Un grupo de manifestantes prokurdos irrumpe a la fuerza en la Eurocámara

La indignación kurda llega al corazón de la UE. Un centenar de personas se han manifestado este martes a las puertas de la Eurocámara para pedir a Occidente que apoye la resistencia kurda ante los ataques del Estado Islámico (EI) en la ciudad de Kobane (al oeste del Kurdistán) y hasta 50 de ellos han irrumpido a la fuerza en el interior del edificio del Parlamento Europeo en Bruselas, de donde no se han marchado hasta lograr reunirse con el presidente de la Cámara, Martin Schulz. En paralelo, centenares de ciudadanos kurdoeuropeos han salido a la calle en las principales capitales europeas y cerca de 70 se ha declarado en huelga de hambre para pedir a los Estados de la UE que pertenecen a la coalición internacional contra el EI que apoyen dicha resistencia contra el “genocidio” de Kobane.

“Si Europa no toma parte en el conflicto, estará contribuyendo a la masacre kurda”, explica Frédéric Roche, asistente franco-kurdo a la concentración celebrada este martes en Bruselas. Según Roche, las fuerzas del EI cuentan con una artillería “mucho más potente” que deja a la resistencia prácticamente sin posibilidad de defenderse y califica a Turquía de “principal aliado del EI”. “Las instituciones europeas deberían tener en cuenta con quién están pactando”, asevera este manifestante. Zarali Nikrawesh, intérprete kurdo que perdió la vista tras ser torturado en una prisión iraní, asegura que “las armas que se están usando ahora contra miles de civiles fueron proporcionadas por el Gobierno turco o incluso por Washington”. “Estamos hablando de ataques con tanques yihadistas a más de 150 kilómetros, frente a rifles kurdos que solo pueden emplearse a 150 metros del objetivo”, añade.

Hakan Cifci, portavoz del Congreso Nacional del Kurdistán residente en Bruselas asegura, por teléfono, que la situación es “urgente” y que, como tal, la actuación también debe serlo. Según Cifci, la UE no puede pactar con un país –Turquía- que “juega un doble juego” al no querer unirse a la coalición internacional, ni tampoco reconocer el EI como banda terrorista. Los organizadores de este movimiento darán una conferencia el viernes a mediodía en el Parlamento Europeo.