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Columna
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Lo que no dijo Peña Nieto

El mensaje más poderoso no es el que se anuncia con palabras sino el que se demuestra con hechos

El pasado 4 de enero, el presidente de México dio su primer mensaje del año para arrancar un 2015 que pinta complejo y desafiante. Resulta oportuno analizar lo que dijo pero sobre todo lo que omitió para tratar que lo dicho no quede sólo en palabras. A primera vista, las siete acciones que mencionó a favor de la economía familiar parecen lejanas a las soluciones de los problemas más graves que enfrenta el país.

El presidente describió 2014 como el año en que México se atrevió a cambiar y vaya que tiene razón. No sólo por las 11 reformas estructurales aprobadas para acelerar el desarrollo, sino por el despertar de millones de conciencias que, tras el dolor por el crimen de Ayotzinapa, recordamos la tarea pendiente y prioritaria en materia de seguridad, justicia y vigencia del Estado de derecho, sin lo cual, todo lo demás no funciona.

Nadie se opone a la primera parte del mensaje: México no puede seguir igual, cada día, la exigencia por la transparencia es mayor, la prioridad es que a las familias les vaya bien y necesitamos trabajar en equipo/perseverar. Para lograr la transparencia que la clase política  rechaza sistemáticamente está pendiente el funcionamiento del Órgano Anticorrupción que deberá ser verdaderamente autónomo y sancionar severamente a quienes incumplan sin importar el cargo o nivel. El problema es que no existen consecuencias para quienes, al margen del fuero roban indiscriminadamente. Pareciera aceptable vigilar cuando es en un solo sentido, el gobierno a los ciudadanos, nunca al revés.

Para recobrar la confianza que menciona el presidente resulta indispensable subrayar que ésta no se construye a partir de uno o varios discursos; la publicidad y la mercadotecnia se agotan cuando los hechos caminan en dirección contraria a las palabras. La confianza es un proceso que tarda años en ser y segundos en destruirse. México vive una de las peores crisis por la desconfianza que generan tantas mentiras repetidas sistemáticamente.

Al mencionar que no habrá más incremento mensual en los precios de gasolina, diésel y gas LP y que las tarifas de luz bajarán en todo el país gracias a las reformas hacendaria y energética valdría la pena recordar que, aún así, México sigue siendo uno de los países con precios más altos a pesar de sus recursos naturales. Comparado con Estados Unidos, la gasolina en México es 66% más cara. En otros países, las empresas petroleras evitan pérdidas bajando pagos a contratistas y salarios mientras en México en lugar de ajustar, las pérdidas se cubren con impuestos. Es un pozo sin fondo.

Para lograr la transparencia está pendiente el funcionamiento del Órgano Anticorrupción

Si en 2014 el precio del crudo bajó 50%, el dólar subió 12% y el índice de la bolsa 1% habría que hacer consideraciones importantes a una política económica que debe cambiar. Es muy poco probable que esto suceda en tiempo electoral. Preocupa mucho que, con estos indicadores y habiendo presupuestado el barril de petróleo a 79 dólares cuando ha llegado a bajar a menos de 40, el gobierno no recorte y ajuste el presupuesto para reducir considerablemente el gasto. Están apostando a gastar más para ganar elecciones a costa de aumentar el déficit y la deuda. El final de esta película ya lo hemos visto antes, es desastroso.

México vive una de las peores crisis por la desconfianza que generan tantas mentiras repetidas sistemáticamente

Si quienes pagamos impuestos somos los que financiamos buena parte de lo que regala el gobierno, tenemos derecho a exigir transparencia y cuentas claras. La decisión de regalar televisiones a más de 10 millones de familias no se justifica de ninguna manera. Si de verdad se quiere hacer un bien, que se les regale la mejor educación de la más alta calidad. Regalar genera apatía, dependencia y cumple con una función meramente electoral que no puede prevalecer.

“México se la va a jugar con sus jóvenes” dijo el presidente. Lo primero que exigimos es respeto a la vida y a la libertad de expresión. Ningún joven puede ser asesinado o reprimido por expresar sus ideas. Aún está pendiente aclarar lo ocurrido con los 43 normalistas. La fórmula dejar de hablar del tema para que se enfríe y se les olvide ya no funciona.

La última acción anunciada merece especial atención. Dar trato fiscal preferencial a las actividades agropecuarias en Chiapas, Guerrero y Oaxaca parece más una decisión política que estratégica. La prioridad en los tres estados más rezagados es que sus ciudadanos sobrevivan a la violencia y a las condiciones de extrema pobreza. Primero se requiere garantizar el respeto a la vida y el acceso a salud y educación de calidad. Después de contar con lo mínimo que se den los incentivos necesarios para combatir la pobreza sin generar mayor dependencia con apoyos gubernamentales cuyo fin último es político electoral.

Coincido con el presidente en que tenemos la voluntad y entereza para superar cualquier adversidad y que a México le debe ir mucho mejor. Aplaudo que quiera escuchar las necesidades de la gente para encontrar juntos soluciones a los problemas. Habrá que replantear la estrategia. La decisión urgente de hacer cambios en el gabinete aún está pendiente.

La mejor manera de sabernos escuchados será ver que se acepte cualquier cuestionamiento sin represión y que se actúe en consecuencia. Sin respuestas claras difícilmente habrá credibilidad. El mensaje más poderoso no es el que se anuncia con palabras sino el que se demuestra con hechos. México necesita acciones urgentes y contundentes de parte de todos.

Armando Regil Velasco es Presidente Fundador del Instituto de Pensamiento Estratégico Ágora A.C. (IPEA). Twitter: @armando_regil

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