Tsipras designa a Francia “garante” del nuevo acuerdo de Grecia y la UE
El presidente Hollande propone negociar “otro marco económico contractual”
Francia, la segunda potencia de la zona euro, ha adquirido un claro protagonismo europeo tras el triunfo de Alexis Tsipras en Grecia al proponerse de inmediato como “puente” para lograr un acuerdo entre Atenas y el resto de socios europeos, especialmente Alemania. Ahora, el primer ministro griego ha otorgado a París un papel aún más “preponderante” para que se convierta en “garante, protagonista” de ese nuevo pacto. Así lo expresó el líder griego ante el presidente francés, François Hollande, que se mostró frío y distante, tras la entrevista que ambos mantuvieron este miércoles en el palacio del Elíseo durante casi hora y media.
París se ha convertido en un punto de referencia clave en la gira que Tsipras y su ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, realizan estos días por las capitales europeas. Ambos han encontrado en la capital francesa comprensión y apoyo, aunque también el mensaje claro de que Atenas debe cumplir sus compromisos de deuda (315.000 millones, el 175% del PIB) y de que debe acometer profundas reformas, sobre todo en el terreno fiscal.
Ese doble mensaje estuvo presente en el encuentro de París. Ambos líderes coincidieron en la necesidad de negociar “un nuevo marco contractual entre Grecia y la UE”, como lo definió Hollande. “Un nuevo acuerdo para volver al crecimiento”, precisó Tsipras. La crisis abierta desde Atenas refuerza precisamente las tesis de Francia para que Alemania y Bruselas emprendan nuevas políticas a favor de ese crecimiento. “El pueblo griego ha querido señalar [con su voto] que la austeridad como única perspectiva ya no es soportable”, afirmó Hollande.
Tsipras aseguró que Atenas tiene un programa a favor del crecimiento que no solo puede beneficiar a los griegos, sino a todos los europeos. “No somos una amenaza para Europa”, comentó el líder griego, sino también “una oportunidad”.
El presidente francés defiende que el “diálogo sereno” es el método para alcanzar el nuevo acuerdo. Para que ese diálogo dé frutos, el entendimiento entre Francia y Alemania es indispensable y, por tanto, será fundamental el papel de París como puente con Atenas. A Berlín, hasta ahora el socio más duro frente a Grecia, pareció referirse Tsipras cuando dijo: “Europa es nuestra casa común. Ni en la UE ni en la eurozona hay propietarios e inquilinos”.
París exige que Atenas cumpla los compromisos de la deuda
Pero además de “solidaridad”, Hollande también exige “responsabilidad” al nuevo Ejecutivo heleno. Por eso, en su medida y prudente intervención ante los periodistas junto a Tsipras, pidió “respeto a las reglas europeas, a los compromisos adoptados, especialmente en relación con la deuda”.
París, a quien Grecia adeuda unos 47.000 millones, rechaza toda opción de posibles quitas, pero sí está dispuesta a negociar en la UE nuevas fórmulas y plazos para aligerar el peso de la deuda griega. Incluso se muestra comprensiva con la opción de que la troika, despreciada por Atenas como interlocutora, desaparezca y dé paso a fórmulas alternativas.
A su vez, Hollande reiteró ante Tsipras que Grecia tiene pendientes importantes reformas. El primer ministro griego respondió que planteará soluciones para que el pago de su deuda sea “viable” y que hará reformas para que su país sea “creíble”.
“Nuestros socios nos quieren escuchar”, dijo Tsipras al final de su intervención. En Roma y París, le han escuchado con espíritu solidario y comprensivo. La cita clave ahora es Berlín. El líder griego parece haberla dejado para llegar a la capital alemana más arropado y con potenciales aliados. Hollande hará más de puente que de aliado.
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