Una película sobre prostitutas divide a Marruecos
El Gobierno islamista prohíbe el film de un director marroquí antes de que solicite permiso para estrenarlo en el país
Ha bastado la difusión por Internet de cinco extractos de seis minutos pertenecientes a una película sobre cuatro prostitutas en Marrakech para que ardan las redes sociales, para que las juventudes del principal partido opositor, el conservador Istiqlal, se manifiesten ante el Parlamento reclamando su censura, para que se cree una página en Facebook -que ya cuenta con miles de seguidores- donde se pide la muerte del director y la actriz protagonista. En medio de ese escándalo, una delegación del Centro Cinematográfico Marroquí acudió al Festival de Cannes para ver la película y recomendó su prohibición. Y el lunes por la noche el ministerio de Comunicación anunció que las “autoridades competentes” prohibían su difusión en Marruecos.
La obra se titula Much loved. Su director es Nabil Ayouch, de 46 años, uno de los más aclamados en el país, ganador en 2012 de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, con Los caballos de Dios, inspirada en los atentados suicidas de Casablanca en 2003. Antes de comenzar el rodaje entrevistó en Marrakech durante un año a más de 300 prostitutas. Las razones que alega el Gobierno del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD) para prohibir su difusión es que la obra “comporta un grave ultraje a los valores morales y a la mujer marroquí, además de un atentado flagrante contra la imagen de Marruecos”.
Much loved se acaba de exhibir en el Festival de Cannes, donde no ha despertado mucho entusiasmo. También hay críticos que ensalzan el retrato de una realidad "sin adornos", aunque "tierno y digno". En cualquier caso, en Marruecos casi no se habla de otra cosa. Ayouch ha declarado desde Cannes a este diario a través del correo electrónico que se muestra “sorprendido y triste” respecto a la decisión del Gobierno. “Esto es incomprensible. La prohibición se produce antes de que hubiésemos pedido el permiso de distribución. Esto es censura previa”. En cuanto a la manifestación de las juventudes del partido opositor Istiqlal, Ayouch señala: “No tengo ni idea de por qué se oponen a la película. Viendo las imágenes de esa protesta, no parece que estén muy interesados en ella. Algunos tenían aspecto de no saber qué hacían ahí”.
“Esto es incomprensible. La prohibición se produce antes de que hubiésemos pedido el permiso de distribución Nabil Ayouch, director de Much loved
En algunas escenas se ve a las actrices bailando danza del vientre delante de unos clientes saudíes; en otro momento las mujeres hablan de sexo de forma explícita y en otra escena discuten con sus clientes saudíes sobre Palestina. Para algunos medios, nada de lo que refleja Much loved debería sorprender a nadie, es tan solo un espejo en el que buena parte de la sociedad no quiere mirarse. “Ni Ayouch ni su película son responsables de la prostitución en Marrakech (…) Los marroquíes no serán libres de ver la película porque el ministro de Comunicación ha decidido por ellos”, señala el diario marroquí Libération.
Algunos intelectuales opinan que hace diez años este caso habría suscitado la solidaridad de muchos artistas y periodistas. Nabil Ayouch sufrió en 2003 la censura de su película Un minuto menos de sol, ante la presión de los islamistas y dijo entonces: “No estoy dispuesto a que los islamistas me impongan su modelo de sociedad”.
No obstante, también hay quienes se han expresado de forma muy contundente contra la decisión del Gobierno. Youssef Ziraoui, director editorial de la página marroquí Huffington Post, ha publicado este miércoles un artículo titulado “Yo soy Nabil” en el que señala la paradoja de que el día de la prohibición, Mustafá El Khalfi, ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno se encontraba en una gira por Estados Unidos con el objeto de difundir “la dinámica del modelo marroquí de reformas”. Y Mohamed Ezzouak, en el portal Yabiladi, señala: “He aquí una idea para la próxima película de Nabil Ayouch, la hipocresía XXL, presente en todas las capas de nuestra sociedad. El castin será fácil, somos 34 millones los que aspiramos a un papel".
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