Los jóvenes árabes pierden la fe en la democracia
Solo uno de cada tres opina que el sistema funcionaría en su región
El caos y la violencia que han surgido tras las revueltas de la primavera árabe están haciendo mella entre la juventud de Oriente Próximo y el norte de África. Sólo un tercio de los jóvenes de esta región considera que la democracia puede funcionar en sus países, según la VII Encuesta sobre Juventud Árabe publicada este martes. Los entrevistados señalan al Estado Islámico como la mayor amenaza para la zona, pero menos de la mitad confía en que sus Gobiernos puedan hacerle frente. Si pudieran elegir, vivirían en Emiratos Árabes Unidos (EAU), cuyo modelo de desarrollo les gustaría que emularan sus lugares de origen.
“La confianza entre los jóvenes árabes de que la primavera traería cambios positivos en toda la región se está reduciendo y como resultado se muestran inseguros sobre si la democracia podría funcionar en sus países”, interpreta la consultora de relaciones públicas ASDA’A Burson-Marsteller, que por séptimo año consecutivo publica la encuesta.
Para su elaboración, ha contado con la empresa de sondeos Penn Schoen Berland (PSB), que ha realizado 3.500 entrevistas cara a cara con hombres y mujeres árabes de 18 a 24 años en los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar, Omán y Bahréin), Egipto, Irak, Jordania, Líbano, Libia, Palestina, Túnez, Marruecos, Argelia y Yemen.
De acuerdo con sus datos, apenas un 38% de los encuestados en 2015 considera que el mundo árabe esté mejor tras la primavera, comparado con el 54% en 2014, el 70% en 2013 y el 72% en 2012. Consecuentemente, cuando se les pregunta si están o no de acuerdo con que “la democracia nunca funcionará en la región”, sólo un 36% muestra su desacuerdo y opina que podría funcionar; un 39% respalda que no funcionará y el 25% restante duda.
Sin embargo, hay diferencias que no coinciden precisamente con el hecho de que se hayan visto más o menos afectados por las revueltas. Los más optimistas respecto a la posibilidad de alcanzar la democracia son los jóvenes de Kuwait, Irak, Libia, Emiratos y Palestina; y los menos, los de Yemen, Qatar, Arabia Saudí, Omán y Túnez. Sorprende la posición de los libios, cuyo país sufre una de las situaciones más caóticas. Los sirios no han podido ser entrevistados debido a la guerra civil.
Del golfo Pérsico al océano Atlántico, un 60% de la población árabe tiene menos de 25 años, lo que suma 200 millones de jóvenes. Sus percepciones y opiniones tienen la capacidad de modelar el futuro de una región sacudida por la inestabilidad.
Los jóvenes árabes ven más preocupante el auge del Estado Islámico que el desempleo (que dobla la media mundial con un 25%) e incluso que el conflicto israelo-palestino que desde hace décadas lastra al mundo árabe. A casi tres de cada cuatro encuestados les preocupa la creciente influencia de ese grupo extremista, y dos de cada cinco lo citan como la mayor amenaza para la región. Apenas un 47% confía en que el Gobierno de su país pueda hacerle frente.
Aún así, los jóvenes se muestran cautelosamente optimistas sobre el futuro. El modelo de país al que aspiran es Emiratos, que eligen como el favorito por cuarto año consecutivo por encima de Estados Unidos, Alemania o Canadá. “La popularidad de EAU es un reflejo de su sólida proyección económica y de su condición de refugio seguro en medio del desorden regional”, interpreta ASDA’A Burson-Marsteller.
También sorprende que, a pesar del alto grado de conexión digital, la televisión sea aún la principal fuente de noticias para la mayoría, en especial en Arabia Saudí (el 75% de los encuestados, frente al 60% de media en la región). También es la que se considera más fiable.
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