Centroamérica quiere a EE UU como ‘socio’ para frenar la migración masiva
Los presidentes de Honduras, Guatemala y El Salvador desgranan en Washington los principios de su plan “Alianza para la Prosperidad”
La emigración como una opción, no una obligación por falta de oportunidades en los países de origen de los migrantes como Guatemala, Honduras y El Salvador, los protagonistas en los pasados meses de un flujo masivo de menores no acompañados a Estados Unidos que causó una crisis migratoria ahora contenida pero no resuelta.
Con este mensaje regresan a Washington los presidentes de Honduras, Juan Orlando Hernández, de Guatemala, Otto Pérez Molina, y El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, quienes este viernes desgranarán el Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte, la iniciativa regional con la que quieren atender las causas estructurales de la migración centroamericana. Un plan esbozado de forma conjunta a instancias del gobierno estadounidense, al que ahora piden una relación de “socio” para implementarlo.
“Aunque se tomen medidas de endurecimiento de leyes en los países de destino y de fortalecimiento de vigilancia en la frontera, si no hay una puerta en los países de origen siempre habrá gente yendo a la zona fronteriza, porque como no ha habido suficientes oportunidades en sus países, ven la inmigración como una obligación casi”, explicaba en vísperas del encuentro el canciller salvadoreño, Hugo Martínez.
El escenario elegido para la presentación oficial del proyecto y los invitados dan las claves de esta nueva estrategia: el Plan -o sus “lineamientos”, puesto que todavía está siendo ultimado- será presentado en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) -que ha asesorado el proyecto- ante la presencia del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Y es que una de las claves del éxito de esta iniciativa residirá en la cooperación exterior pero a nivel de “asocio”, precisaba el canciller guatemalteco, Carlos Raúl Morales.
“Lo que venimos a buscar en Estados Unidos es un socio, alguien que confíe en nosotros, no somos una región que envíe terroristas, somos una región de gente muy trabajadora, que quiere salir adelante”, sostuvo durante un diálogo previo en el centro Atlantic Council. “La voluntad política de nuestros gobiernos está, lo que necesitamos es el acompañamiento de nuestros socios” para afrontar con “responsabilidades compartidas” una problemática que afecta a todos, insistió.
Los países centroamericanos ya entregaron un borrador del Plan a Estados Unidos en septiembre, durante la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York.
"Hemos recibido noticias de que es un documento que les gusta, que les agrada el enfoque”, explicó Martínez. A partir de este viernes, “vamos a determinar las acciones de cada uno de esos lineamientos que tenemos que ejecutar", agregó.
Porque para que este plan de mediano y largo plazo funcione, indicó, será necesario además que se actúe de manera “concatenada” en los cuatro ejes fijados: emprendurismo y desarrollo económico, seguridad, inversión en capital humano y fortalecimiento de capacidades a nivel local.
"Si no desarrollamos paralelamente al menos estas cuatro líneas, la ecuación no estaría completa", dijo el canciller salvadoreño, quien además advirtió de que los resultados no se verán “de la noche a la mañana”.
“Pero lo que hagamos ahora va a cambiar radicalmente el rostro, la demografía, la migración en los próximos años”, prometió Martínez. Todo ello, subrayó, si “no caemos en la trampa de que como el flujo migratorio ha disminuido en este momento, nos olvidemos y pasemos al siguiente tema, porque esa situación estará siempre latente si no empezamos a producir resultados”.
Otra condición para el éxito de la ambiciosa estrategia será no caer en “errores” de iniciativas anteriores como la Estrategia de Seguridad de Centroamérica (ESCA), según los cancilleres. “Tenemos que tener cuidado que no nos pase como con la ESCA, donde (los países de la comunidad internacional), ofrecieron 3.000 millones y no pusieron ni 74”, recordó Morales.
Por ello, los cancilleres evitan ahora hablar de montos e insisten en que lo importante es ver cuáles son los planes a desarrollar en concreto.
“No le estamos poniendo un precio porque nos van a tildar de fracaso o éxito en lugar de eso. Queremos sentarnos a platicar cómo vamos a financiarlo y qué vamos a edificar. Vamos a determinar las acciones conjuntamente con el financiamiento de las acciones. No nos vamos a poner a edificar las acciones si no tenemos financiamiento”, señaló Morales.
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