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Un expreso de Guantánamo pide a Argentina que reciba a otros reclusos

El sirio Diyad, refugiado en Uruguay, cruzó a Buenos Aires para que el Gobierno de Fernández acoja a algunos de los 136 aún detenidos

Alejandro Rebossio
Diyab en una entrevista para una cadena argentina de televisión.
Diyab en una entrevista para una cadena argentina de televisión.AP

Uno de los seis expresos de la prisión norteamericana de Guatánamo que en diciembre pasado recibió refugio en Uruguay cruzó el pasado domingo a Argentina para pedir al Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner que acogiera también a algunos de los 136 detenidos que permanecen aún en ese enclave en la isla de Cuba. "Yo antes de salir de Guantánamo estaba en un lugar donde tenía la comida forzada. Es un tubo que pasaba por la nariz para forzarme a comer. Ahí hablé con un compañero de Yemen que me dijo: 'Cuando salgas, no nos olvides'", relató el refugiado sirio Jihad Ahmad Diyab, que viajó de Montevideo a Buenos Aires y cuyo paradero actual se desconoce. Diyad es uno de los 800 arrestados en la cárcel caribeña por EE UU en su guerra contra el terrorismo islámico.

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"Nunca voy a olvidar los compañeros que están allá y por eso es que vine para acá para luchar", declaró Diyab en una entrevista con cuatro medios de comunicación alternativos de Argentina, Barricada TV, Resumen Latinoamericano, Radio Gráfica y Radio Madre, perteneciente a las Madres de Plaza de Mayo. "Por ejemplo, el Gobierno argentino puede recibir presos de Guantánamo acá de forma humanitaria", sugirió Diyab, siempre en árabe. El Gobierno de José Mujica, que dio asilo a él y a otros cinco expresos sin juicio ni condena, les ha provisto de vivienda temporaria y clases de español, entre otros beneficios.

Se desconoce si Diyab se encontró efectivamente con funcionarios de Argentina. Según el semanario uruguayo Búsqueda, viajó a Buenos Aires en compañía de una periodista argentina, activista de los derechos humanos y de la causa palestina.

El presidente de EE UU, Barack Obama, había anunciado en 2009 que cerraría la prisión que su antecesor, George W. Bush, había montado en la base militar norteamericana de Guantánamo. Sin embargo, la oposición política y judicial interna y las dificultades para encontrar países que recibieran a los presos, la inmensa mayoría sin ni siquiera proceso judicial abierto, ha llevado a que todavía persista abierta. Por eso Obama negoció con Mujica para que acogiera a seis de los detenidos en ese limbo.

Nunca voy a olvidar los compañeros que están allá y por eso es que vine para acá para luchar Diyab en una entrevista con cuatro medios de comunicación alternativos de Argentina

Diyab y sus compañeros, tres de ellos sirios, un tunecino y un palestino, enfrentan el duro desafío de insertarse en una sociedad muy distinta de la suya y además cargan sobre sus espaldas con la terrible experiencia de haber permanecido 12 o 13 años en una prisión en la que se ejercieron las torturas y la alimentación forzada de huelguistas de hambre, según denunciaron organizaciones internacionales. Permanecen aún separados de sus familias, aunque el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) está comenzando a organizar su llegada a Uruguay. La ACNUR también está gestionándoles una subvención mensual, la vivienda definitiva, la inserción laboral y la recuperación física y psicológica, pero será un proceso lento. El Plenario Intersindical de Trabajadores-Convención Nacional de Trabajadores (PIT-CNT), la central obrera uruguaya, también ha colaborado con ellos.

Diyab, de 43 años, nació en Líbano, pero es ciudadano sirio. Está casado y tuvo cuatro hijos, uno de los cuales murió en la guerra norteamericana contra el terrorismo. En los cables del Departamento de Estado de EE UU filtrados por Wikileaks figura que el refugiado perteneció a organizaciones armadas islámicas, como Al Qaeda, y que huyó de Siria a Afganistán en 2000, según publicó el portal argentino Infobae.

Está casado y tuvo cuatro hijos, uno de los cuales murió en la guerra norteamericana contra el terrorismo

Pero Diyad argumentó que su arresto fue por motivos políticos y en Guantánamo permanecen "muchos docentes y empleados de asociaciones caritativas": "EE UU, cuando entró en guerra con Afganistán, tuvo que abrir un campo de concentración, que es Guantánamo. Ahí fuimos trasladados desde Paquistán, pero también de otros países que entregaban a sus propios ciudadanos. Todo el mundo sabe y eso salió en declaraciones en EE UU, de los propios servicios estadounidenses, que somos inocentes, que somos víctimas de la política agresiva estadounidense". Preguntado sobre el motivo por el que los seis refugiados en Uruguay no habían regresado a sus países, Diyab contestó: "En Siria la situación no está estable, nadie vuelve a Siria ahora. En Túnez, el Gobierno estadounidense rechazó que Túnez reciba al tunecino y en Palestina, ustedes saben, no hay posibilidad".

El asilado que viajó a Argentina sufre trastornos de la salud y camina con muletas, según Búsqueda. "Yo empecé huelgas de hambre desde 2005 y conocimos muchas de las más duras que hay. Yo empecé a tener problemas de salud desde 2004. Escribía en los platos de comida, devolvía la comida, porque entendía que no convenía a mi salud", relató Diyab.

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