Rumbo a Lima
Durante los próximos 15 años, los países de ingreso medio jugarán un papel significativo en la erradicación de la pobreza extrema
Este año es crucial para el desarrollo global. Los líderes del mundo irán de un gran evento a otro: la conferencia Financiamiento para el Desarrollo en Adís Abeba, en julio; la evaluación en Naciones Unidas de las Metas de Desarrollo Sostenible en Nueva York, en septiembre; y la reunión internacional sobre cambio climático de París, en diciembre.
También forman parte de esa lista las Reuniones Anuales del Grupo Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional en Lima en octubre, que destacarán la importancia de que los países de ingreso medio avancen en los objetivos de erradicar la pobreza extrema para el año 2030 y fomentar la prosperidad compartida. Durante los próximos 15 años, estos países jugarán un papel significativo en lo que podría llegar a ser uno de los logros más importantes en la historia de la humanidad: la erradicación de la pobreza extrema. En los últimos 25 años hemos reducido el número de los que viven en la pobreza extrema de 1.900 millones a menos de 1.000 millones de personas. Más de dos tercios de los que hoy viven en la pobreza extrema están en países de ingreso medio.
Junto al Gobierno de Perú y varios socios más, estamos trabajando en Rumbo a Lima. Este programa busca encontrar la forma de mejorar las oportunidades de las personas más pobres de Perú, y de los países de ingreso medio en general, a través de una serie de discusiones económicas, sociales y culturales y una interacción directa con los ciudadanos respecto al desarrollo económico de América Latina.
El programa identificará las lecciones de la experiencia de crecimiento económico de América Latina
En los últimos 50 años, la región ha mejorado el acceso de su población a educación de calidad, salud, servicios sociales e infraestructuras, aunque afrontó periódicamente momentos de condiciones económicas difíciles. Este éxito resultó en una histórica reducción del 50% en el número de personas que viven en la pobreza extrema entre los años 2003 y 2012. Es esencial conocer mejor la experiencia de desarrollo de América Latina si queremos alcanzar nuestro objetivo global de erradicar la pobreza extrema.
Los avances de Perú en particular nos muestran qué está en juego a la hora de tener éxito. La economía del país se expandió a una tasa consistentemente alta en comparación con otros países emergentes, aun ante un crecimiento global lento. Entre 2002 y 2013, por ejemplo, su tasa anual promedio de crecimiento fue del 6,1%. Este sólido historial le permitió a Perú comenzar este año el proceso formal de adhesión a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), así como ejercer un papel activo en la búsqueda de soluciones a desafíos mundiales, como lo hizo al servir de anfitrión de la cumbre sobre cambio climático de las Naciones Unidas en 2014.
Rumbo a Lima identificará las lecciones de la experiencia de crecimiento económico de América Latina, ayudando a los Gobiernos y al Grupo Banco Mundial a determinar cómo mantener los avances regionales en reducción de la pobreza y promoción del crecimiento inclusivo en países de ingreso medio.
Tendremos la oportunidad de discutir abiertamente con las mejores mentes del mundo los desafíos para el desarrollo a nivel nacional, regional y global. Elaboraremos planes concretos y viables para ayudar a América Latina a reducir los obstáculos para el crecimiento y la productividad, evitar la trampa del ingreso medio y modernizar sus instituciones.
Además de consultar a expertos, Rumbo a Lima interactuará directamente con los ciudadanos para que brinden sus aportaciones. Por ejemplo, en Panamá, en la antesala de la VII Cumbre de las Américas, auspiciamos la participación de cientos de jóvenes líderes de la región en su búsqueda de soluciones prácticas para fomentar el empleo juvenil.
Este Rumbo a Lima comienza en un momento importante para América Latina y el Grupo Banco Mundial, en tanto que ambos buscan mantener el impactante historial regional en la reducción de la pobreza, expansión económica y crecimiento del ingreso.
Los fundamentos económicos de la región —estabilidad macroeconómica y apertura comercial— la colocan en una posición de solidez. Pero todavía queda mucho por hacer.
Se necesitan nuevas ideas para mantener las conquistas sociales y económicas que América Latina alcanzó en la última década, ayudar a sus ciudadanos más pobres y facilitar el progreso de la región hacia la categoría de ingreso alto. El Grupo Banco Mundial, trabajando junto al Gobierno de Perú, el Fondo Monetario Internacional y otros, aspira a que juntos podamos recorrer este camino.
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