Liberia deja atrás el Ébola tras ser el país con más muertos por el virus
Tras 42 días sin contagios, la ONU declara al país libre de la epidemia Su intensidad se reduce a sólo 18 afectados la última semana en Guinea y Sierra Leona
Este sábado se han cumplido 42 días sin que Liberia registre ningún caso nuevo de Ébola, el tiempo de dos periodos completos de incubación fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para poder declarar oficialmente a este país libre del virus. La epidemia dio comienzo en diciembre de 2013 y ha afectado a seis países de África occidental, provocando 11.005 muertos y 26.593 afectados, según las últimas cifras hechas públicas el miércoles. Con la declaración oficial del fin del brote en Liberia, donde han muerto 4.716 personas, el virus sólo permanece activo en otros dos países, Guinea y Sierra Leona, aunque también allí los nuevos contagios han disminuido de manera notable.
“Después de catorce meses bajo los nubarrones del ébola, esta es una noticia feliz”, ha dicho la secretaria general de Naciones Unidas en Liberia, Karin Landgren. Sin embargo, nadie baja la guardia. Dos amenazas son evidentes. La primera, la posibilidad de una reintroducción del virus a través de alguna persona enferma procedente de Guinea o Sierra Leona, países fronterizos. La segunda, que haya un rebrote.
Precisamente la última persona fallecida en el país a consecuencia de esta enfermedad, Ruth Tugbah, una vendedora de frutas de 44 años, contrajo el virus a mediados de marzo por tener relaciones sexuales con un superviviente. Los científicos han descubierto recientemente que el virus es capaz de sobrevivir activo en el semen de un varón ya curado por un periodo de hasta seis meses, cuando hasta ahora se pensaba que eran solo tres. Por todo ello, las autoridades sanitarias liberianas han anunciado que van a mantener un estricto sistema de vigilancia durante al menos un año.
Liberia es el país donde esta epidemia ha sido más mortal, con 4.716 fallecidos, y Monrovia ha sido con diferencia la ciudad más afectada, con un ritmo de hasta 400 contagios a la semana durante el verano que provocó el desbordamiento de los centros de tratamiento, donde los pacientes eran rechazados por falta de plazas. “La situación era horrorosa, pero sin esperar la ayuda de la comunidad internacional, las autoridades locales organizaron y pusieron en marcha sus propios mecanismos para afrontar la epidemia”, dijo Jan Graaff, responsable de la misión contra el ébola de la ONU, en una rueda de prensa ofrecida en Dakar.
Barrios en cuarentena, cadáveres abandonados en la calle por miedo y un débil sistema sanitario que entró en colapso. La llegada de la ayuda internacional, tardía pero luego intensa sobre todo por parte de países como EEUU, Cuba o China, permitió la apertura de una veintena de centros a partir de septiembre, lo que unido al cambio de las costumbres en la población contribuyó de manera decisiva a un descenso de la expansión de la epidemia desde noviembre.
En cuanto a Guinea y Sierra Leona, las noticias también son buenas. En la última semana sólo se produjeron 18 casos nuevos, frente a los más de treinta de las semanas pasadas, con una concentración geográfica en las regiones occidentales de ambos países, Forecariah en Guinea y Kambia en Sierra Leona. Pese a esta evidente caída en el ritmo de contagios, la OMS está preocupada por la llegada de la estación de lluvias a la región, justo el periodo en el que se produjo una mayor incidencia el año pasado. En este sentido, las autoridades sanitarias insisten en el mensaje de no bajar la guardia en ningún momento hasta que toda la región pueda ser declarada libre de Ébola.
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