Los yihadistas capturan por primera vez a un piloto de la coalición

El Ejército jordano ha confirmado este miércoles que uno de sus aviones se ha estrellado al norte de Siria y que su piloto ha sido capturado por el Estado Islámico (EI). Ese grupo yihadista anunció unas horas antes que había derribado un aparato militar con un misil termoguiado, en las cercanías de la ciudad de Raqqa, considerada la capital del califato que han declarado esos radicales en el territorio iraquí y sirio bajo su férula. Es la primera aeronave que la coalición liderada por EE UU pierde en territorio controlado por el EI desde que empezaron los bombardeos contra ese grupo el pasado septiembre.

“Durante una misión militar llevada a cabo el miércoles por la mañana por varios aviones del Ejército del Aire jordano contra posiciones de la organización terrorista EI en la región siria de Raqqa, uno de nuestros aparatos ha caído y el piloto ha sido cogido como rehén por dicho grupo”, señala un portavoz del mando general de las Fuerzas Armadas jordanas citada por la agencia oficial de noticias, Petra.

Los yihadistas han publicado imágenes del soldado y un carné militar a nombre del subteniente Moaz Kasasbeh. En ellas se ve a varios milicianos armados que sacan al piloto de lo que parece un río o un lago. El hombre aparece con aspecto desorientado, sangrando por la boca y vestido con una camiseta blanca, que da la impresión de estar empapada. Su familia, en Jordania, ha confirmado su identidad. Moaz, de 26 años, lleva seis en la Fuerza Aérea.

“Hemos recibido una llamada del mando del Ejército del Aire y nos han dicho que el rey [Abdalá II] está siguiendo las gestiones para salvar la vida de mi hijo”, ha relatado el padre del piloto, Yusef Kasasbeh, a la web de noticias jordana SarayaNews. Ese sitio publica varias fotos personales del joven teniente, quien visitó a su familia por última vez el pasado domingo. Kasasbeh, que tiene otros tres hijos y cuatro hijas, ha pedido al EI que se muestre “clemente y que libere” a Moaz.

El Estado Islámico controla gran parte de la provincia de Raqqa

Según Nael Mustafa, un miliciano del EI en Raqqa al que la agencia France Presse ha entrevistado por Internet, los yihadistas están divididos sobre qué hacer con el rehén. “Los chechenos quieren su muerte, pero los iraquíes se inclinan por mantenerlo con vida. Desde hace algún tiempo, hay diferencias entre ellos sobre quién tiene el mando”, ha declarado. Al parecer, la decisión final será tomada por el Consejo Consultivo, un órgano en el que están representadas todas las nacionalidades.

“Jordania hace responsable a esa organización y a quienes la apoyan de la seguridad del piloto y de su vida”, ha advertido la fuente militar.

No está claro si el avión tuvo una avería o fue realmente abatido por los yihadistas. Aunque con anterioridad han logrado derribar aparatos (en su mayoría helicópteros) de los Ejércitos iraquí y sirio, los analistas consideraban que sus capacidades de defensa aérea se limitaban a lanzamisiles. Sin embargo, recientemente sus huestes han capturado algunas bases aéreas sirias y existe la duda de si disponen de milicianos capaces de operar sus sistemas de fabricación rusa, más sofisticados que los citados portátiles.

Si se confirmara que los yihadistas disponen de medios para derribar reactores, los miembros de la coalición que lidera Estados Unidos se verían obligados a aumentar sus precauciones y medidas defensivas. Desde que Washington decidiera el pasado agosto bombardear al EI en Irak y Siria, las fuerzas áreas de Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Bahréin se han unido a su proyecto, aunque han limitado sus ataques a posiciones yihadistas dentro de Siria. Sólo países occidentales (Australia, Canadá, Reino Unido, Francia, Bélgica y Holanda) actúan con EEUU dentro de Irak.

Además de los aviones de la coalición, también las fuerzas gubernamentales sirias bombardean las zonas controladas por los yihadistas en el norte y noreste de su país. El martes uno de esos ataques dejó una veintena de muertos, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos que monitorea las víctimas del conflicto.