Hollande anuncia una rebaja fiscal para las rentas más bajas

Con la economía estancada por segundo trimestre consecutivo y con más del 80% de la población que declara abiertamente su desconfianza hacia la política económica del Gobierno, el presidente francés François Hollande abrió ayer el curso político con el anuncio de nuevas rebajas fiscales, esta vez para las rentas más bajas. En una amplia entrevista concedida al diario Le Monde, Hollande reitera su voluntad de “acelerar” las reformas emprendidas e ir “más rápido y más lejos”. Además, promete reactivar el sector de la vivienda y la inversión de las empresas.

Las dos principales reformas anunciadas son por una parte la fusión de dos prestaciones sociales destinadas a los trabajadores con pocos ingresos —la Prima para el Empleo y el Ingreso de Solidaridad Activa (RSA)— con el fin de “favorecer la reanudación del trabajo y mejorar los ingresos de los salarios precarios”. A esta se suma una revisión de los tramos del impuesto sobre la renta para que sea “más justo y más simple (…) en particular para los primeros tramos”, lo que parece anunciar una esperada reducción de la imposición para los ingresos menores. El primer ministro, Manuel Valls, dará más detalles sobre su aplicación en los próximos días.

En realidad, ambas medidas están destinadas a compensar una similar censurada por el Consejo Constitucional a principios de mes. Esta suponía el grueso de la vertiente social del Pacto de Responsabilidad con las empresas lanzado en enero, por el que el Gobierno reduce en 40.000 millones de euros en tres años los impuestos y cotizaciones de las empresas a cambio de que inviertan en empleo.

Este pacto, que ha puesto en pie de guerra al ala izquierda de los socialistas, sigue siendo su principal apuesta, como reitera Hollande en Le Monde. “No tenemos que renunciar porque la coyuntura sea más difícil en Francia y en Europa. Al contrario, debemos ir más rápido y más lejos”. En este pacto, “el Gobierno ha cumplido” con su parte y le corresponde ahora a la patronal “utilizar plenamente los medios del crédito para la competitividad y el empleo para invertir y contratar y no para distribuir dividendos o formular reivindicaciones”.

Hollande hace un repaso a la política internacional, un ámbito en el que se ha mostrado particularmente activo este verano, especialmente en relación con Irak. Francia se ha apresurado a entregar armas a los kurdos que luchan contra los yihadistas del Estado Islámico (EI). Por primera vez, Hollande admitió haber entregado armas también a los rebeldes sirios de la oposición moderada que luchan contra el régimen de Bachar el Asad y considera que la lucha contra el EI requiere una acción global. Propone una conferencia internacional sobre la seguridad en Irak y la lucha contra el EI.

A poco más de una semana del tradicional cónclave socialista en La Rochelle, Hollande responde por adelantado a las críticas que sin duda se oirán allí, al reafirmarse en sus posiciones y pedir tiempo para que se puedan comprobar los resultados de su política.

En el campo contrario, el de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), otro barón ha avanzado ficha coincidiendo con el reinicio del curso político. El ex primer ministro Alain Juppé ha anunciado su candidatura a las primarias de 2016 para ser el candidato de la UMP a la elección presidencial de 2017. El que fue también ministro de Exteriores de Nicolas Sarkozy se adelanta así al expresidente, cuyo regreso a la política activa se antojaba inminente.