La OTAN denuncia una incursión rusa en Ucrania
Una columna de blindados ligeros cruza al país vecino por una brecha en la frontera Aduaneros y guardias de Kiev empiezan a revisar el convoy de ayuda humanitaria
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, denunció este viernes una “incursión”, ocurrida la víspera, de blindados rusos en territorio de Ucrania, lo que, según él, viene a ser “una clara demostración” de que el Kremlin está abasteciendo a los separatistas en el vecino país. La noticia del cruce a Ucrania de 23 blindados ligeros, acompañados por camiones cisterna con combustible y otros vehículos de apoyo, la dieron dos periodistas de los diarios The Guardian y Daily Telegraph, que fueron testigos de cómo los vehículos pasaron por una brecha en la alambrada que protege la frontera entre Rusia y Ucrania. Kiev afirmó haber destruido “una parte significativa” de la columna, un extremo que fue desmentido por Moscú, que también negó la presunta incursión, asegurando que lo que vieron los dos reporteros británicos fue un “grupo móvil de guardafronteras”, que patrullan el territorio colindante con Ucrania.
Presiones diplomáticas a Moscú
El presidente francés, François Hollande, llamó este viernes a Rusia a “respetar la integridad territorial de Ucrania”, después de que la OTAN confirmara una incursión rusa en el país vecino. Desde el sur de Francia, donde participaba en la conmemoración del 70º aniversario del desembarco en Provenza, invitó al presidente ruso, Vladímir Putin, y al ucranio, Petró Poroshenko, a “hacer el esfuerzo necesario para evitar toda escalada” militar.
Londres, por su parte, convocó al embajador ruso, Alexander Yakovenko, para “clarificar las informaciones sobre una incursión militar rusa en Ucrania y el suministro a través de la frontera”, según informó el propio Foreign Office.
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea, reunidos en Bruselas para abordar el conflicto iraquí y la situación en Ucrania, llamaron a Rusia a “detener inmediatamente toda clase de hostilidades” en la frontera con Ucrania y a “retirar todas sus fuerzas” de la zona. “Cualquier acción militar unilateral por parte de la Federación Rusa en Ucrania, con el pretexto que sea, incluido el humanitario, será considerada por la UE una violación flagrante del derecho internacional”, añadieron.
“Si hay vehículos o personal militar en Ucrania, tienen que retirarse de inmediato o las consecuencias serán muy serias”, advirtió también desde Bruselas el británico Philip Hammond antes de concluir el encuentro. El ministro de Exteriores sueco, Carl Bildt, destacó que se trataba de “una violación importante” del derecho internacional. Su homólogo danés, Martin Lidegaard, manifestó una “profunda preocupación por la actitud rusa” y advirtió a Moscú de una posible respuesta por parte de la UE y EE UU.
La noche del jueves al viernes “se vio una incursión rusa, cruzando la frontera con Ucrania”, señaló Rasmussen. “Esto confirma el hecho de que hay un permanente flujo de armas y combatientes desde Rusia al este de Ucrania, y es una clara demostración de que Rusia sigue involucrada en la desestabilización” de esa región, agregó el secretario general de la OTAN, quien, sin embargo, no calificó el incidente de invasión. Los periodistas británicos habían informado de que se trataba de una fuerza pequeña, que probablemente llevaba algún abastecimiento para los prorrusos que combaten en la zona.
Rusia no niega que los periodistas vieran blindados en la zona fronteriza, pero el Directorio de Guardafronteras, que es un departamento del Servicio Federal de Seguridad, explicó que se trataba de una patrulla móvil. Estos grupos, según un representante del citado organismo, fueron creados tras las repetidas caídas de proyectiles desde Ucrania en territorio ruso y del “paso masivo” de soldados ucranios que cruzan la frontera huyendo de los combates en el este de Ucrania.
Cerca del lugar del incidente, a unos 37 kilómetros de la frontera, se había detenido el convoy de ayuda humanitaria rusa a pasar la noche. Este viernes comenzó la inspección de los camiones cargados con más de 2.000 toneladas de alimentos, agua, medicinas, generadores y sacos de dormir, aunque algunos de ellos, según un periodista de la BBC que tuvo acceso al convoy, estaban “casi vacíos”. Laurent Corbaz, jefe de Actividades Operacionales del Comité Internacional de la Cruz Roja para Europa Oriental y Asia Central, dijo que en total los camiones rusos llegados a la frontera son 262.
“Están en Kámensk-Shajtinski y hemos recibido de la parte rusa información sobre todo el cargamento, pero no tenemos la información concreta sobre lo que hay en cada camión”, señaló, agregando que 40 aduaneros y otros tantos guardafronteras ucranios empezaban a comprobar el contenido de los vehículos. En el lugar, representantes de la Cruz Roja dijeron que los trámites de traspaso de la ayuda humanitaria llevarán por lo menos una semana.
El presidente finlandés, Sauli Niinisto, que se reunió este viernes en Sochi con su colega ruso, Vladímir Putin, dijo por su parte que se había llegado a un acuerdo entre Moscú, Kiev y la Cruz Roja para hacer llegar la ayuda humanitaria a quienes la necesitan. Niinisto también ofreció los servicios de su país para encontrar una solución al conflicto ucranio. A pesar de estas últimas tensiones, se mantienen los contactos de alto nivel entre Kiev y Moscú. Ucrania anunció que su ministro de Exteriores, Pavlo Klimkin, se reunirá mañana en Berlín con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, y los de Alemania y Francia. “Será en una mesa cuadrada o en una mesa redonda, pero tenemos que hablar”, dijo Klimkin.
En el frente de combate este viernes continuaron los bombardeos de la artillería pesada contra Donetsk, el bastión separatista que las fuerzas gubernamentales ucranias están empeñadas en tomar lo antes posible. Algunos proyectiles cayeron en el centro de la ciudad, causando serios daños a decenas de viviendas. Al menos 11 personas murieron y otras 8 resultaron heridas por los bombardeos, informó la municipalidad local.
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