¿Voto o balón?, la polémica mexicana
La oposición alerta que un partido de la selección que se jugará el mismo día que las elecciones generaría más abstencionismo
El próximo 7 de junio millones de mexicanos votarán una nueva Cámara de diputados, nueve gobernadores y más de mil alcaldías. Ese mismo domingo los once jugadores de la selección nacional saltarán a la cancha en Sao Paulo para enfrentarse a Brasil en un partido amistoso de preparación rumbo a la Copa América. Los partidos de oposición han visto en el hecho, más que una coincidencia, un plan para reducir la afluencia a las casillas, lo que podría beneficiar al PRI, el partido en el Gobierno y que ostenta la mayoría en el Congreso.
La polémica por el México-Brasil ha hecho coincidir a la derecha y la izquierda. El presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero, fue el primero en solicitar que el juego se pospusiera. “Puede ser perverso que se organice un partido de fútbol porque se puede ver agravado el desinterés, el desánimo y el abstencionismo”, dijo el 24 de junio.
Este sábado, Andrés Manuel López Obrador, excandidato presidencial en dos ocasiones por el izquierdista PRD, volvió a rechazar el juego en las redes sociales. “Los que impusieron a Enrique Peña Nieto, dueños del negocio del fútbol, no quieren que la gente vote y organizan un partido México-Brasil. Puro circo”, tuiteó. Su partido, el Movimiento de regeneración nacional (MORENA), hará su presentación en las elecciones de junio, y podría arrebatar al PRD la hegemonía de la izquierda.
Puede ser perverso que se organice un partido de fútbol porque se puede ver agravado el desinterés Gustavo Madero, presidente del PAN
César Camacho, presidente del PRI, señaló que el juego en Brasil no afectará la alfuencia a los centros de votación. El dirigente presumió su cifra de militantes, más de cinco millones, y dijo que ni la suma de los simpatizantes de sus oponentes se le acerca. "Es previsible que el triunfo será tricolor [así se le llama al PRI y a la selección]".
La respuesta a las inquietudes de los políticos llegó rápido. El presidente de la Federación Mexicana de Fútbol, Justino Compeán, rechazó un cambio de fecha para el partido. “Creo que son cortinas de humo que lanzan los políticos porque posiblemente los resultados no van a ser los que esperan, pero no es culpa nuestra. Al contrario, yo creo que nosotros sí cumplimos con una misión, que es la de entretener y divertir”, dijo.
Tras la respuesta, Madero rectificó su queja. Este sábado pidió a la autoridad encargada de organizar los comicios, el Instituto Nacional Electoral (INE), que utilice el espacio del partido para promover el voto. Los consejeros del INE sugirieron a la selección no usar la popular camiseta verde para evitar el uso electoral del partido. El uniforme tiene los colores de la bandera: verde, blanco y rojo, los mismos que utiliza el PRI. La federación ha señalado que este año no la utilizará y será sustituida por la negra, usada este sábado en un amistoso contra Ecuador.
Los comicios de junio se celebrarán en medio de un panorama casi generalizado de desencanto con la política, provocados por diversos escándalos de corrupción y hechos sombríos como la tragedia de Ayotzinapa. Los padres de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala y los maestros de Guerrero, un Estado que debe votar un nuevo gobernador, han hecho un llamamiento a no votar.
Los que impusieron a Enrique Peña Nieto, dueños del negocio del fútbol, no quieren que la gente vote Andrés Manuel López Obrador, excandidato presidencial
Las elecciones intermedias, que se realizan cada tres años, tienen una participación mucho menor a las generales. Las de 2003 tuvieron una asistencia de 41.7%, tres años después subió a 58%. Las de 2009 (44.6%) marcaron la pérdida de la mayoría simple que el PAN tenía en la Cámara de Diputados. El PRI la recuperó y formó junto a los escaños de su aliado, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), la mayoría absoluta, algo que no sucedía desde 1997.Las elecciones de 2012, sin embargo, tuvieron una sana participación del 63.1%. López Obrador afirmó este sábado en Chiapas que no votar o anular el voto se beneficia “al PRI, al PAN, y al Verde”.
Los índices de aprobación del presidente Peña Nieto se encuentran en el 39%, según publicó el diario Reforma el jueves pasado. Otros sondeos más optimistas, como el realizado por GEA-ISA, la ubican en un 41%. Su Gobierno perdió credibilidad por los escándalos inmobiliarios que revelaron que Angélica Rivera, esposa del mandatario, y el ministro de Hacienda, Luis Videgaray, compraron casas con muchas facilidades a un contratista de la Administración.
Otra encuesta publicada esta semana por la compañía Parametría asegura que el PRI cuenta con una intención de voto del 30%. En segundo lugar se halla el PAN, con un 27%. EL PRD lucha por mantenerse como tercera fuerza (12%), mientras que Morena tiene un 11%. El Partido Verde también se ha apuntado a esa batalla con un 10%.
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