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Protestas en el mayor festival de China para comer carne de perro

Grandes críticas contra la tradición de comer can, en la celebración del solsticio en Yulin

Dicen los residentes de la ciudad de Yulin que la combinación entre la carne de can y los lichis es buena para la salud cuando el calor y la humedad acecha. Sin embargo, el festival que se organiza cada año en esta ciudad coincidiendo con el solsticio de verano, en el que se comen ambos "manjares", suma cada vez más detractores en una sociedad en la que los perros están ya considerados más una mascota que carne para estofado. Muchos críticos pero también partidarios de la tradición viajaron el domingo y lunes hasta Yulin para apoyar su causa durante uno de los eventos más polémicos del año en China.

"Hay todo tipo de normas culturales sobre lo que uno puede comer. Tú comes pavo, ¿no? ¿Por qué tratas entonces de obligarnos a que no comamos perro? Es una carne como cualquier otra", le espetó uno de los participantes del festival a un activista que se desplazó hasta Yulin, según informa el periódico China Daily. Más de una veintena de defensores de los derechos de los animales desplegaron pancartas contra la tradición ante el Ayuntamiento para pedir su fin, pero "varios hombres sin identificar" se apresuraron a desmantelar la protesta.

A pesar de que no hay cifras oficiales sobre el evento (las autoridades de la ciudad se han desvinculado de él por la fuerte polémica que suscita en todo el país) se calcula que durante los dos días de festival se sacrifican unos 10.000 canes. Organizaciones de protección de los animales aseguran que los perros son sometidos a una crueldad extrema antes de pasar por el matadero y que muchos de ellos son robados para satisfacer la enorme demanda de carne durante estos dos días. Ante tales denuncias y la presión de la opinión pública -millones de mensajes en Weibo, el Twitter chino, han pedido la cancelación del Festival este año-, el Gobierno municipal prometió aplacar las prácticas de maltrato animal y castigar a aquellos vendedores que ofrecieran canes robadas.

Según explicaron varios activistas a la prensa local, sin embargo, no parece que las costumbres cambiaran radicalmente en la edición de este año: "Un hombre aporreaba sistemáticamente a los perros dentro de una jaula...los animales gritaban y trataban de escapar. Era realmente desgarrador", explicó Adam Parascandola, director de Humane Society International. También dijo estar "impresionado" por la gran variedad de razas de canes en los mercados y aseguró haber visto algunos de ellos con collar.

Yang Xiaoyun, de 65 años, oriunda de la ciudad de Tianjin y férrea defensora de los animales, viajó hasta Yulin y compró un centenar de perros en el mercado por 7.000 yuanes (unos 1.000 euros) para evitar que fueran sacrificados, según informa la prensa china. No es la primera vez que Yang recorre más de 2.500 kilómetros para salvar a decenas de canes: el año pasado ya se hizo con 350. Todos ellos son cuidados en un centro que ella misma gestiona en su localidad natal.

La práctica de comer perro en China sigue disminuyendo año tras año en el este y sur del país, lugares donde tradicionalmente se ha consumido la carne de este animal. En 2011, la ciudad de Jinhua (situada en la provincia oriental de Zhejiang) canceló un festival similar de más de 600 años de historia tras la fuerte oposición de la opinión pública. Algunos vendedores de Yulin aseguraron este año haber notado un bajón de ventas en comparación con otras ediciones. Sin embargo, no parece que la costumbre vaya a ser fácil de erradicar: las búsquedas más frecuentes relacionadas con la carne de perro en Baidu -el equivalente de Google en China- se preguntan cómo cocinarla.

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