecho nada por evitar la matanza. El próximo 11 de julio se cumple el 20 aniversario de la tragedia.

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