El ayuntamiento de Buenos Aires se muda al sur pobre de la ciudad

Argentina lleva tres años consecutivos de bajo o nulo crecimiento económico, pero en este 2015 de elecciones presidenciales, provinciales y municipales tanto el Gobierno de la peronista Cristina Fernández de Kirchner como los de la ciudad autónoma de Buenos Aires y las 23 provincias están aumentando el gasto público. Un ejemplo es el del alcalde porteño y candidato presidencial conservador, Mauricio Macri, que este miércoles inauguró la sede central del ayuntamiento que encargó al arquitecto británico Norman Foster en el sur pobre de la capital argentina.

La sede del gobierno autónomo se encuentra hasta ahora sobre la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada (sede presidencial argentina), en pleno centro de la ciudad. Allí funcionará a futuro la Secretaría de Hacienda porteña y espacios para actos protocolares. A finales de año, en coincidencia con las elecciones presidenciales de octubre, Macri y sus empleados se mudarán al nuevo edificio de 38.000 metros cuadrados, de amplios ventanales, en el barrio de Parque Patricios. Pero el acto de inauguración de la sede se anticipó a abril porque la obra ya está terminada. Además faltan tres semanas para las elecciones primarias a alcalde, que son de voto obligatorio y en ellas participan todos los partidos. Macri apoya en su Propuesta Republicana (PRO) a Horacio Rodríguez Larreta, su jefe de Gabinete, en detrimento de la senadora Gabriela Michetti. Una victoria de Larreta será clave para las aspiraciones presidenciales del líder conservador, uno de los tres favoritos, junto con el kirchnerista moderado Daniel Scioli y el peronista opositor Sergio Massa.

El ayuntamiento dice que gastó 24 millones de euros en la obra. La concejal kirchnerista Gabriela Alegre denunció que se erogaron finalmente 39 millones por las demoras en la construcción. En un principio el edificio iba a ser la sede del estatal Banco Ciudad de Buenos Aires, pero a medio camino Macri prefirió mudar allí su gobierno después de desistir de instalarlo en un predio de un hospital psiquiátrico de la capital, en el barrio sureño de Barracas. El alcalde cambió de opinión después de que los agentes de su Policía Metropolitana reprimieran en 2013 una protesta de pacientes, médicos, empleados y concejales opositores contra la demolición de un establecimiento del manicomio.

En este año electoral se prevé mayor gasto de los Gobierno federal y provinciales

Así como en los años 90 el entonces presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, mudó la Asamblea de la céntrica calle de San Bernardo a Vallecas, en el sur de la ciudad, el ayuntamiento de Buenos Aires trazó un recorrido similar pero hacia Parque Patricios, barrio de fábricas y viviendas de clases medias y bajas, el del club Huracán, el boxeador Oscar Ringo Bonavera y los tangueros Enrique Santos Discépolo y Homero Manzi. Parque Patricios, Barracas, La Boca y Pompeya integran la comuna 4, la de mayor índice de mortalidad infantil de la ciudad, con una tasa de 11,5, similar al de la provincia norteña de Chaco o a la de Serbia. Contrasta con la comuna 13, integrada por Nuñez, Belgrano y Colegiales, una tasa de 5,3, parecida a la de Canadá.

Foster, el arquitecto del Parlamento alemán, el Nou Camp y el metro de Bilbao, reconoció al periódico La Nación que el diseño del ayuntamiento porteño es “muy diferente” al barrio en el que se instaló. “De alguna manera, sí. Pero también es cierto que en este barrio hay edificios industriales de gran tamaño, muy modestos, al igual que este edificio. La sede de un gobierno también es un espacio industrial sobre la ética del trabajo, donde se trabaja duro para mejorar la ciudad”, dijo el ganador de los premios Pritzker y Príncipe de Asturias de las Artes. En diálogo con Clarín, añadió: “La transparencia del edificio es una forma de comunicar”. Foster calificó a Macri de “visionario”, más allá de que la oposición a su gobierno lo critica porque la justicia lo ha procesado por presunto espionaje y por supuesta coacción y abuso de autoridad de un grupo de funcionarios que él había creado para desalojar a los ‘sin techo’ de las plazas.