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Detenidas cinco activistas chinas contra el acoso sexual

Planeaban lanzar una campaña de concienciación para el Día de la Mujer

Macarena Vidal Liy
El primer ministro chino, Li Keqiang, junto a delegadas del partido para celebrar el día de la mujer en Pekín.
El primer ministro chino, Li Keqiang, junto a delegadas del partido para celebrar el día de la mujer en Pekín. CHINA DAILY (REUTERS)

En China, algo tan aparentemente inocuo como planear repartir pegatinas contra el acoso sexual es motivo de detención. Cinco mujeres retenidas desde el fin de semana pasado han quedado hoy arrestadas formalmente. Su delito, preparar una campaña de actos que coincidiera con el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, para concienciar sobre el acoso sexual en el transporte público. Otras cuatro habían sido puestas en libertad tras ser interrogadas.

Las arrestadas son cinco de las mujeres más prominentes en la defensa de los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBTI en China, donde cuentan con un extenso historial de activismo. Se encuentran retenidas en una comisaría de Haidian, en el noroeste de Pekín, aparentemente como sospechosas de “buscar disturbios y provocar problemas” -un cargo que la Policía china utiliza con frecuencia contra los disidentes-, según han denunciado las organizaciones pro derechos humanos.

Entre las detenidas se encuentra Li Tingting, de 25 años, también conocida como Li Maizi. Una de las principales activistas pro LGBTI en China, se había hecho muy popular por sus campañas para exigir un mayor número de lavabos públicos para mujeres o, vestida de novia ensangrentada, contra la violencia doméstica. Li fue arrestada la noche del 6 en su domicilio.

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Esa misma noche fueron detenidas también Wang Man, activista en favor de la igualdad en la erradicación de la pobreza, y Wei Tingting, de 27 años y directora de Jiande, una organización proderechos LGBTI en Pekín. En Cantón fue arrestada Zheng Churan, también conocida como Datu o Gran Liebre y que ha participado en numerosas iniciativas locales para concienciar sobre la discriminación contra las víctimas de la violencia sexual o las mujeres discapacitadas. La quinta, Wu Rongrong, de 30 años, es la fundadora del Centro para Mujeres Weizhiming de Hangzhou y fue detenida el sábado pasado.

Tanto Zheng como Wu fueron trasladadas a Pekín tras su detención, “una fuerte indicación de que fueron arrestadas en una acción policial coordinada en todo el país contra ONG de Pekín, y probablemente siguiendo órdenes del Gobierno central”, denuncia la organización China Human Rights Defenders (CHRD).

Las cinco planeaban participar el día 8 en actos de reparto de pegatinas con lemas como “Fin del acoso sexual, permítannos seguridad” o “Policía, detenga al acosador sexual”, afirma Amnistía Internacional. El material que las mujeres pensaban usar fue confiscado.

“Es escalofriante que las mujeres que piden que la Policía persiga el acoso sexual acaben siendo ellas las detenidas”, apuntó en un comunicado William Nee, investigador en Hong Kong de esta ONG. “Exigir que las mujeres no sean víctimas de acoso no es ningún delito”.

Las detenciones llegan en con un momento que el régimen chino considera especialmente “sensible”, los quince días de sesión anual de su Legislativo que reúne a cerca de 3.000 delegados en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín. Pero también coinciden con una nueva campaña de acoso contra las ONG, especialmente las extranjeras. Y, paradójicamente, con los preparativos para la primera ley contra la violencia doméstica y el acoso sexual en China.

Aunque el régimen chino ha flexibilizado, bajo ciertas condiciones, el funcionamiento de algunas ONG locales, parece dispuesto a restringir el de las extranjeras. Un proyecto de ley que ya ha comenzado a circular y que podría aprobarse este año “parece dar a la Policía amplios poderes supervisores” sobre ellas y obliga a contar con el visto bueno previo de las agencias gubernamentales a los proyectos que quieran acometer, afirma CHRD. Restricciones como estas “podrían obligar a esas organizaciones extranjeras a cerrar sus puertas en la China continental”, advierte.

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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

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