Los cadáveres recuperados del MH17 llegan a una zona controlada por Kiev
Forenses malasios y holandeses preparan los cuerpos para su traslado a Holanda
El lúgubre tren refrigerado hizo su entrada en el recinto de la fábrica de tanques Málishev de Járkov sobre el mediodía de este martes. El convoy de cinco vagones llegaba de Torez y transportaba los cadáveres y fragmentos de cuerpos recuperados de quienes el jueves pasado viajaban en el vuelo MH17 en rumbo a Kuala-Lumpur, derribado supuestamente por un misil sobre la región ucrania de Donetsk, en la zona de conflicto armado entre las autoridades centrales de Kiev y los insurgentes prorrusos.
El convoy, que había salido de madrugada, recorrió unos 300 kilómetros hacia el norte. Atravesó la zona controlada por los separatistas de la denominada República Popular de Donetsk, cruzó la sinuosa y variable línea del frente y penetró en el territorio leal a Ucrania, hasta Járkov. En esta gran ciudad de ingenieros y serias empresas militares, el convoy se deslizó por la vía férrea que penetra en el territorio de la mayor fábrica de tanques de Ucrania y una de las dos más importantes de la ex-URSS (la otra es la de Nizhni Taguíl, en los Urales, en Rusia).
En la fábrica Málishev, administrativamente un recinto militar cerrado, decenas de especialistas, entre ellos holandeses y malasios, preparaban los cadáveres para su traslado a Holanda, el país que dirigirá la investigación internacional por petición del presidente ucranio Petró Poroshenko, y también por tener el máximo número de víctimas (193 de las 298 que viajaban a bordo del Boeing 777). El trabajo de los especialistas forenses en la fábrica consistía en una operación de etiquetado y embalaje para meter los cuerpos en ataúdes y éstos, a su vez, en un avión que los aguardaba en el aeropuerto.
La identificación de los muertos se hará en Holanda, según Esther Naber, portavoz de la policía holandesa y miembro de la delegación de funcionarios que se ha trasladado a Járkov. Mientras los especialistas forenses trabajaban con los cadáveres trasladados a Járkov —la OSCE asegura que aún quedan restos humanos en el lugar del desastre—, un camión refrigerado con un cartel en el parabrisas en el que podía leerse “leche” les esperaba para llevarlos al aeropuerto cuando acabasen su labor. “Puede tardar bastantes horas e incluso días”, dijo Naber. Los primeros restos mortales podrían llegar a Holanda este miércoles, informa Isabel Ferrer desde La Haya. El primer ministro holandés, Mark Rutte, ha decretado un día de luto nacional para este miércoles y ha señalado que la recepción de los restos mortales estará acompañada por un minuto de silencio en todo el país.
Los especialistas aéreos de Malasia trajeron consigo a Járkov las cajas negras del Boeing 777, presuntamente derribado por un misil disparado desde zona rebelde, que les fueron entregadas por fin por el primer ministro separatista, Alexandr Borodái. Estos expertos las custodiarán hasta que sean trasladadas a Reino Unido, donde un grupo de expertos las analizará.
En la zona donde cayó el avión, en las inmediaciones de Grabove, controlada por los rebeldes prorrusos —que han alterado la ubicación de los restos y de las piezas del fuselaje—, seguía habiendo presencia de expertos internacionales.
En Moscú, el presidente Vladímir Putin aseguró que hará todo lo que esté en su mano para conseguir que los insurgentes del Este de Ucrania colaboren en la investigación del siniestro. También dijo que Rusia reaccionará de “forma adecuada y proporcional” al acercamiento de la infraestructura de la OTAN a sus fronteras. El líder ruso insistió en el concepto de soberanía, subrayó que Rusia no tiene aliados, e instó a reducir la dependencia económica de su país del exterior. También advirtió a Occidente de que no debe meterse en asuntos internos rusos.
Putin exigió a Kiev un alto el fuego en la zona del siniestro aéreo, por lo menos mientras se investiga la causa del mismo. Ya antes, Poroshenko había declarado una tregua en un radio de 40 kilómetros, pero alrededor de esa zona se registran violentos combates. El presidente ruso lamentó que se hablara con Rusia desde el discurso de “ultimatos y sanciones” en lugar de dialogar.
En Donetsk hubo el martes tiroteos en distintos lugares de la ciudad, e incluso un gran incendio en un barrio periférico, pero la jornada en general no fue tan violenta como el día anterior, según distintas fuentes, y hubo posibilidad de entrar y salir de la ciudad. En Lugansk las fuerzas leales a Kiev se apuntaban nuevos éxitos y retomaban la ciudad de Severodonsk.
En Kiev, la Rada Suprema (Parlamento) aprobó una movilización parcial que afecta a los reservistas, que serán obligados a cumplir 45 días suplementarios de servicio. La medida puede contribuir a calmar los ánimos de las familias de los soldados movilizados, que se han manifestado ya a favor de su relevo.
El presidente del Consejo de Seguridad y Defensa de Ucrania, Andrei Parubi, dijo que existía el peligro de una invasión de unidades regulares del Ejército ruso y que Moscú tenía cerca de 41.000 soldados y 150 tanques en la frontera con Ucrania.
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