La presión islamista impide el estreno de una película en Marruecos
Los artistas se movilizan a favor de Ayouch
Los islamistas marroquíes no están en el poder, pero la presión que ejercen ha logrado impedir la distribución de la última película del más célebre de los directores de cine de Marruecos, Nabil Ayouch, porque es "obscena". "Soy víctima de una censura solapada", se queja Ayouch, mientras la izquierda y los artistas se movilizan contra la "intolerancia" del Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD), la tercera fuerza parlamentaria del país, con 40 escaños.
Ayouch, de 35 años, cuyo penúltimo largometraje, Alí Zaoual, consagrado a los niños de la calle, cosechó un gran éxito en Marruecos y en Francia, acaba ahora de rodar Une minute de soleil en moins (Un minuto menos de sol). Narra la historia de un policía que investiga el asesinato en Tánger de un destacado traficante de droga. A través de la labor de un inspector, encarnado por Nuredin Orahu, se vislumbra el entremado de la droga en el norte del país.
Ha bastado con que trascienda que una escena muestra los cuerpos desnudos de un hombre y una mujer para que los islamista del PJD, la formación que triplicó sus escaños en las legislativas de septiembre, tachen la obra de "pornográfica".
El PJD pidió la semana pasada en el Parlamento la prohibición de la película, la devolución por la productora de la subvención pública que obtuvo y que el fiscal del rey emprenda acciones legales contra los miembros de la comisión que concedieron la ayuda.
Nabil Abdelah, el ministro portavoz, no se ha mostrado dispuesto a llegar tan lejos, pero sí ha dejado clara la "determinación del Gobierno a hacer frente a todo lo que transgrede la buena moral y atenta contra el pudor (...)".
La decisión de distribuir la película depende ahora del visto bueno del Centro Cinematográfico Marroquí (CCM), que se inspira, entre otras, en las recomendaciones de los ministerios del Portavoz y de Cultura. El CCM ha pedido a Ayouch que suprima las escenas polémicas, a lo que el director se niega.
"Gentes que ni siquiera han visto la película pretenden censurarme", se indigna Ayouch. "No estoy dispuesto a que los islamistas me impongan su modelo de sociedad. La respuesta del ministro a la protesta ha sido timorata, porque no se atreve a llevarles la contraria. Pero yo y otros muchos vamos a hacerles frente".
Ayouch ha recibido un respaldo más contundente de los socialistas y de los ex comunistas, dos partidos que están en el Gobierno. Libération, el órgano de los socialistas, no duda en denunciar la "ideología fascista de la nebulosa integrista". "(...). Esto es lo que nos espera si el cine, Dios no lo quiera, cae en manos" de los integristas, advierte Al Bayane, el periódico del antiguo partido comunista. Los profesionales del sector cinematográfico denunciaron, por su parte, ayer la "intolerancia" de los islamistas.
Pese a este revés, Ayouch no tiene la intención de expatriarse para seguir trabajando y se consuela con el estreno en Francia, en marzo, de Un minuto menos de sol.
Babelia
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