Christie hace las Américas

"Los latinos no tenemos enemigos permanentes, tenemos intereses permanentes. Apoyamos a candidatos, no a partidos". Estas quince palabras de Martin Perez, presidente de la Latino Leadership Alliance of New Jersey, pronunciadas a EL PAÍS en la Ciudad de México esta semana, mientras a escasas manzanas devoraba unos tacos el Gobernador de Nueva Jersey, el republicano Chris Christie, resumen lo que será la lucha por el voto latino en las próximas elecciones legislativas de otoño de este año y en las presidenciales de 2016.

Explican también la curiosa coincidencia en la capital mexicana de dos aspirantes a la carrera por la Casa Blanca: el gobernador y la senadora demócrata Hillary Cinton, que acudió a un acto del magnate local Carlos Slim. Coincidencia que no es tanta si se recuerda el reciente viaje del senador republicano Rand Paul a Guatemala o la petición del gobernador de Wisconsin del mismo partido, Scott Walker, al presidente Enrique Peña Nieto para que abriera un consulado de México en el Estado. 50 millones de hispanos en Estados Unidos, el 60% de ellos de origen mexicano, son muchos millones. Christie lo tiene claro. Ha iniciado en México la carrera hacia la candidatura a la Casa Blanca. "He venido a aprender", dijo en todos los foros que visitó.

Christie ha intentado ofrecer en el país vecino la imagen de un estadista preocupado por lo que sucede en el mundo. Pero, como coinciden todos los analistas, no es una personal global. En otro contexto de la política estadounidense esto podría tener relativa importancia, pero muchos consideran que la "titubeante" política exterior de Obama con Rusia o en Oriente Próximo, entre otros frentes, ha abierto un flanco que los republicanos intentarán aprovechar. Y para eso, tienen que prepararse, sobre todo si enfrente van a tener a toda un exsecretaria de Estado como Hillary Clinton. Michael Shifter, presidente de Inter-American Dialogue, considera que "sin duda Christie, con este viaje, está explorando su opciones en la carrera a la presidencia. Pero la suya va a ser una carrera cuesta arriba".

"No hay consenso en el partido republicano sobre la política exterior. De cara a las elecciones de 2016, habrá quienes defiendan una posición más agresiva, más intervencionista, y otros que serán más conciliadores, menos intervencionistas, como el senador Rand Paul. Esa es la discusión que se está dando en el partido republicano. Y es ahí donde entra la senadora Clinton, con una idea más clásica de lo que debería ser el papel de Estados Unidos en el mundo, intentado alejarse de las posiciones de Obama. Ella es una internacionalista", comenta Carl Meacham, director del Programa para América del Center for Strategic and International Studies de Washington.

Sobre Christie, Meacham añade: "Es muy interesante porque hasta ahora no ha habido un candidato que represente esa tradición internacionalista. Hay que tener en cuenta que Estados Unidos siempre ha visto al partido republicano como el más fuerte en cuanto a relaciones exteriores. Él intenta encontrar ese equilibrio dentro del partido. Se preocupa de las relaciones exteriores pero también sigue esa escuela de pensamiento más tradicional que combina internacionalismo y realismo. A Christie se le conoce y valora por ser franco y pragmático".

Efectivamente, de Christie se valora su sinceridad y su capacidad para conectar con la gente de la calle, pero eso no basta para defender la posición de Estados Unidos en el mundo. Son conocidas algunas meteduras de pata (calificó de "ocupados" los territorios palestinos ante un auditorio judío) y sus balbuceantes análisis sobre el conflicto entre Ucrania y Rusia por la ocupación de Crimea. "Putin se lo habría pensado mucho antes de vérselas conmigo", fue lo más profundo que llegó a decir en una reunión privada con activistas republicanos. De ahí que el viaje a México forme parte de sus intentos por mostrar, incluso entre sus compañeros republicanos, una imagen de hombre que ve más allá de sus fronteras.

Para no dejar nada al azar, el Gobernador consulta y aprende de pesos pesados de la política exterior conservadora de Estados Unidos. Gente como el exsecretario de Estado Henry Kissinger, la exministra de Exteriores de George W. Bush, Condoleezza Rice , o Robert B. Zoellick, diplomático y antiguo presidente del Banco Mundial. Zoellick ha sido el maestro de Christie en todo lo relativo al "renacimiento energético de Norteamérica" y las transformaciones en este sentido que están experimentado Estados Unidos y México.

Está por ver que Christie sea capaz de ofrecer un discurso sobre el mundo que vaya más allá de los ataques a Obama de sus compañeros de Washington. Es una incógnita. Del análisis de sus discursos se extrae su convicción de que la mejor manera de influir en el extranjero es lograr que Estados Unidos funcione como un reloj, libre de bloqueos partidistas como el actual. Y, como dijo en México ante un grupo de empresarios locales, las palabras importan más que las acciones. "En mi opinión, la política exterior tiene que ver con las relaciones humanas. Los hombres y las mujeres del mundo se juzgan unos a otros, y ellos se hacen una idea del otro en función de sus palabras y su acciones. En el caso de Obama, las palabras le importan más que las acciones. Está enamorado de las palabras. Adora cómo las palabras salen de su boca", proclamó en una conferencia del American Enterprise Institute en Georgia.

Está por ver si Christie será capaz de ofrecer un discurso que vaya más allá  de los ataques a Obama 

Meacham considera que Christie hace bien en ponerse a trabajar pronto, ya que queda muy poco para que la campaña se desate y los candidatos deben emprender la descomunal tarea de recaudar fondos. "Es fundamental. Si cometes un error sobre política exterior a finales de 2015 o en 2016 [año de la elección presidencial] se magnificará mucho. Ahora es el momento de meter la pata, no después", comentó recientemente Ari Fleischer , antiguo secretario de prensa de Bush.

Donde Christie se mueve como pez en el agua es entre los votantes latinos. Y en este sentido, su viaje a México ha sido un éxito. Su imagen en mangas de camisa zampando tacos en un popular establecimiento de la capital, así como la humildad que mostró en todo momento, le granjearon todo tipo de elogios y confirmaron su capacidad para gustar a gente de toda condición. "Otros vienen, se hacen la foto y se van... Christie no. Ha traído empresarios, ha firmado acuerdos, ha establecido una excelente relación con el presidente Peña Nieto, que sin duda será beneficiosa para los dos países. Sin duda hay que elogiar al Gobernador . Si decide ser presidente, este viaje le va a venir muy bien", declaró a EL PAÍS Héctor V. Barreto, presidente de la Latino Coalition, después del acto que organizó con Christie en Ciudad de México. Latino Coalition es una organización de Washington que defiende los intereses de los más de tres millones de empresas con dueño hispano en Estados Unidos.

"Nadie puede lanzarse a ser presidente sin tener el apoyo de la comunidad hispana. Somos 50 millones. Christie ya tiene ese apoyo. El 50% del voto hispano fue para él en las elecciones de Nueva Jersey. Y eso que es un Estado demócrata, y él es republicano, lo que quiere decir que puede atraer votos del otro lado y votos independientes", comentó. Y para justificar la importancia del voto hispano, Barreto añadió algunos datos: "En EE UU hay tres millones de empresas de dueños latinos que generan 500.000 millones de dólares en ventas. Y esos números se doblarán. Somos un poder fuerte. Un poder político, pero también un poder económico".

Christie es muy consciente de ese poder. Sabe que haberlo desatendido fue una de las claves de la derrota republicana en 2012 (Romney obtuvo frente a Obama sólo el 27% del voto hispano, la peor marca en 16 años ) y por eso ofrece un discurso más compasivo sobre la inmigración que el de sus compañeros en Washington. Su experiencia en Nueva Jersey corrobora su puntos de vista. Que la mitad del voto latino del Estado fuera para él en las últimas elecciones fue producto de medidas como la New Jersey Dream Act, que permite a jóvenes indocumentados residentes en el Estado asistir a centros de enseñanza superior, o de la atención que dedica a las asociaciones latinas.

Martin Perez, el presidente puertorriqueño de la Latino Leadership Alliance of New Jersey, formó parte privilegiada de la delegación que acompañó a Christie a México. "Es muy importante que el Gobernador establezca una relación con los países de donde procedemos los votantes, que los entienda. No sólo México, sino también Dominicana, Colombia, Puerto Rico.... Porque nosotros estamos creciendo y vamos a seguir creciendo. No se puede hacer política en Estados Unidos sin nosotros. Él esto siempre lo ha tenido claro", declaró a EL PAÍS.

"Nosotros no somos partidistas, pero si un Gobernador de Nueva Jersey es presidente, mejor para nosotros", añadió Pérez.

El peruano Héctor L. Castillo, responsable de Investing en America Real State Developers, una compañía inmobiliaria, también viajó con Christie a México. "Nosotros, los latinos de Nueva Jersey, hemos estado inculcándole que viniera a México, porque el futuro de los Estados Unidos va a estar muy relacionado con los hispanos. Él quiere trabajar con el pueblo hispano, tiene amistades hispanas, sus hijos tienen amigos hispanos. Tiene un vínculo de siempre con las comunidades hispanas. Su virtud es que escucha y aprende", afirma. "Si los republicanos no se centran en atender a la comunidad hispana, pueden perder a una generación de votantes. Nunca ganaremos otra elección presidencial si no arreglamos este problema", advierte Héctor V. Barreto.

Susan Segal, presidenta de Americas Society/Council of the Americas, considera que la visita de Christie tiene elementos muy positivos: "Debería haber más visitas como esta, ya que los republicanos tienen que posicionarse mejor con la comunidad inmigrante. Y es bueno que conozcan México, porque no es el mismo México si se viaja allí que el que uno piensa. En cualquier caso, creo que antes de valorar este viaje de cara a la carrera presidencial tenemos que esperar a las elecciones de noviembre".

Siete de cada 10 votantes hispanos apoyaron a Obama en las últimas elecciones, pero está por ver que vuelvan a hacer lo mismo con otro candidato demócrata. Los latinos crecen demográficamente como ninguna otra minoría, pero están muy poco representados. Lo advirtió hace algún tiempo Bill Richardson, exgobernador demócrata de Nuevo México: "Los demócratas hemos dado por hecho que el voto latino es nuestro, por lo que hemos sido mucho menos agresivos que los republicanos a la hora de atraer e impulsar candidatos latinos".

Según la National Association of Latino Elected and Appointed Officials , 6.011 hispanos ocupan cargos electos en Estados Unidos, según datos de 2013. La mayoría están en consejos educativos u oficinas municipales. De ellos, el 89% son demócratas. Sin embargo, en cargos más altos, la situación es distinta. Son los republicanos, con pesos pesados como los senadores Ted Cruz en Texas o Marco Rubio en Florida, los que llevan ventaja.

Su imagen en mangas de camisa zampando tacos en un popular establecimiento le granjeó todo tipo de elogios

Sólo ocho hispanos tienen cargos estatales. De ellos, cinco, incluyendo los gobernadores, son republicanos. El senador Robert Menéndez, de Nueva Jersey, es el único hispano demócrata de la cámara. Henry Cisneros, responsable de vivienda con el presidente Bill Clinton, lo explicó a The New York Times con las siguientes palabras: "El mensaje es muy peligroso para los demócratas, porque muchos jóvenes latinos van a decir: si quiero avanzar en política, parece que los republicanos me enseñan el camino, y en algunos Estados es el único camino".

Como reacción a esto ha nacido Latino Victory Project, una organización fundada por dos donantes de Obama, Henry R. Muñoz, jefe de finanzas de Comité Nacional Demócrata, y Eva Longoria, actriz. "Vamos a usar nuestros votos y nuestros dólares para crear una nueva generación de líderes latinos", declaró Muñoz.

"El partido republicano está divido en el tema migratorio. Las bases tienen una posición más dura que la dirección. A nivel nacional hay acuerdo en que sin una postura más moderada no pueden tener éxito dada la fuerza del creciente voto latino. Es muy difícil para los republicanos recuperar la Casa Blanca con una posición dura sobre la inmigración", asegura Michael Shifter. Y añade: "Los demócratas están en una mejor posición en tema migratorio, pero Obama ha alimentado mucho desencanto. Las deportaciones y su falta de compromiso para solucionar el problema siguen alimentando ese desencanto. Los demócratas cometerán un error si dan por hecho que el voto latino es suyo".

En este contexto, y ante la falta de un liderazgo claro entre los republicanos, una de las fortalezas de Chris Christie es su capacidad para pescar votos en caladeros ajenos con su "conservadurismo con sentido común". Una encuesta de la Fairleigh Dickinson University estableció que un 73% de los votantes de Nueva Jersey aprueban el trabajo de Christie como Gobernador. Entre los votantes demócratas, esa cifra fue del 62%; del 69% entre las minorías y del 70% entre las mujeres.

Es decir, si el partido republicano tiene que ser capaz de contactar con capas diversas del electorado, sin duda uno de sus mejores hombres es Chris Christie.