El Banco Mundial augura que las remesas crecerán un 5% este año

Pese a que la economía mundial crecerá en 2014 menos de lo inicialmente previsto y pese a las crecientes tensiones geopolíticas que dificultan la vida y el empleo de los trabajadores desplazados a otros países, los inmigrantes internacionales mandarán este año a casa un 5% más dinero que el año anterior. El informe del Banco Mundial "Migración y Desarrollo" calcula que las remesas a los países en desarrollo alcanzarán este año los 435.000 millones de dólares (345.808 millones de euros), un 5% más respecto a 2013 cuando el envío de dinero a los países de origen de los inmigrantes creció a ritmos del 3,4% anual. Y, pese a todo, la tendencia continuará hasta alcanzar en 2015 los 454.000 millones de dólares (360.904 millones de euros). Si se tienen en cuenta el conjunto de las remesas, incluidas las enviadas a los países desarrollados, los envíos alcanzarán los 582.000 millones de dólares (462.000 millones de euros) en 2014 y los 608.000 millones (483.130 millones de euros) en 2015.

Asia y, en menor medida, Latinoamérica son las responsables del repunte de estos envíos de fondos. A la cabeza de la recepción de remesas está India, con 71.000 millones de dólares, seguido de China (64.000); Filipinas (28.000); México (24.000) y Nigeria (21.000). Pero para países como Tayikistán las remesas ya equivalen al 42% del PIB; del 32% de la República de Kirguizistán y del 29% para Nepal. De hecho, este envío de fondos es una fuente estable y especialmente importante de flujos privados de capitales para los países en desarrollo y propician una gran fuente de divisas para ayudarles a equilibrar la balanza de pagos. En 2013, según datos del Banco Mundial, las remesas superaron a la Inversión Extranjera Directa en los países emergentes, con la excepción de China, y fueron tres veces mayor que el volumen destinado a estos países como ayuda oficial al desarrollo.

India es el mayor receptor del envío de fondos, seguido por China, Filipinas y México

"Las remesas crecerán, previsiblemente, en casi todas las regiones del mundo desarrollado, excepto Europa del Este y Asia Central, donde el conflicto en Ucrania y las sanciones a él asociadas están contribuyendo a una desaceleración en Rusia, el hogar de un gran número de inmigrantes en la región", señala la nota del Banco.

La recuperación de la economía estadounidense ha beneficiado especialmente a México, El Salvador, Guatemala y Nicaragua. "Por contra, el elevado desempleo en España está afectando negativamente el envío de remesas a Bolivia, Colombia, Paraguay y Perú", señala el Banco.

El Banco Mundial hace un análisis especial en esta edición sobre la migración forzada por los conflictos y alerta que esta se encuentra "en su mayor nivel desde la Segunda Guerra Mundial, afectando a 51 millones de personas". Si a esos números se les suma los desplazados como consecuencia de desastres naturales, el número de personas que se han visto obligadas a desplazarse desde su lugar de origen asciende a 73 millones.

"Pese al optimismo que destilan los números procedentes de las remesas, las circunstancias de muchos inmigrantes son cada vez más difíciles. Con tanta gente desplazada en contra de su voluntad y muchos otros apostando por trayectos desesperados y peligrosos, está claro que es necesario un mayor esfuerzo para hacer que la inmigración sea más segura y barata, mediante la exploración de distintas opciones políticas que sean económicamente viables", apunta Dilip Ratha, economista jefe de Inmigración y Remesas del Banco Mundial.

El Banco Mundial advierte que "aunque la migración forzosa es generalmente vista como una cuestión humanitaria, afecta al crecimiento, al empleo y al gasto público tanto en el país de origen como en el de destino". Solo en Ucrania, el conflicto con Rusia ha provocado ya un millón de desplazados mientras que en Siria ya se ha visto obligada a desplazarse más de la mitad de la población, con tres millones de refugiados buscando asilo fuera del país y seis millones y medio de ciudadanos desplazados en el interior del país. A finales de 2013, y en contra de lo que pudiera parecer, nueve de cada 10 refugiados son acogidos por otro país en desarrollo.