Hezbolá advierte a Israel: “No nos pongáis a prueba”

Ráfagas de tiros al aire marcaron en la tarde de hoy el esperado discurso de Hasan Nasralá, secretario general de la milicia-partido libanesa Hezbolá, sobre los recientes enfrentamientos en la frontera sur del Líbano con tropas israelíes. Nasralá acusó a Israel de haber ejecutado una “operación de asesinato” en el Golán, planeada desde las más altas esferas políticas y militares israelíes y recordando la larga historia de líderes de Hezbolá asesinados en los últimos años. “Nos atacaron a las 11:35 de la mañana, a plena luz del sol destruyendo dos vehículos. Les respondimos a las 11:25 de la mañana, a plena luz del sol y destruyendo dos de sus vehículos”, declaró Nasralá dando por cumplida la Ley del Talión.

Se trata de la escalada bélica más grave entre Israel y Hezbolá desde la guerra que libraron en julio de 2006. Los libaneses contenían el aliento durante 24 horas ante un posible escenario de guerra, cuya sombra se alejaba conforme se multiplicaban los mensajes apaciguadores desde Israel, las filas de Hezbolá y las tropas de la ONU. El 18 de enero, helicópteros israelíes mataban a seis milicianos y a un comandante iraní en el sector sirio del Golán. Hezbolá respondía el pasado miércoles, matando a dos uniformados israelíes e hiriendo a otros siete. El cabo Francisco Soria Toledo, de 36 años y miembro del contingente español de UNIFIL, falleció tras ser herido por metralla de un proyectil de mortero israelí.

Fuentes cercanas a Hezbolá aseguraron a EL PAÍS que la milicia había estudiado detenidamente dónde y cómo respondería al ataque israelí, optando por las granjas de Shebaa, a sabiendas de que la respuesta sería limitada al tratarse de tierra “ocupada” y por lo tanto disputada. “Nos preparamos para el peor escenario posible”, admitió hoy Nasralá, para añadir: “No nos pongáis a prueba […] No queremos una guerra y somos prudentes, pero no tenemos miedo. Iremos victoriosos a la guerra si nos es impuesta”.

Respecto al conflicto sirio, Nasralá recalcó la determinación y alianza del “eje de la resistencia” compuesta por Irán, Siria y Hezbolá. “La sangre de libaneses e iraníes en territorio sirio, pone de manifiesto la unidad tanto en nuestra guerra como en nuestro destino”, señaló al tiempo que alababa a los soldados libaneses caídos en la lucha contra yihadistas infiltrados en el este del Líbano.

Calificando a Israel de “cáncer en la región”, acusa a sus tropas de connivencia con los yihadistas en el Golán: “Un grupo de siete combatientes son un peligro mayor […] pero los yihadistas de Al Nusra (filial de Al Qaeda en Siria) que combaten en su frontera norte no han despertado ninguna preocupación o temor por su parte sino que les asisten”.

La embajadora de España en Líbano, Milagros Hernando Echevarría, confirmaba vía telefónica haber recibido una llamada del Ministro libanés de industria, Hussein Hajj Hasan, transmitiendo el pésame en nombre de Hezbolá.

Los recientes enfrentamientos llegan en un momento crítico tanto para la milicia-partido, como para Israel que está en plena campaña electoral. Para parte de los libaneses, la injerencia de la milicia en la guerra siria supone desviarse de la lucha contra Israel y ello a costa de un desfile de féretros de jóvenes milicianos libaneses. A ellos se dirigía hoy Nasralá, fusionando en su discurso ambos frentes, los yihadistas e Israel, en una lucha común de las “resistencias árabes” siria, libanesa y palestina. Desafiante, concluía con un mensaje para Israel: “A partir de ahora, si cualquier miembro de Hezbolá es asesinado, culparemos a Israel y nos reservamos el derecho de responder dónde, cómo y cuando consideremos”.