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Fernández ataca a varios jueces en el día de la democracia argentina

La presidenta denuncia la persecución y hostigamiento contra su Gobierno por parte del Poder Judicial

Francisco Peregil
La mandataria argentina con Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, y su nieto, recientemente recuperado.
La mandataria argentina con Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, y su nieto, recientemente recuperado.EFE

La presidenta de Argentina aprovechó el sábado por la noche la conmemoración de los 31 años de democracia y del día internacional de los derechos humanos para cargar contra varios jueces a los que acusó de perseguir y hostigar a su Gobierno. En los últimos meses Cristina Fernández ha visto cómo el juez Claudio Bonadio allanaba la empresa que gestiona uno de sus hoteles en la Patagonia para investigar las cuentas. Esta semana, el mismo juez elevó a juicio oral una querella contra el vicepresidente, Amado Boudou, por presentar datos falsos sobre un automóvil comprado hace 20 años. Con lo cual, a pesar de ser un cargo menor comparado con las otras causas judiciales que pesan contra Boudou -corrupción, enriquecimiento ilícito- el político se convertirá en los próximos meses en el primer vicepresidente en ejercicio que se siente en el banquillo de los acusados.

Cristina Fernández compareció ante las cámaras acompañada por todo su Gabinete y Boudou se encontraba en primera fila. Pero los objetivos apenas le enfocaban. El que sí que aparecía en todo momento al lado de la presidenta, justo detrás de ellas en el lugar preciso para que la cámara lo enfocase de forma permanente cuando Fernández hablaba, era el ministro de Economía, Axel Kicillof.

La presidenta aprovechó el festejo de la democracia para extenderse sobre los “logros” sociales y económicos de su Gobierno. Pero el discurso apuntaba más hacia los jueces que a los llamados fondos buitre, a los que solo citó cinco veces. “Leí en un diario hoy”, dijo Fernández “que yo iba a criticar a la Justicia. Perdón, voy a corregir, a la Justicia no se la puede criticar. La Justicia es un valor, la Justicia es un imperativo moral y la construcción institucional de esa Justicia, una obligación democrática. En todo caso, hay que referirse para ser más precisos, al Poder Judicial y tampoco a todo el Poder Judicial, porque sería totalmente injusto además, porque también hay sectores judiciales que están sufriendo la misma persecución”.

A partir de ahí, Fernández defendió al ministro de Justicia, Julio Alak, a quien un juez ha llamado a declarar este mes por supuestos incumplimientos de sus deberes cuando pertenecía al directorio de Aerolíneas Argentinas, en 2008. Y defendió también a la fiscal general, Alejandra Gils Carbó, investigada por supuesto espionaje a otros fiscales. “Estoy cansada de leer titulares de que van a enjuiciar y van a echar a la Procuradora Fiscal de la Nación, porque es una funcionaria kirchnerista”, dijo Fernández.

Queda apenas un año para que Cristina Fernández concluya su segundo mandato y la incógnita ahora es cómo afrontará las posibles causas judiciales una vez que pierda el fuero presidencial

En menos de 50 minutos de discurso, Fernández citó once veces la palabra justicia, otras once la palabra juez o jueza, diez la de fiscal, cinco la de Poder Judicial, dos veces la palabra “persecución” y cinco “hostigamiento”. Pero no nombró ni una sola al vicepresidente Amado Boudou. Y tampoco hizo alusión a la investigación sobre la cuentas de su hotel Alto Calafate.

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Queda apenas un año para que Cristina Fernández concluya su segundo mandato y la incógnita ahora es cómo afrontará las posibles causas judiciales una vez que pierda el fuero presidencial. En las últimas semanas parte de la prensa local ha especulado con la idea de que podría procurarse ese supuesto amparo judicial a través de un escaño como diputada del parlamento de Mercosur, con sede en Montevideo. En su discurso hizo una vaga mención a ese rumor: “Por ahí me andan nominando todos no sé para qué cosa. Miren, yo les pido por favor que nadie me nomine a nada”.

Desde la oposición se tardó poco en criticar su discurso. El presidente de la Unión Cívica Radical, Ernesto Sanz, señaló: “Es una jugada del manual tradicional kirchnerista: buscar conspiraciones para victimizarse, fidelizar a los propios y descalificar a los que cumplen con su función, que son los jueces”. El diputado macrista del PRO, Federico Pinedo, indicó a La Nación: “Los inocentes lo que tienen que hacer es someterse a la Justicia, y no perseguirla”.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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