Tailandia estudia reconocer un tercer sexo en la Constitución
Los transexuales serán una nueva categoría aparte de hombres y mujeres
Tailandia está dando un paso hacia adelante para incluir la protección de los derechos de género: la nueva Constitución plantea reconocer a las personas transexuales como otro género diferente al femenino y al masculino. El Comité encargado de redactar el borrador, un grupo seleccionado por el Gobierno militar que se hizo con el poder tras un golpe de Estado el pasado mes de mayo, ha comenzado a trabajar en este nuevo proyecto que podría aprobarse en agosto. “Si se nos reconoce quizás la gente como nosotras pueda vivir como una persona normal y tener un trabajo normal, sea cual sea nuestro aspecto. Me gustaría ser azafata de vuelo, médico u otro trabajo que las mujeres puedan hacer”, expone Ni, transexual de 28 años.
Tailandia es conocida como la industria internacional del cambio de sexo , pero la sociedad, predominantemente budista, continúa siendo muy conservadora. De acuerdo con el principio del karma, los tailandeses consideran que fueron adúlteros en sus vidas anteriores y por eso se les impuso como castigo quedar atrapados en un cuerpo que no es el suyo, condenándolos al amor no correspondido. Hasta el 2011, el Ministerio de Defensa los consideró como personas con problemas psicológicos crónicos. Además, son frecuentemente ridiculizados o rechazados por sus familias, y lo tienen mucho más difícil para acceder al mundo laboral independientemente de su nivel educativo.
Las transexuales no podrán inscribirse como mujeres
El principal problema al que se enfrenta este colectivo, de acuerdo a transexuales y activistas, es que el Gobierno tailandés no permite cambiar la designación de género en sus documentos de identidad. Esto les abre la puerta a la discriminación y al abuso. Por ejemplo, muchos empleadores no quieren tener complicaciones si otra persona calificada como “normal” puede ser contratada. “La discriminación hace que los transexuales sobrevivan con el trabajo sexual porque hay hombres que están fascinados con su cuerpo y no deben validar su identidad como femenina para realizar este trabajo”, asegura Jamuson Green, presidente de la Asociación Profesional Mundial de Sanidad para Transexuales. Otras personas transgénero encuentran trabas para viajar al extranjero porque aparecen como un hombre en su pasaporte, pero tienen apariencia de mujer en el mostrador de inmigración. "Soy una mujer, pero mi documento de identidad dice que soy un hombre. Si alguna vez me detienen, iré a una cárcel de hombres. Si voy al hospital, debo dormir con los hombres”, explica Nitsa Katrahong, ganadora de Miss Tiffany’s Universe 2014, un concurso anual de belleza para transexuales que se celebra en la ciudad tailandesa de Pattaya.
En el borrador de la nueva Constitución, sin embargo, no se contempla el posible cambio de género en los documentos oficiales. “Podemos añadir un nuevo género, pero no cambiar su sexo de nacimiento”, dice Kamnoon Sidhisamarn, portavoz del Comité encargado de su redacción. El citado borrador, además, olvida mencionar la orientación sexual dejando a los colectivos gais y lesbianas sin ningún tipo de protección. “Cuando se habla de 'tercer género' parece que se reconoce explícitamente a los LGBT —las siglas que designan colectivamente a lesbianas, gais, bisexuales y transexuales—, pero en el borrador sólo se habla de género. Eso es como tener sólo la mitad del pastel, tanto género y orientación sexual necesitan ser protegidos. Si quieren defender los derechos humanos y poner fin a la discriminación, el Comité debe incluir este tipo de lenguaje en el proyecto”, explica Robertson desde Human Rights Watch. “Queremos ser tratados como iguales, todos tenemos los mismos derechos humanos y no somos invisibles”, reivindica Chayanit Itthipongmaetee, estudiante homosexual de 21 años.
Si el borrador de la Constitución es legalizado en agosto, supondrá un gran avance legal: Tailandia aceptaría un nuevo género por primera vez como han hecho recientemente otros países asiáticos como India, Pakistán y Nepal.
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